La violencia contra las mujeres en México es un tema gravísimo que se ha vuelto imparable, y aunque en el discurso oficial se asegura que se está trabajando para combatir este flagelo, lo cierto es que en los hechos, el gobierno federal sigue desdeñando el asunto.
De acuerdo con datos de la ONU, en el país son asesinadas 10 mujeres todos los días y las víctimas principales son mujeres jóvenes. En tanto que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), reveló que durante el 2020 ocurrieron 940 feminicidios en México, solo dos casos menos a los registrados en 2019 (942), esto a pesar de que el año pasado ya se vivía el confinamiento debido a la pandemia del COVID-19.
La tendencia ha sido a la alza. Los datos del SESNSP en su estudio “Información sobre violencia contra las mujeres, diciembre 2020” lo confirman. En el año 2015 ocurrieron 411 feminicidios, en 2016 (605), al siguiente año se registraron 742, mientras que para el 2018 ocurrieron 893.
Pero durante los dos primeros años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la violencia contra las mujeres se disparó. En 2019, los feminicidios alcanzaron su cifra más alta (942), mientras que en 2020 se registraron 940 casos. Esto, a pesar de la renuencia de las autoridades locales a no catalogar como feminicidio los asesinatos de mujeres.
Según este estudio, el Estado de México es la entidad más peligrosa para las féminas, toda vez que se registraron 150 asesinatos de mujeres por razón de género. En segundo lugar se encuentra Veracruz con 84 feminicidios, seguido de Nuevo León (67), Jalisco (66) y la Ciudad de México (64). La mayoría de las víctimas fueron mujeres jóvenes.
A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador se autodenomina como “feminista”, en los hechos solo ha ignorado los múltiples llamados para detener la violencia hacia las mujeres.
El sector joven femenino -el que hoy protesta fuertemente en las calles y en las redes sociales por la violencia de género- fue justamente uno de los que más apoyó al político tabasqueño para que llegara a la silla presidencial.
Durante la jornada electoral del 2018 en la que se eligió al presidente de la República, alrededor del 49% de las mujeres votaron por Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo con datos de Parametría.
Según la encuestadora, las mujeres entre 26 a 35 años de edad, fueron las que más votaron por el político tabasqueño (63%), seguidas del segmento de 36 a 45 años y de 46 a 55 años (56%). Justo el sector más afectado por la violencia de género.
López Obrador aseguró que su gobierno sería igualitario en el número de dependencias que serían encabezadas por mujeres, bajo el argumento de que “son más honestas que los hombres”. Luego de algunos ajustes en el gabinete ya sea por cambios o renuncias, al día de hoy nueve mujeres encabezan el mismo número de Secretarías de Estado.
Aunque en el discurso el mandatario asegura estar a favor de las causas femeninas y en contra de la violencia de género, lo cierto es que es evidente que el Jefe del Ejecutivo ha soslayado el tema.
Luego de que México se sacudiera con dos brutales feminicidios ocurridos a inicios de 2020 en la Ciudad de México, el de Ingrid Escamilla y el de la niña Fátima, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que en el fondo, casos como estos eran originados por la descomposición social derivado del periodo neoliberal, la desintegración familiar y la pérdida de valores.
Ambos feminicidios fueron el detonante para que el 8 de marzo de 2020, en el marco del Día Internacional de la Mujer, se convocara a una marcha histórica en la que más de 80,000 mujeres salieran a las calles del país, para exigir el fin de la violencia de género, los feminicidios y el sistema patriarcal que ha imperado en México desde hace siglos.
Además de la marcha, también se vivió el #UnDíaSinNosotras o #UnDíaSinMujeres que buscaba evidenciar la importancia del género en todos los ámbitos del país. Ese día, miles de mexicanas no acudieron a sus centros laborales o dejaron de hacer sus actividades diarias. Las que no pudieron hacerlo, se sumaron de forma simbólica, usando alguna prenda en color morado a manera de protesta.
A pesar de que el hecho fue histórico, para el mandatario fue un movimiento que no mereció su atención.
“Ah, sí creo que hubo una marcha, ¿verdad?”, dijo.
Pero cuando las manifestaciones de las mujeres se han tornado violentas o fuera de los parámetros establecidos por el gobierno, Andrés Manuel López Obrador, sí condena los hechos.
Durante el confinamiento a causa del COVID-19, el mandatario aseguró que era mentira que en ese periodo se hubiera incrementado la violencia contra las mujeres en México, a pesar de que diversos organismos, incluso del propio gobierno como el sistema telefónico 911, así lo demostraban.
“En el caso de la violencia en general y la violencia contra las mujeres no hemos nosotros advertido un incremento, desde luego la forma que tenemos de medirlo son las denuncias que se presentan, puede haber cifra negra, pero en las denuncias no ha habido un incremento”, sostuvo durante su conferencia del 6 de mayo de 2020.
Incluso dijo que el aumento de la violencia partía del supuesto de que si se estaba más tiempo en las casas podía darse más violencia familiar, “esto no necesariamente está sucediendo porque no se puede medir con los mismos parámetros a todo el mundo”.
“En México tenemos una cultura de mucha fraternidad”, afirmó López Obrador, por lo que la reportera que le preguntó sobre el tema, le espetó “pero también machista”.
“Sí, sí existe machismo, pero también mucha fraternidad familiar. La familia en México es excepcional, es el núcleo humano más fraterno, esto no se da en otras partes, lo digo con todo respeto. Entonces si queremos medir violencia familiar en México con los mismos parámetros de otras partes del mundo no aplica del todo”, señaló.
Tras las críticas, el gobierno lanzó la campaña “Cuenta hasta 10”, con la cual, pretendía frenar la violencia familiar, pero todo derivó en una andanada de señalamientos en contra de la administración lopezobradorista, a la que señalaron de falta de conocimiento, de empatía y de sensibilidad en torno a la grave problemática. Como resultado, la campaña desapareció.
El 25 de noviembre del año pasado, al ser cuestionado por una periodista durante su conferencia mañanera sobre si consideraba que las causas de un homicidio son las mismas que las de un feminicidio, López Obrador señaló que sí, quedando en evidencia que desconoce la diferencia entre ambos delitos.
“En general sí, porque ha habido mucha desintegración en las familias, mucha pérdida de valores y necesitamos luchar por una sociedad mejor, por hacer valer la justicia, porque no predomine lo material, por poner por delante el amor al prójimo y por hacer entender a todos que solo siendo buenos podemos ser felices”, respondió.
Sin embargo, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, corrigió al presidente y aseguró que las causas de un feminicidio no son las mismas.
“Y tienes toda la razón, las causas del feminicidio concretamente no son las mismas que las de un homicidio violento en contra de una mujer por otras razones, eso es lo que estamos atendiendo todos los días”, aseguró la encargada de la política interna del país.
La respuesta presidencial, seguía evidenciando la falta de conocimiento en torno al problema.
“Un homicidio no puede equipararse a la de un feminicidio, ya que cuando se produce el asesinato de un hombre difícilmente se dan por razones de género. El feminicidio encierra componentes de misoginia, crueldad, odio e impunidad social e institucional”, señala Amnistía Internacional.
Un presunto violador, el candidato de AMLO al gobierno de Guerrero
Las últimas semanas, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha evidenciado una vez más, su falta de sensibilidad en torno a un delito grave, como es la violación.
Félix Salgado Macedonio, candidato de Morena -partido fundado por AMLO- al gobierno de Guerrero, ha sido señalado por al menos 5 mujeres de haberlas violado. Aunque al menos una de las víctimas ha dado la cara de manera pública para denunciar el hecho, el mandatario ha soslayado el asunto y lo ha enmarcado en la “guerra sucia” desatada en la actual coyuntura electoral.
Durante su conferencia del 17 de febrero, una representante de los medios de comunicación le preguntó si más allá de dar un paso atrás con la candidatura de Salgado Macedonio, no era mejor dar un paso adelante y escuchar a las víctimas, así como esperar a que se concluya la investigación para llevar al morenista como candidato a gobernador; a lo que López Obrador dijo que no opinaría al respecto, ya que el asunto es electoral.
“Yo no opino, ya di mi punto de vista, ya dije que son tiempos de elecciones y hay acusaciones de todo tipo, yo no tengo que opinar en este caso… ya mencioné, primero hay que tenerle confianza al pueblo, la gente es la que decide, si se hacen encuestas y la gente dice estoy de acuerdo con esta compañera, con este compañero, yo pienso que se debe de respetar. La política es asunto de todos, no de las élites. Yo establecí desde que fui dirigente de partidos, que lo mejor era la realización de las encuestas para preguntarle a la gente”, aseguró, por lo que dejó en manos de “los ciudadanos”, quién debía ser el candidato.
Al día siguiente, en su conferencia mañanera del jueves 18 de febrero, el mandatario fue cuestionado sobre la campaña “#PresidenteRompaelPacto” la cual está contra la candidatura de Félix Salgado Macedonio al gobierno de Guerrero.
El titular del Ejecutivo federal aseguró que “respeta mucho” a las mujeres que han presentado denuncias, pero dijo que “ya chole” con la “campaña mediática” contra del senador con licencia.
“(A las mujeres que han presentado denuncias) las respeto mucho. Ya expliqué que esto corresponde al pueblo de Guerrero y corresponde a las autoridades competentes, y di a conocer también que en épocas de elección, los rivales, los que quieren el mismo cargo, se dice en política, que se es amigo hasta que no se compite por el mismo cargo”, dijo.
“¿Sería este el caso?”, se le cuestionó.
“Es que hay quienes están muy interesados, unos que quieren el cargo y otros pues que no quieren que un partido determinado gane y buscan debilitarlo. Yo creo que sería muy bueno porque esto ayudaría entender las cosas, que se hicieran encuestas, porque esto aclararía porque tanta campaña, porque tanto linchamiento mediático, hay que tener confianza al pueblo de Guerrero. El pueblo de Guerrero es mayor de edad”, aseguró.
“(...) Entonces ya, como dicen algunos “ya chole”, o sea qué, porque van a lanzar una campaña en los medios, que los programas de radio como era antes, conductores de radio, con especialistas, sentenciado, juzgando. Si nosotros padecimos eso durante años, ataques tras ataques”, dijo.
La frase “ya chole” pronunciada por el mandatario, desató un sinnúmero de críticas, tanto de la sociedad civil, como de personajes de la política, quienes condenaron la expresión del Jefe del Ejecutivo, no solo por su falta de sensibilidad en torno al tema, sino porque con su declaración, coloca a la víctima, Basilia “N”, en riesgo y total desprotección, aseguró este jueves Patricia Olamendi, abogada de la mujer.
En entrevista para W Radio, Olamendi dio a conocer que Basilia “N” ha recibido amenazas e insultos en su propia casa por parte de seguidores de Salgado Macedonio.
“Insistimos en que se tomen las medidas desde Morena, para su protección”, pidió.
“Es muy grave que el presidente no cuente con la información correcta, nosotras tenemos conocimiento de seis denuncias contra (Salgado Macedonio) en varios años”, resaltó la abogada.
Este mismo jueves, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, aseveró que el respeto a los derechos de las mujeres debe ser una condición irrestricta para las personas que aspiran a un cargo político.
Durante la presentación del actual Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres 2020-2024, destacó que todos los partidos políticos tienen la responsabilidad de vigilar que sus candidatos estén a la altura de las circunstancias y asegurar que no se promueva la violencia de género.
“Hace 20 años no podíamos imaginarnos que se cuestionara la idoneidad de un candidato a un escaño político por alguna conducta que pudiera sugerir violencia hacia las mujeres. Hoy esa exigencia está presente porque en la sociedad mexicana el respeto irrestricto al derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia es una condición necesaria para ser un representante popular”, señaló.
“Es responsabilidad, y subrayo porque esta es mi posición, por si alguien dudaba de mi posicionamiento, es responsabilidad y prerrogativa de cada partido político demostrar que sus candidatos están a la altura de sus circunstancias y proceder de acuerdo con las leyes y las mejores prácticas para la prevención de la violencia de género en todos los ámbitos”, enfatizó.
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