Dámaso López Núñez, el Licenciado, redujo su pena a 14 años luego de ser condenado en 2018 a una sentencia de cadena perpetua. Con lo cual, el testigo clave en el juicio contra Joaquín Guzmán Loera, el Chapo, ha obtenido el beneficio por cooperar para que su compadre se mantenga en la cárcel de por vida.
De acuerdo con registros del Buró Federal de Prisiones (BOP), López Núñez tiene una fecha prevista de liberación para el 8 de noviembre de 2032. Cabe destacar que en enero del año pasado se reportó una moción para reducir su tiempo tras las rejas, pero desde entonces no se supo más.
El Licenciado, principal lugarteniente de Guzmán Loera, fue sentenciado el 30 de noviembre de 2018, tras declararse culpable de narcotráfico en un Tribunal de Alexandria, Virginia. El fallo incluyó un embargo de 25 millones de dólares.
El compadre del Chapo ya había aceptado su responsabilidad en el tráfico de al menos 450 kilogramos de cocaína un par de meses antes de que le fuera leída su pena.
López Núñez accedió a que su defensa hiciera un acuerdo con la fiscalía estadounidense. Manuel Retureta, abogado del narcotraficante, solicitó al juez T.S. Ellis que su cliente fuera recluido en una prisión del suroeste, algo que fue concedido.
Según el BOP, el Licenciado ahora está encerrado en la penitenciaría USP Canaán del condado de Wayne. Se trata de un campo de reclusión de seguridad mínima, localizado al noreste de Pensilvania.
Contactado por Infobae México, Manuel Retureta prefirió reservarse cualquier comentario sobre el caso.
En los últimos dos días, el nombre de Dámaso López Núñez cobró relevancia porque su testimonio ha sido clave en las acusaciones contra su comadre, Emma Coronel Aispuro, quien fue imputada ante el Distrito de Columbia el pasado 17 de febrero y arrestada en el aeropuerto de Washington-Dulles cinco días después.
Así como están los señalamientos en la acusación presentada hace una semana, también están de forma idéntica los mismos testimonios de López Núñez, quien declaró contra su compadre en el 22 y 23 de enero de 2019 en la sala 8D de la Corte del Distrito Este de Nueva York.
Acaso lo único nuevo es que las autoridades norteamericanas decidieron ocultar la identidad de su “Testigo Colaborador 1” por mera formalidad, pero en esencia, se trata López Núñez. Esto puede corroborarse con registros de prensa sobre la comparecencia del Licenciado.
López Núñez confesó sobre las cartas enviadas por su compadre, a través de Emma Coronel, con instrucciones sobre la dirección del Cártel de Sinaloa; igual relató la discusión para entregar un reloj con GPS al Chapo y conocer su ubicación exacta en la celda para el escape del Altiplano en julio de 2015; a su vez, contó acerca del segundo plan para que Guzmán Loera se fugara antes de ser extraditado a EEUU, un proyecto que comenzó en febrero de 2016 pero no se concretó.
En el párrafo 33 de la acusación presentada por el agente especial del FBI, Eric S. McGuire, se indica que el “Testigo Colaborador 1” recibió 100 mil dólares de manos de Emma Coronel para adquirir un terreno cerca del penal del Altiplano en 2016, exactamente lo que el Licenciado confesó en 2019, cuando dijo que tomó la misma cantidad, pues aunque de nueva cuenta accedió a colaborar para la huida de su compadre, él no tenía dinero.
De acuerdo con las crónicas de su presentación, López Núñez llegó a la sala de la corte de Nueva York el martes 22 de enero de 2019.
Cuando subió al estrado, miró a su compadre, el Chapo, y se golpeó en el pecho con el puño de la mano derecha; al ser cuestionado por la defensa sobre ese gesto de aparente lealtad, respondió: “porque lo amo”. Sin embargo, comentó que las circunstancias lo habían obligado a testificar y decidió pensar en su familia. Eso dijo para justificar su traición.
Dámaso López Núñez conoció al Chapo en 1999, cuando se convirtió en subdirector del penal de Puente Grande, Jalisco, donde mandaba el líder del Cártel de Sinaloa y quien estaba recluido tras ser detenido en Guatemala en 1993.
López Núñez es de Sinaloa, donde trabajó en la comandancia como jefe de investigación en el robo de autos; pero ya en Puente Grande ayudaba a Guzmán Loera a introducir celulares, alcohol, cocaína, alimentos de restaurantes, servidoras sexuales, entre otros caprichos del amo y señor del penal de máxima seguridad. Antes de la fuga del capo, ocurrida el 18 de enero de 2001, el funcionario renunció porque ya pesaban presuntos vínculos de corrupción sobre él.
Después contactaría al Chapo, se volvería su lugarteniente para comprar ranchos, entregar sobornos a militares y coordinar envíos de droga; además de ser padrino de una de las últimas dos gemelas de la familia Guzmán Aispuro. Llegó a comandar un ejército privado de hasta 100 sicarios, llamados Fuerzas Especiales Dámaso, con quienes pretendía imponerse ante Los Chapitos, hijos de Guzmán Loera, pero estos últimos prevalecieron en el liderazgo interno y acorralaron a los Dámaso.
El Licenciado fue detenido en la Ciudad de México en mayo de 2017 y extraditado a EEUU en julio de 2018; cuatro meses después fue sentenciado a pasar toda su vida en prisión, pero al testificar contra su compadre e inculpar a su comadre, las autoridades norteamericanas han determinado su liberación en 2032, cuando ronde los 66 años. Eso, si no es testigo contra Emma Coronel a cambio de reducir aún más su condena.
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