El 16 de febrero, a través de la cuenta de Twitter de Periodistas Mexicanas Unidas, se tenía el registro de 4 denuncias en contra del escritor mexicano y Embajador de Buena Voluntad por parte de la UNESCO, Andrés Roemer Slomianski. Al día de ayer, suman aproximadamente 12 acusaciones, públicas y anónimas, en contra del académico.
En el contexto del movimiento #MeToo, en el que mujeres de todo el mundo que participaban en medios de comunicación realizaron denuncias públicas en contra de personajes influyentes que laboraban en el la industria del entretenimiento y la información, Monserrat Ortíz hizo su primera denuncia en contra de Andrés Roemer en el 2019.
En esa primera ocasión, la periodista colaboradora de Reporte Índigo hizo su denuncia de manera anónima. Sin embargo, dos años después, luego de que la bailarina Itzel Schnaas hiciera pública su denuncia en contra de Roemer, ella también se animó a firmar su testimonio.
Itzel Schnaas, el 16 de febrero, publicó a través de un video su testimonio, en el que ella narra cómo el académico la citó para hablar sobre un proyecto de trabajo. Posteriormente él comenzó a hacerle comentarios de su cuerpo y a acariciarle las piernas mientras se masturbaba. En la narración e Itzel, después de la violación, Andrés Romer le entregó alfunos miles de pesos para que se comprara ropa.
La bailarina sentenció en su testimonio “Habrás de tener miedo tú a nosotras porque estoy segura que muchas mujeres se van a sumar a esta denuncia. Estoy segura de que vamos a lograr cuestionar tu prestigio y entrecomillar tu nombre. Ya basta.”
Ante el llamado de Iztel, Monserrat decidió hacer pública su denuncia en solidaridad con ella, según relató en una entrevista para Radio Fórmula.
Tanto en su testimonio, como en los anteriores y los que vinieron después, se revela el presunto modus operandi de Roemer: cita a las mujeres en su casa (ubicada cerca de la Plaza Río de Janeiro, colonia Roma) con motivos de trabajo, les hace comentarios acerca de su cuerpo, comete el abuso sexual y les da dinero para que se compren ropa. En algunos casos, como el de Monserrat, hace uso de su posición influyente para amenazar a la víctima, asegurando que tiene la capacidad de perjudicar sus situaciones laborales.
Monserrat cuenta que en el 2017, año en el que toman lugar los hechos narrados, ella trabajaba en el noticiero ADN40, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, a quien Roemer aseguraba conocer. “Si no ‘cooperaba’ también podría hacer que me corrieran cuando él deseara” cuenta Monserrat en su denuncia.
“Conmigo puedes crecer mucho, pero si yo quiero no vas a crecer nada y te voy a hundir”, contó en una entrevista radiofónica.
Luego Monserrat explica que la encerró en “una sala que tiene al interior de su casa, en una especie de sótano”.
“Literal me encierra. Se va todo su personal que lo ayuda en su casa y ahí es cuando inicia el abuso sexual. No quiero dar detalles porque es muy grotesco y no me quiero revictimizar”. La periodista señaló que incluso hasta lo empujó para defenderse.
Después del abuso, según los diferentes testimonios, Roemer continúa acosandolas a través de mensajes por redes sociales. Monserrat relató que, después de ignorar los mensajes durante cierto tiempo, el escritor desistió en su insistencia.
La denuncia de Monserrat e Itzel causó revuelo en redes sociales, motivando a que otras mujeres también públicas sus denuncias contra Roemer. Algunas son anónimas, y otras muestran su nombre, como en el caso de Brenda Angulo (conductora de televisión), quien cuenta haber rechazado en el año 2012 las intensas aproximaciones físicas del escritor y también su invitación de ir a su casa.
Roemer únicamente ha negado la acusación hecha en su contra por parte de Itzel Schnaas. De las demás denuncias en su contra no ha hecho comentarios. La Universidad de Columbia, borró de su lista de académicos visitantes en el Instituto de Estudios Latinoamericanos el nombre de Andrés Roemer. Sin embargo, no ha hecho ningún otro comunicado al respecto.
La UNESCO, donde entre el 2017 y 2019 fue Embajador de Buena Voluntad para el Cambio Social y el Libre Flujo de Conocimiento, tampoco se ha posicionado al respecto.
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