Enrique Alfaro, gobernador del estado de Jalisco, informó a través de las redes sociales la muerte del doctor Leandro Hernández Barrios, quien fungía como director de Vigilancia e Inteligencia Epidemiológica.
Sin embargo, responsabilizó al gobierno federal por la falta de vacunas en su territorio, razón por la que no se han podido vacunar a todos los miembros de la primera línea de lucha contra el COVID-19; es decir, el personal médico.
“Hoy, con el dolor de perder al Dr. Leandro Hernández Barrios, nuestro director de Vigilancia e Inteligencia Epidemiológica, le envié una carta al secretario de Salud federal con la urgencia de que Jalisco reciba las vacunas contra el #COVID19 para nuestro personal de salud”, escribió a través de su Twitter oficial.
Al respecto, aseguró que en otros estados de la república ya iniciaron otras etapas de la vacunación, como la de los adultos mayores, incluso a los miembros del magisterio para un apresurado regreso a las clases presenciales, lo que ha mermado también los planes de vacunación en Jalisco.
“A pesar de que el plan nacional de vacunación establece al sector salud como prioridad, ya iniciaron con otras etapas sin haber concluido la aplicación de dosis para quienes arriesgan su vida, desde un hospital, para proteger a la población en el frente de batalla”, dijo el mandatario local.
Por último, aseguró que una de sus más grandes preocupaciones es la de no poder brindarle las vacunas necesarias al personal médico, pues el gobierno ha supuestamente priorizado a los servidores públicos por encima de los grupos prioritarios, de acuerdo con el plan de vacunación.
“Nuestra preocupación se agrava al ver cómo se siguen poniendo a los “servidores de la nación’' por encima de cualquier grupo prioritario de la estrategia nacional. Espero recibir una respuesta pronta, pero, sobre todo, las dosis que faltan para el sector salud de Jalisco”, finalizó.
Los primeros días de marzo se inició en el estado la aplicación de la vacuna contra COVID-19 al personal de salud de alto riesgo. De acuerdo con el comunicado de las autoridades, se disponía de 9 mil 750 vacunas del laboratorio Pfizer-BioNTech, recibidas el 24 de febrero pasado.
Informaron que se comenzaría con la inmunización de personal de laboratorios privados; a trabajadores de Centros Penitenciarios del Estado y del Servicio Médico Forense; así como a quienes laboran en los Consejos Estatales de Trasplante de Órganos y Tejidos (CETOT), de Prevención del VIH (Coesida) y de los Institutos de Salud Mental (Salme), Cuidados Paliativos y Alivio del Dolor (PALIA), entre otros.
Asimismo, comenzaron con la vacunación a trabajadores de hospitales privados, de la Coprisjal, del Centro Estatal de Transfusión Sanguínea; del CRIT Guadalajara, de la Cruz Roja; de los Servicios Médicos Municipales (Cruz Verde), a brigadistas de la Universidad de Guadalajara y a vacunadores y tomadores de muestras quienes están en contacto directo con pacientes en las 13Regiones Sanitarias del Estado.
Durante la última semana de febrero, el estado de Jalisco entró en la fase de semáforo epidemiológico amarillo, luego de registrar una importante baja en el número de contagios, fallecimiento y hospitalizaciones.
Alfaro, por su parte, refirió que Jalisco nunca siguió los semáforos nacionales para tomar decisiones durante la pandemia del virus SARS-CoV-2, pues la estrategia estuvo diseñada específicamente para cubrir los requerimientos de la entidad.
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