El Pacto Patriarcal y la Cuarta Transformación Social

Por Eder Guevara*

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Internautas se manifestaron contra la respuesta de AMLO durante su mañanera, en relación a la candidatura de Felix Salgado Macedonio. Fotos: Twitter
Internautas se manifestaron contra la respuesta de AMLO durante su mañanera, en relación a la candidatura de Felix Salgado Macedonio. Fotos: Twitter

Durante el proceso de formación de las sociedades la humanidad ha transitado por distintas formas de organización para la sobrevida, en primera instancia y para la reproducción de la vida conforme la especie adquiría más control sobre su entorno; durante proceso de consolidación estos modelos organizativos son moldeados por el sentido común y la moral del momento, es decir, por los grandes consensos sociales que delimitan los márgenes de la convivencia, estos márgenes no son permanentes, lo que para nosotros hoy es normal habría sido motivo de hoguera o muerte social en otros tiempos, pero también (y por suerte), muchas prácticas que antes eran normales, plausibles y hasta deseadas, hoy son cada vez más repudiadas y denunciadas.

Uno de los sistemas de dominación más antiguo(1) es el patriarcado, sistema de dominación donde el hombre es el centro de todo, “poseedor por derecho natural” de todo lo que le rodea, incluidas las mujeres o el poder, sin este control que postró a las mujeres a la reclusión de lo privado(2) para garantizar la reproducción social capitalista, este modelo impuso una división social del trabajo que se refleja en la distribución de las tareas dentro de la sociedad según el género y las tareas que hombres y mujeres tendrían que cumplir, dicha división perpetuó una profunda desigualdad entre hombres y mujeres que, a lo largo de los siglos se fue naturalizando porque éramos los hombres los que escribíamos, por lo tanto los que validábamos o anulábamos la cosmovisión y los principios y la producción y reproducción del conocimiento, hasta ahora habíamos sido quienes teníamos el voto de calidad para determinar las grandes verdades y tomar las grandes decisiones del mundo(3).

Solo así podemos entender como hace apenas 49 años un cineasta podía ordenar la violación de una actriz “para darle mayor realismo a la escena”(4), y este cineasta podía ser ensalzado como un artista de culto, y su película fuera considerada uno de los grandes clásicos del cine universal; o apenas en 1994 que, Café Tacuba, uno de los grupos más representativos del rock mexicano publicara una abierta apología al feminicidio que sin problemas habría suscrito “El Piporro” en los años 50.

México ostenta, vergonzosamente, el mayor índice de abuso sexual infantil y el 80% ocurre en el seno familiar, donde las infancias deberían estar más seguras. Este fenómeno solo es explicable gracias al pacto patriarcal que impone un acuerdo de secrecía entre los familiares para proteger al abusador que casi siempre es el abuelo, el padre, el tío o el hermano de la víctima; este pacto patriarcal es lo que explica que, en medio de la descomposición general causada por la criminal guerra de Calderón y Peña Nieto, la violencia feminicida aumentara exponencialmente no solo en la cantidad de víctimas sino en la ferocidad deshumanizada con que violentan a las víctimas por el solo hecho de ser mujeres. Este mismo pacto es el que tiene a México como el segundo país del mundo con más violencia contra las personas trans.

Todo esto lo sabemos gracias al marxismo leído a través de los lentes violeta del movimiento feminista, la incursión en la vida pública de este movimiento ha sido cada vez más contundente, hoy podemos decir sin titubear que muchas de las banderas de las feministas son sentido común, sus victorias son cada vez más y su presencia en la toma de decisiones es cada vez mayor. Pero su planteamiento teórico y posturas políticas son una novedad en el espectro político y social, para la inmensa mayoría de las generaciones, sobre todo de varones, esta plataforma nos resulta distante y difícil de comprender y sobre todo llevar a la práctica.

Si ya es muy difícil reconocer que en el patriarcado las mujeres y las diversidades son oprimidas y que el sujeto opresor no es una clase social como en el capitalismo, sino los hombres, es algo que nos confronta con nosotros mismos, con las violencias que hemos ejercido y las que hemos validado o naturalizado, es más difícil hacer lo necesario por romper ese ciclo opresivo, y peor aun cuando la persona, así sea el Presidente de la República, no ha tenido acceso sistemático a estos planteamientos, aun viniendo de la resistencia y de otras luchas sociales.

En esta contradicción se coloca actualmente la Cuarta Transformación Nacional, pues, pese a representar la plataforma social más equitativa e incluyente que el país podría tener en estos momentos, y a pesar de representar la continuidad del proyecto social histórico de nuestro país, ha carecido de mayor sensibilidad para entender y atender de forma más clara y contundente las demandas sociales del feminismo.

Esta contradicción no hace más válidas otras opciones políticas dentro del espectro posible en México, pero sí evidencia un vacío que la 4T no ha atendido y deberá atender porque ese es su espíritu como movimiento partido.,

Dicho esto, también hay que señalar que si la derecha hubiera tenido voluntad de romper el pacto patriarcal hubieran resuelto el problema de la pobreza que, por lo antes expuesto, afecta en mayor medida a las mujeres(5), habría roto los pactos de impunidad con grupos eclesiales que recurrieron a abuso sistemático(6), o con el crimen organizado y la atroz diversificación de sus fuentes de ingresos(7), si la derecha de verdad se preocupara por romper el pacto patriarcal impulsaría las reformas necesarias para que en cada estado se homologue la tipificación del feminicidio y se elimine el aborto como un delito.

Y por otro lado hay que insistir en que no basta tener un discurso igualista y equitativista como plataforma de política interior, mientras que ordenas bombardear comunidades al otro lado del mundo, esa lógica validada por un sector de la clase media mexicana y por toda la derecha progre, no es más que el extractivismo de la parte del feminismo o del ecologismo que no trastoca al imperialismo, otra forma de dominación milenaria e igual de mortal.

No compañero Andrés Manuel, renunciar al pacto patriarcal no es dejar de defender a los hombres, sino dejar de validar o minimizar sus conductas machistas y abonar, cada quien desde donde puede, a crear las condiciones para garantizar la no repetición de dichas conductas; por ejemplo, muchas personas defendemos a Julian Assange desde el convencimiento de que el imperio, igual que la derecha mexicana, son tan misóginos que no tienen reparo en usar las reivindicaciones y demandas feministas para crear o utilizar casos contra personas que afectan a sus intereses, pero de ninguna manera puedo justificar que nuestro movimiento, que se creó para que nunca más se quede nadie atrás y nadie afuera, haga candidato a gobernador con amplias posibilidades de triunfo a Salgado Macedonio sin antes esclarecer las denuncias por que hay en su contra, en un sistema de justicia que ha sido diseñado bajo la lógica patriarcal, con el peso político que representa un gobernador, sería un proceso aún más inequitativo.

Escribo todo esto convencido de la necesidad de que se abran canales de diálogo que permitan profundizar el proceso de transformación nacional;, estoy tan convencido que no hay en México alguien mejor para encabezar dicho proceso que AMLO, como de que el feminismo es otra revolución dentro de la revolución misma y me parece un error histórico y estratégico este distanciamiento que se ha generado.

Andrés Manuel como político es un fuera de serie, una persona que tiene la capacidad de sumar a su causa a personajes contrarios entre sí, con la capacidad de dirigir al país marcando agenda a nivel nacional e internacional, y lo más importante, que ha sabido supo ganarse el cariño y respeto del pueblo de México como nadie lo había hecho en décadas, pero como persona es un hombre de su tiempo, con paradigmas y valores honestos, con un legítimo compromiso por erradicar la desigualdad estructural de la pobreza y, sin embargo, pero también con vacíos propios de su (y hasta mi) generación, así con matices y claroscuros, es lo mejor que le podría haber sucedido a México luego de la larga crisis humanitaria en la que nos sumergieron los gobiernos neoliberales., Así con matices y claroscuros sentará las bases para poder avanzar en la profundización de las agendas progresistas en el mediano y largo plazo.

Otro tema que hay que reconocer es que la agenda feminista, a dos años del triunfo de la Cuarta Transformación Nacional, ha tenido avances sustanciales en la representación real de mujeres en la toma de decisiones o en el reconocimiento del derecho universal al Cuidado, el reconocimiento e inclusión de las trabajadoras del hogar en la seguridad social del Estado, entre otros temas.

La 4T está del lado de la plataforma feminista y afronta sus contradicciones, es evidente que dentro del partido hay quienes no entienden o no están de acuerdo con esta postura, pero sí hacen una breve investigación en redes sociales de las resoluciones que ha realizado la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, verán que siempre se ha castigado a quien ha transgredido las agendas de los movimientos feminista y LGBTTTI.

Nuestra generación tiene la fortuna de vivir dos grandes procesos civilizatorios: la transformación pacífica de la vida pública mexicana que busca consolidar el estado de derecho y retomar el proyecto social de las transformaciones anteriores, y la cada vez más potente e influyente lucha por erradicar las violencias patriarcales, estos dos movimientos no tendrían porque ser antagonistas pero para ello necesitamos mucho diálogo y empatía, o sea, necesitamos abandonar la lógica belicosa de las redes sociales.

A final de cuentas así son la historia y sus procesos: una rueda en permanente movimiento, impulsada por las contradicciones y conflictos internos.

*Eder Guevara es antropólogo y militante fundador de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)

1 Silvia Federicci, Caliban y la Bruja, Buenos Aires: Tinta Limón, 2015.

2 F. Engels, el Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Capital, Akal, 2017.

3 Yadira Calvo, la Aritmética del Patriarcado, ediciones Bellaterra, 2016.

4 https://www.pikaramagazine.com/2018/11/bernardo-bertolucci-genialidad-y-cultura-de-la-violacion/

5 http://biblioteca.diputados.gob.mx/janium/bv/lxi/femin_pobre.pdf

6 https://www.bbc.com/mundo/noticias-51306686

7 https://www.infobae.com/america/mexico/2020/04/30/los-carteles-mexicanos-recurren-a-la-trata-de-personas-para-ampliar-sus-negocios-ilicitos/

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