Por medio de un boletín informativo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aseguró que esta noche fueron desocupadas de las instalaciones del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel Vallejo, ubicado al norte de la Ciudad de México. Por ello, las autoridades adscritas a la dirección de dicha entidad académica realizaron un recorrido para “verificar el estado del inmueble y del equipamiento”.
La noche del 17 de febrero de 2021 un grupo de personas encapuchadas se presentaron al centro educativo ubicado en la avenida de los Cien metros, en la alcaldía Gustavo A. Madero. Alrededor de las 23:00 horas, de acuerdo con un comunicado de las autoridades del plantel, rompieron los candados del acceso 3 y desalojaron “con violencia al personal de guardia y de vigilancia”.
En un comunicado entregado se hicieron saber las exigencias de las personas manifestantes. Entre ellas destaca la “atención real” a las denuncias por violencia de género que no han sido atendidas por causa de la pandemia en toda la UNAM. Además, solicitaron la creación de un nuevo protocolo de atención a las víctimas “independiente a la UNAD y del área jurídica del plantel”.
En el mismo sentido, exigieron la destitución y expulsión de profesores y alumnos con denuncias por violencia de género, así como “abuso sexual, de poder, psicológico, moral, académico y laboral durante las clases en línea”. También la contratación de especialistas en psicología, medicina y psicología.
En los últimos puntos solicitaron “la reivindicación de las áreas verdes” e iniciar un huerto abierto y manejado por la comunidad estudiantil y personal docente después de la pandemia. Finalmente solicitaron la autorización para utilizar el material didáctico del plantel y la no criminalización de las y los miembros de la comunidad con participación “en este movimiento”.
Posteriormente, el 22 de febrero, las autoridades entregaron un documento en respuesta a las peticiones de las personas al interior del plantel.
Un día después, a través de otro comunicado, se reportó la agresión verbal por parte de tres encapuchados en las instalaciones a dos profesoras. Las mujeres se encontraban resguardando la entrada del plantel ubicada en la avenida Fortuna cuando las personas al interior “mostraron una actitud beligerante hacia las académicas”.
La justificación de la presencia del personal docente en los alrededores del Colegio se basó en la existencia de “una guardia permanente las 24 horas del día, con la finalidad de evitar daño y saqueo al patrimonio de todas y todos los Universitarios”.
Otro de los conatos de violencia reportados sucedió la mañana de este 25 de febrero. Alrededor de las 10:20 horas un grupo de hombres encapuchados arremetieron con extintores al personal de la guardia en turno. Al mismo tiempo, una persona abandonó el plantel con maletas abultadas. Sin embargo, no se confirmó la extracción de algún objeto.
Además, se reportó la fabricación de bombas molotov, mismas que fueron colocadas, por los protagonistas de la toma, sobre las casetas de vigilancia. También se encontraron explosivos del mismo tipo en las cercanías de los accesos al plantel.
En los últimos años las campañas para señalar y denunciar casos de violencia de género en la Universidad han tenido mayor presencia en todos los planteles y niveles educativos. De hecho han derivado en manifestaciones de mujeres que exigen espacios académicos seguros en un país que registra 10 feminicidios diarios, de acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
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