En los últimos dos años se ha registrado un aumento alarmante de homicidios en Zacatecas, entidad con una ubicación estratégica que la ha convertido en una zona altamente codiciada para la distribución de drogas y el trasiego de precursores químicos del Pacífico al Golfo y hacia zonas más cercanas a Estados Unidos. El estado es disputado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa.
Esta situación ha provocado que desde hace un par de años se hayan presentado más de 1,000 reportes de personas desaparecidas y la multiplicación de casos de homicidio doloso en la entidad.
De acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Zacatecas registró un aumento de casi el 50 por ciento en el número de casos de homicidio doloso en 2020 si se comparan con los registros de 2017 a 2019.
En 2017 el SSPC registró 551 casos de homicidio doloso, en 2018 fueron 561 y en 2019 se contabilizaron 510 casos. Sin embargo, en 2020 la cifra aumentó a 789 homicidios dolosos. Además, mientras el promedio de homicidios dolosos fue de 42 casos durante los meses de enero de 2017 a 2020, para el primer mes del presente año el SESNSP notificó 108 muertes violentas.
Se cree que la disputa por el control de la entidad comenzó en 2018 cuando células del CJNG, comandado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, irrumpieron en las zonas conocidas como los cañones de Jalpa y Tlaltenango, localizadas en los límites con Jalisco. Las confrontaciones iniciales se presentaron con los grupos de Los Zetas y del Golfo, quienes operaban en la entidad.
La primera fase del plan para la invasión del estado de Zacatecas por parte del CJNG consistió en aterrizar en comunidades de bajos recursos del sur de la entidad, para fijar en ellas un perímetro de seguridad que les permitiera el arribo de más contingentes.
Una vez obtenido el control total de aquellas localidades, con un número de elementos suficiente y un poder de fuego adecuados, comenzarían los avances ofensivos y la expansión del cártel hacia más municipios del centro y norte de Zacatecas, cuyas zonas son de influencia del Cártel del Noreste y Sinaloa, respectivamente.
Los reportes de seguridad del estado indican que el primer cártel que se asentó con gran poderío en Zacatecas fueron Los Zetas —ahora convertidos en el Cártel del Noreste (CDN)—.
El CDN tiene su base de operaciones en Tamaulipas (al norte de México). En el territorio zacatecano se asientan con su escisión denominada Los Talibanes, quienes han perdido terreno en Zacatecas, sobre todo a partir de que en 2019, células del Cártel de Sinaloa se introdujeron en los municipios de Sombrerete, Miguel Auza y Juan Aldama.
Zacatecas inició el año con una ola de violencia que cobró la vida de 161 personas durante enero, una cifra no vista desde que se tienen registros públicos de víctimas de homicidios dolosos y que se colocó como una marca en comparación con todos los reportes mensuales emitidos desde 2015. La entidad saltó a encabezar la lista a nivel nacional, con la más alta tasa de casos según el tamaño de su población.
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