El norte de México vivió a principios de esta semana una emergencia derivada de una ola invernal proveniente de Estados Unidos: apagones prolongados de electricidad. Aunado a eso, fue cortado el suministro de gas natural proveniente de Texas, principal elemento para la generación eléctrica. Todo esto se tradujo en pérdidas económicas industriales e, incluso, la devaluación del peso mexicano. Expertos en el tema señalan dos puntos claves detrás de esta situación: el cambio climático y la falta de diversificación energética.
En un informe llevado a cabo este jueves en la habitual conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, se explicó paso a paso como fue el preludio de la crisis energética y la manera en que se resolvió el problema.
Desde el viernes 12 de febrero de tenía la advertencia de las afectaciones por la ola gélida en el norte del país y también de la decisión de Texas de cortar el suministro de gas a México –estado de EEUU que está viviendo, aún, su propia emergencia a causa del inusual frente frío–. Entonces optaron por usar combustóleo. Lo llevaron del sur al norte del país. Pero la infraestructura estaba congelada y eso hizo que en el intento de transportar el combustible alternativo se presentaran al menos un par de fallas.
Todo el efecto dominó acabó en, por lo menos, 50 horas de apagones considerables en el norte mexicano.
¿Qué hay detrás de esta emergencia?
“Por un lado es el cambio climático, cada vez es más apremiante esta situación y veremos cada vez más fenómenos de este calibre”, señaló en un diálogo con Infobae el Mtro. Enrique Lendo, negociador experto en economía y desarrollo sustentable. Entonces, agregó, “se tienen que tomar medidas para adaptarnos y fortalecer nuestra resiliencia ante eso, en todos los aspectos, por ejemplo la infraestructura”.
Y es que, aunque no fue enteramente a causa del congelamiento de los ductos que se ocasionó todo esto, una infraestructura con el mantenimiento apropiado y al día, muy probablemente, habría reducido de manera considerable el problema de los apagones.
Para el Dr. Jesús Alberto López González, secretario técnico de la Comisión de América Latina en el Senado y profesor de Seguridad Nacional, este es también un tema se seguridad nacional. “Un apagón o un tema de carencia de energéticos es un tema de seguridad nacional porque afecta la viabilidad del país en los temas económicos”, ya sea a corto o largo plazo, explicó a este medio.
“Hay circunstancias que no se pueden evitar, como es una helada; pero si esa helada genera temas estructurales o descubre temas estructurales en el abasto de energía para las empresas o para las familias, entonces se vuelve un tema se seguridad nacional y ahí le toca atenderlo al Estado”, enfatizó.
El experto alertó también que México tiene que atender el tema referente a lo estructural, tomando en cuenta la dependencia al gas natural para generar electricidad, a fin de no poner en riesgo las actividades económicas.
Precisamente, en ese sentido explicó Enrique Lendo la otra causa que, a su consideración, provocó esta crisis: la falta de diversificación, entre fuentes energéticas y actores. “Dependemos cerca del 80% de un tipo de fuente de energía, que es la fuente de energía fósil, y esto ha hecho que tengamos muy pocas opciones de movilidad a la hora que se presentan afectaciones de ese tipo”, detalló.
“Es un asunto sistémico, que viene desde hace muchos años, en México le hemos apostado a una matriz que depende de gas natural, de carbón, de combustóleo... combustibles que en algún momento pueden tener alguna situación de riesgo, que fue lo que pasó”.
Entonces, el especialista en energía sustentable ve como un factor preocupante los cambios a la ley de electricidad que está impulsando AMLO en estos momentos, ya que estaría el riesgo de que se pierdan los avances que ya lleva México en la diversificación del sector energético.
La dependencia al gas natural de Texas
Enrique Lendo ubicó el incio de esta dependencia en la historia petrolera de México, por la épocas de la expropiación. En aquel tiempo se apostó fuerte por ese energético y no se tomó en cuenta ninguna alternativa para explotar. “Es una situación de antaño. En México en vez de generar infraestructura y explotación de gas para abastecer la demanda energética, lo que hicimos fue favorecer la explotación de petróleo”. Todo esto enmarcado en la primera mitad del siglo pasado.
Entonces, explicó, la tecnología avanzó y las nuevas plantas ya no solo utilizaban el petróleo para generar energía, sino otro tipo de energéticos, como el gas natural, tal es el caso de las plantas de ciclo combinado. Así, la demanda de ese tipo de energía creció, mientras que México no era capaz de cubrirla y empezó a comprar gas de Estados Unidos.
El futuro de energía eléctrica en México
La preocupación ahora está en el futuro, a corto y largo plazo, en materia de energía eléctrica. Los hechos, hasta ahora, son la crisis de los apagones y la incansable cruzada de López Obrador por reformar la ley a fin de fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresa productiva del estado, por encima de las energías limpias y las empresas privadas.
La especulación ante ambos casos ha llevado incluso a la devaluación del peso mexicano, por la inestabilidad que estas acciones proyectan al exterior. También ha enardecido un llamado simple y directo por parte de especialistas y autoridades del sector, dentro y fuera del país: incluir la participación equitativa del sector privado en el sector energético mexicano.
“Es difícil hablar de autosuficiencia en un mundo globalizado”, consideró Jesús González.
Mientras que para Enrique Lendo la CFE “tendría que ser sumamente eficiente” para que resulte la fórmula de AMLO que, por cierto, advirtió que va en camino contrario a la tendencia mundial en la materia.
“Lo que marca la tendencia en todo el mundo es que es más eficiente si abres el mercado y trabajas con operadores públicos y privados. Lo que dice la teoría es que el gobierno está bien para cubrir un segmento del mercado, es este caso la transmisión, y que la parte de producción sí quede abierta a la competencia entre privados y público”.
Y, señaló, eso se traducirá en mejores costos, una mayor oferta de servicios, diferentes tecnologías.
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