AMLO celebró la aprobación de su reforma energética en el Congreso: “A muchos no les gusta poner a CFE al mismo nivel de Iberdrola”

El día de ayer, la Cámara de Diputados aprobó las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica, que fue turnada como iniciativa preferente desde el Poder Ejecutivo. Ante esto, el día de hoy durante su conferencia matutina, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obdrador, expresó su agradecimiento.

“Aprovecho para agradecerle mucho a los legisladores, en particular a los diputados, de que ayer se aprobó la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, para fortalecer, así de claro, para fortalecer a la CFE”, fueron las palabras con las que el mandatario dio las gracias a los 22 legisladores que el día de ayer dieron su voto para que el proyecto de ley fuera turnado a la Cámara de Senadores.

Sin embargo, la discusión no estuvo exenta de quejas y apelaciones por parte de las y los legisladores pertenecientes a los partidos de oposición. Diputados reclamaron que, bajo la excusa de mantener medidas de sanidad suficientes por la pandemia de COVID-19, no se les permitió la entrada a algunos de ellos, aunque podían participar vía remota por videollamada.

A la Cámara sólo pudieron acceder 60 diputados y diputadas. Legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional (PAN) reclamaron que los legisladores del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) aprovecharon su mayoría en la bancada para acaparar la discusión.

Acusaron, por ejemplo, que no se les dio suficiente tiempo para discutir posibles modificaciones al proyecto de ley. Algunas de las preocupaciones de los partidos de oposición, e incluso al interior del mismo partido, es el posible retroceso en materia de producción de energía limpia que podría implicar el proyecto de ley.

La propuesta enviada desde el Poder Ejecutivo hace un reordenamiento en los criterios para el despacho de energía. Ahora, se le dará prioridad a la producción de energía por parte de las centrales hidroeléctricas, luego a las demás centrales de producción de energía y finalmente energías como la solar o eólica.

Diferentes organizaciones ambientalistas, además de las dedicadas a defender la competencia económica, alzaron la voz para criticar estas medidas.

Desde la defensa del medio ambiente y la preocupación por el calentamiento global y sus efectos, existe el reclamo de que éstas medidas sean un retroceso en el que se le apostará a técnicas de producción de energía que producen más contaminantes.

Por otro lado, la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) reclama que las modificaciones a la ley limitan la competencia económica, puesto que la mayoría de las energía limpias son producidas por empresas privadas, y estas quedarán rezagadas en los criterios de despacho.

Francisco Reynoso de Centro de Análisis e Investigación, Fundar, escribió par Animal Político que probablemente algunas comunidades indígenas que han sido víctimas de violencia y despojo por parte de empresas transnacionales que llegan a sus territorios para construir centrales eléctricas, aunque sean para producción de energías limpias, podrían llegar a celebrar los efectos más inmediatos de estas reformas. Él describe que los mayores beneficiarios de estas centrales eléctricas ni siquiera son las poblaciones cercanas a ellas, sino otras empresas extranjeras, como fábricas y manufacturas.

Sin embargo, estas actitudes extractivistas no son exclusivas de las empresas privadas o transnacionales. El sábado pasado, activistas en defensa del territorio y el agua de Puebla, Tlaxcala y Morelos recordaron a Samir Flores, a dos años de su asesinato. Él, junto a sus compañeros y compañeras, se posicionaron en contra del Proyecto Integral Morelos (PIM) que implica la construcción de dos centrales termoeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad.

Samir Flores fue crítico a este proyecto hasta el día de su asesinato. Unas horas antes del suceso, cuestionaba a las autoridades que promueven el proyecto, alertando de las consecuencias socioambientales del mismo. Además, reclamaba que, de nuevo, no serían ellos los beneficiarios de esas centrales generadoras de energías, sino las industrias que tienen intereses en la región.

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