El camión del terror: mató a una persona, arrolló a otras dos y nunca tuvo permiso para circular en CDMX

Los choferes responsables, que pertenecen a la empresa “Corredor Peñón-San Isidro S.A. de C.V” (Copesi) se encuentran libres

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Imagen de archivo. (FOTO: DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO)
Imagen de archivo. (FOTO: DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO)

A pesar de que, en apariencia, el transporte público en la Ciudad de México (CDMX) está más regulado, en los hechos, camiones pirata siguen dando servicio, operando con total impunidad.

De acuerdo con una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad (MCCI), durante seis años, un camión de la empresa “Corredor Peñón-San Isidro S.A. de C.V” (Copesi) operó en la capital del país sin concesión y sin un seguro legal de daños a terceros.

El 18 de septiembre de 2019, una de sus unidades con número económico 0012514 atropelló a Patricia Sánchez Guzmán y a su hija cuando el chofer no respetó el semáforo de Eje 2 y Paseo de la Reforma. Patricia murió, pero el chofer quedó libre luego de que un juez determinó que enfrentaría su juicio en libertad y la empresa no se hizo cargo de los daños.

MMCI señala que en 2020, ese mismo autobús pero conducida por otro chofer, atropelló al ciclista Mario Trejo, quien tras el percance perdió la pierna derecha.

Imagen de archivo. (FOTO: VICTORIA VALTIERRA /CUARTOSCURO)
Imagen de archivo. (FOTO: VICTORIA VALTIERRA /CUARTOSCURO)

Fue hasta noviembre del año pasado cuando, luego de una batalla legal de meses, la Secretaría de Movilidad prohibió a Copesi operar, aunque los juicios de los dos choferes están en el limbo.

De acuerdo con la investigación periodística, el corredor “Peñón de los Baños- Panteón San Isidro” que va del Metro Oceanía en Venustiano Carranza a Calzada de Las Armas en la alcaldía Azcapotzalco, fue creado en 2015 como parte de la estrategia del Gobierno del entonces Distrito Federal para sustituir microbuses por unidades más modernas y migrar de rutas a corredores urbanos.

Hasta entonces ese trayecto era uno de los ramales de la Ruta 1, una de las más grandes de la ciudad, y que concentró hasta ocho ramales.

Los operadores del ramal Calzada de las Armas-Metro Oceanía de la Ruta 1 se dividieron en dos grupos que buscaron cada uno por su lado la concesión del mismo a través de las empresas Corredor Ecológico Urbano S.A. de C. V. (Ceusa) y Corredor Peñón-San Isidro S.A. de C.V (Copesi). Semovi otorgó la concesión a Ceusa. Ante ello, Copesi se amparó ante el Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México, argumentando que Semovi dio la concesión del corredor a Ceusa sin considerar su petición de participar.

En marzo de 2018 un juez de distrito –cuya sentencia está en poder de MCCI– resolvió que tanto la Secretaría de Movilidad como el Comité Adjudicador de Concesiones de CDMX debían escuchar la solicitud de Copesi y resolver si podía participar en la concesión del corredor.

Foto: Cuartoscuro.
Foto: Cuartoscuro.

Mientras, el juez solicitó a Semovi realizar las medidas necesarias para que el servicio de transporte siguiera funcionando en el corredor, pero no obligaba a que Copesi participara en él.

Según datos de Semovi, el corredor ecológico urbano moviliza diariamente a 103 mil 100 personas, que multiplicado por 5.50 pesos de tarifa por pasajero representa 567 mil 50 pesos diarios.

Operadores de Ceusa dijeron a MCCI que Copesi operaba con 40 unidades diariamente en el corredor contra alrededor de 80 de Ceusa, por lo que Copesi se habría llevado un tercio del negocio, unos 190 mil pesos diarios.

Choferes de esta ruta dijeron recibir mil 300 pesos por trabajar seis días a la semana: 217 pesos diarios. El resto -unos 4750 pesos diarios por cada camión– se lo quedan los representantes de la empresa y dueños de las unidades, que muchas veces son los mismos.

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