Ante el desabasto de energía eléctrica en gran parte del país, sobre todo en los estados de la frontera norte, el Gobierno de México lanzó este jueves una campaña bajo el lema “Apoya un poco, apaga un foco”, donde pide a la ciudadanía evitar consumos de luz innecesarios en un horario de 18:00 a 23:00 horas.
El objetivo del gobierno autonombrado “Cuarta Transformación”, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, es tener reservas de energía en caso de futuros “megapagones”, como los que ocurrieron el pasado 15 de febrero en varias entidades, los cuales afectaron a más cinco millones de usuarios.
A través de su cuenta de Twitter, el vocero de Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, publicó un mensaje en donde incluyó un cartel para incentivar el ahorro de energía. “El ahorro de energía eléctrica beneficia al medio ambiente y en estos momentos de emergencia ayuda a la estabilidad del sistema eléctrico nacional”, escribió.
Cabe mencionar que esta crisis de energía eléctrica fue causada por la falta de suministro de gas natural por parte de Texas, Estados Unidos, estado golpeado por los fríos extremos de un vórtice polar. Y es que este hidrocarburo es utilizado en la producción y suministración de energía por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Sin embargo, este mensaje no pasó desapercibido y, a los pocos minutos, varios usuarios de redes sociales compararon dicha campaña con la que realizó el polémico ex presidente priista Luis Echeverria en 1972, pero con el lema “¡Ayuda un poco… aflojando un foco!”.
En aquel entonces, el Gobierno Federal también solicitó a la población evitar el excesivo consumo de electricidad, pues el país no generaba aún la energía suficiente para satisfacer todas las necesidades.
“1972 / 2021, el Echeverrismo goza de cabal salud”, “Regresamos 40 años en el tiempo, a las épocas estatistas totalitarias y de alta corrupción”, “Copiaron la campaña del gobierno de Luis Echeverría de los 70′s. Qué horror. Morena nos está arrastrando al pasado”, fueron algunos comentarios al respecto.
Un dato a destacar es que ese mismo año, Echeverría nombró como nuevo titular de la CFE a José López Portillo, quien terminó como un ex presidente sumamente criticado por dejar el país en una fuerte crisis económica. Hoy su sucesor en el cargo es Manuel Bartlett, uno de los personajes del gabinete con serios señalamientos de corrupción e enriquecimiento ilícito.
No es la primera vez que se le compara a López Obrador con Echeverría. Incluso desde sus anteriores campañas presidenciales de 2012 y 2018, varios analistas políticos y periodistas señalaron que compartía con su antecesor una suspicacia del sector privado (mexicanos y extranjeros) y una pasión por el Estado como actor en la economía.
Y es que ambos ven el gasto público como una herramienta transformacional para producir, distribuir o emplear. Incluso, López Obrador ha mencionado la necesidad de la “dependencia” de la CFE, que “produzca” la energía sin la ayuda de empresas privadas, como aquella paraestatal que existía antes de 1992.
Otra semejanza para los expertos está en sus proyectos de Gobierno. Para Echeverría la “Revolución Mexicana”, para AMLO su “Cuarta Transformación”. Ambos se presentan como la encarnación de una etapa transformacional.
Además, los dos requirieron de enemigos para reafirmarse. Mientras Echeverría gritó “jóvenes fascistas” a estudiantes de la UNAM, Obrador no dudó en catalogar de “neoliberales, fifis, conservadores” a aquellos que lo cuestionan desde las redes sociales.
No obstante, una diferencia es su camino al poder. Echeverría fue un burócrata más discreto, que se ganaba la confianza de sus antecesores y del sector empresarial. El tabasqueño llegó como opositor incansable, en campaña permanente, atacando siempre al gobierno del momento.
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