La guerra abierta entre el Cártel de Sinaloa y el CJNG que estaría detrás de los motines en Ecuador

El país sudamericano se ha consolidado como una plaza operativa para los cárteles mexicanos

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Miembros de seguridad fuera de
Miembros de seguridad fuera de la prisión de Guayaquil, Ecuador (Foto: REUTERS/Vicente Gaibor del Pino)

Cuatro motines simultáneos en centros penitenciarios de Ecuador dejaron al menos 79 muertos, todos reos y presuntos miembros criminales.

La saña y la extrema violencia desatada en el país sudamericano tiene —a pesar de la distancia— como protagonistas a organizaciones criminales mexicanas: el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Ecuador (en la costa oeste de Sudamérica) se consolidó en el último año como una plaza estratégica para la penetración y expansión de cárteles mexicanos.

Aunque las autoridades de Ecuador han minimizado la presencia del Cártel de Sinaloa y CJNG, lo cierto es que desde hace meses se vienen generando alianzas con bandas delictivas locales.

La finalidad es facilitar sus operaciones y fortalecer sus capacidades para la distribución de drogas a nivel internacional.

La prisión de Guayaquil, Ecuador(Foto:
La prisión de Guayaquil, Ecuador(Foto: REUTERS/Vicente Gaibor del Pino)

Una de esas alianzas es la formada entre el Cártel de Sinaloa y la célula criminal Los Choneros, cuyo líder fue asesinado a finales del año pasado por un sicario tras recuperar su libertad.

Tras la crisis carcelaria desatada en Ecuador esta semana, supuestos miembros de esta unión lanzaron un mensaje a través de redes sociales en el que advertían que las acciones habrían sido perpetuadas por sicarios del CJNG, liderados por Nemesio Oseguera Cervantes, el “Mencho”.

“Nosotros nos hemos mantenido calmados, al margen del problema, pero ahora actuaremos de manera radical en contra de los testaferros, amistades, familiares o personas que tengan intereses con dicho cártel. Empieza la guerra de forma frontal, por todos los frentes, no vamos a permitir que se sigan asesinando a miembros de nuestra organización”, se leía en un comunicado firmado con las iniciales C.D.S (Cártel de Sinaloa) y el emblema “100% Chonero”.

Recientemente, el canal TC Televisión, en la ciudad de Guayaquil (Ecuador) reportó la aparición de narcomensajes atribuidos al CJNG en los que se anticipaban muertes si no cumplían con sus peticiones.

El Cártel Jalisco Nueva Generación tiene el sello de la violencia. Su historia de poder comenzó a partir de alianzas, traiciones y vacíos de poder que quedaban por el combate al narcotráfico. Según los expertos, es una organización de corte castrense con armamento potente, tácticas de combate urbano y coordinación masiva.

Familiares de los reos asesinados
Familiares de los reos asesinados en centros penitenciarios de Ecuador (Foto: REUTERS/Vicente Gaibor del Pino)

Golpes a narcos mexicanos

La Operación Sinaloa ejecutada a mediados del año pasado por agentes antinarcóticos de Ecuador resultó con la detención de 11 mexicanos —presuntamente del cártel de Sinaloa— y un colombiano, además de la incautación de 101 kilos de cocaína.

Los informes policiales indicaban la existencia de una organización dedicada al acopio, adecuación, y envío de cocaína proveniente de Colombia, estableciendo su centro de operaciones en la provincia de Pichincha. La droga era acopiada específicamente en tres inmuebles ubicados estratégicamente, desde donde mantenían el control de las operaciones.

Con base en este accionar delictivo y por medio de la Fiscalía General del Estado, se inició una investigación previa con el objetivo de identificar e individualizar el nivel jerárquico de los miembros de la estructura criminal.

La organización estaba liderada por ciudadanos colombianos y mexicanos. El líder financista de la banda era el colombiano Diego Fernando A. S., mientras que la coordinadora de logística era la mexicana Karen Paulina V.O. Ella fue enviada desde México para adecuar la cocaína en forma de semillas de cacao.

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