Lourdes Dávalos, madre de Mariana, señaló que el acusado de violentar a su hija no había sido aprehendido por las autoridades, sino que se había entregado por decisión propia. Además, añadió que las autoridades no estaban realizando debidamente el proceso de investigación sobre la muerte de su hija, quien era pasante de medicina en Ocosingo, Chiapas, y fue hallada sin vida en su casa el pasado 28 de enero.
“Estoy viendo el video de cuando él se entregó y quiero que quede muy claro, la Fiscalía no lo detuvo, él se entregó. Está diciendo la fiscalía, está así comunicándolo, como si hubiera trabajado, que efectivamente no hizo nada”, sentenció Lourdes para Milenio.
Respecto a la carpeta de investigación, la madre de la víctima destacó que las autoridades sí se la entregaron, pero fue porque ella metió un amparo para lograr conseguir dichos documentos.
“Hay muchas incongruencias, hay muchos puntos que aclarar, están muy confusos, no están diciendo la verdad, hay que hacer mucha investigación”, recalcó Dávalos.
En cuanto a la información plasmada y las líneas de investigación, la madre de Mariana mencionó que en los datos respecto al como encontraron a su hija, las autoridades habían “disfrazado” como era la joven.
“Tengo muchos testigos de cómo era, amigos, compañeros, mucha gente que saben cómo era y los supuestos testigos de parte de la Fiscalía pues están diciendo lo contrario”, ahondó.
Lourdes Dávalos reconoció que desconfía de aquellos quienes están llevando a cabo la investigación respecto al caso de Mariana y añadió que, a su parecer, “no se están manejando con la debida transparencia, ni profesionalismo”.
“La autoridad no me ha llamado en ningún momento […] no ha habido un comunicado por parte de la fiscalía, absolutamente nada”, continuó la progenitora de Mariana.
Asimismo, le exigió al presunto agresor que fuera claro y que dijera la verdad, respecto hasta donde llegó con su hija. Dijo que le tranquilizaba el que se hubiera entregado, porque era un paso más para avanzar en el esclarecimiento de los hechos.
Cabe señalar que el pasado jueves, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chiapas confirmó la detención de Fernando Cuauhtémoc “N”, quien es acusado del delito de hostigamiento sexual en agravio de Mariana Sánchez Dávalos, la pasante de medicina que fue hallada sin vida el pasado 38 de enero en Nueva Palestina.
La FGE a través de la Fiscalía de la Mujer, destacó en un comunicado que se había cumplido la orden de aprehensión contra el imputado en el municipio de Ocosingo. No obstante, por medios locales de Jalisco difundieron un video en el que Fernando “N” explicaba que él decidió entregarse ante las autoridades.
“En base a las acusaciones que se me imputa por medios de comunicación, me voy a entregar de manera voluntaria a comparecer a este tribunal de enjuiciamiento para esclarecer la situación que ocurrió en el centro de salud de Nueva Palestina”, externó el sospechoso.
Además, añadió que él era inocente del cargo que se le estaba adjudicando, y que las autoridades estatales lo presionaron e intimidaron, razón por la que decidió entregarse.
“Yo no he incurrido en ninguna de las imputaciones [...] Hemos sido agredidos por las autoridades. Me vengo a entregar voluntariamente para que ya terminen las violencias en contra de mi familia, las persecuciones de manera injusta y que esto se resuelva de manera favorable”, declaró Fernando en el video.
Mariana Sánchez fue hallada sin vida la mañana del jueves 28 de enero en su casa. La FGE informó que la muerte de la pasante de medicina se investigaría bajo la figura de feminicidio, tras la determinación de que murió por ahorcamiento.
Tras conocer la noticia, policías, peritos y Ministerios Públicos arribaron al lugar de los hechos para comenzar a investigar. Aunque los primeros informes al respecto decían que el cuerpo presentaba signos de violencia, las autoridades lo desmintieron.
Según la necropsia de ley realizada a los restos de Mariana, se determinó que la causa de muerte fue asfixia mecánica secundaria por ahorcamiento.
No obstante, antes de su deceso, La joven realizaba su servicio social en Nueva Palestina, Ocosingo, y había denunciado abuso sexual de parte de algunas personas de esa comunidad desde hace un mes.
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