Guadalupe Barajas Piña, una maestra de Guanajuato que desapareció en febrero del año pasado, fue localizada sin vida en una fosa clandestina.
La docente, mejor conocida como “Lupita”, tenía 32 años de edad cuando se le vio por última vez, el 29 de febrero de 2020. Guadalupe fue vista la mañana de ese día en el centro de la ciudad de Salvatierra, en donde se ubica el hogar de sus padres.
Según sus familiares, la mujer salió de la casa de sus padres, a quienes se encontraba visitando, para sacar dinero y hacer unas compras. Alrededor de las 10:30 horas, ella llamó a su mamá con su celular para saber qué comerían, no obstante ella colgó y no llegó a su casa. Desde entonces no se supo más de ella o su paradero.
Durante once meses fue buscada por familiares, organizaciones y por madres de la primaria Guadalupe Victoria, de la comunidad Valencianita, en Irapuato. Ahí era donde ella impartía clases.
“El 29/02/2020 la maestra Lupita Barajas desapareció en Salvatierra. El día de hoy se confirma que su cuerpo ha sido identificado en el mismo municipio. La familia realiza las gestiones necesaria”, informó la cuenta de Twitter de la organización Desaparecidos Guanajuato.
A través de estudios de genética forense, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guanajuato, logró confirmar que los restos pertenecen a la maestra.
Tras darse a conocer la noticias, Martín Martínez Contreras, Coordinador General del Movimiento Democrático de Trabajadores de la Educación de Guanajuato, integrantes de la CNTE, lamentó lo sucedido y exigió que se haga justicia, especialmente por la violencia que ha vivido el estado últimamente.
“Este hecho nos llevará a expresar nuestra más enérgica protesta a las autoridades estatales y federales por la situación de inseguridad que vive el estado de Guanajuato, que es el puntero en los índices de crímenes dolosos. También, de secuestros y desapariciones y fosas clandestinas, por ello exigimos que se esclarezca este asesinato, porque hasta ahora no se ha hecho una acción para detener este tipo de hechos, al contrario sigue habiendo incremento en este tipo de casos tan lamentables que a todos nos vulnera y donde es magisterio no es la excepción”, expresó el coordinador, de acuerdo a medios locales.
En Guanajuato han sido desaparecidas 2,369 personas desde el 2009. Durante el mismo periodo, alrededor de 11 años, han sido encontradas, por lo menos, 215 fosas clandestinas. Sin embargo, la problemática incrementó de manera significativa en los últimos dos años: fueron desaparecidas la mitad del total y se localizó el 80% (164) de las fosas.
Los datos fueron recabados para Pie de Página, provienen del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de la Secretaría de Gobernación. Las cifras sobre las fosas clandestinas son de registros periodísticos, ya que la Fiscalía del estado había negado la existencia de tales entierros.
El “Informe sobre la situación de fosas clandestinas en el estado de Guanajuato (de enero de 2009 a julio de 2020)”, publicado por académicos y activistas, contabilizó 109 fosas hasta el 2019. No obstante, durante el 2020 se añadieron las ocho encontradas en la presa El Conejo, en Irapuato, en septiembre, las 65 fosas en Salvatierra en octubre, y las 33 fosas halladas en Cortázar el 1 de noviembre.
La falta de reconocimiento de estos crímenes por parte de la administración del gobernador Diego Sinhué es reconocida por colectivos de familiares y personas solidarias en Guanajuato como el principal obstáculo para encontrar a las personas desaparecidas y evitar más casos.
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