La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) incautó más de 12.000 libras (5.500 kilogramos) de marihuana dentro de un cargamento de papaya que intentaba ingresar por el puerto fronterizo de Otay-Mesa y tendría un valor de 27 millones de dólares, informó este miércoles la agencia.
El descubrimiento del cargamento se realizó la tarde del pasado lunes cuando un ciudadano mexicano, de 50 años, llegó al puerto de entrada de Otay-Mesa, en San Diego, California, conduciendo un camión que transportaba un remolque en el que supuestamente llevaba papayas frescas, detalló CBP en un comunicado.
El agente de primera inspección de CPB envió a un segundo control al conductor, donde se utilizó un sistema de rayos X para revisar la carga.
Durante la segunda inspección se identificaron anomalías y se procedió a una revisión más extensa, que incluyó el uso de perros entrenados para detectar narcóticos.
En la revisión se descubrieron 873 paquetes de marihuana mezclados con las papayas que hubieran tenido un valor en las calles de 27 millones de dólares, especificó la agencia.
“Los oficiales de CBP están atentos para detener a aquellos que tienen la intención de hacer daño en nuestras comunidades y en la frontera, mientras intentan ingresar a los Estados Unidos”, dijo en el comunicado Anne Maricich, directora interina de operaciones de campo de CBP en San Diego.
El conductor fue detenido por los agentes federales y se encuentra en el Centro Correccional Metropolitano (MCC), en San Diego.
En agosto del año pasado, CBP interceptó en los condados de San Diego e Imperial Valley, en la frontera de California con México, más de 61 millones de dólares en narcóticos durante un fin de semana.
En el cargamento había 668 libras de metanfetamina escondida en un envío de cactus y casi 15.000 libras de marihuana en lo que se suponía que era un cargamento de limas.
Los métodos para pasar droga a través de la frontera son infinitamente variados, aunque la intención de los carteles de narcotráfico sea siempre la misma: eludir la cada vez más estricta vigilancia en la frontera con Estados Unidos.
Catapultas, cañones de aire, submarinos, escondida en tamales, muñecos, esculturas religiosas, tortas de jamón, en tiburones congelados y hasta sujetos en drones son algunas de las formas como las bandas han intentado abastecer el mercado estadunidense.
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