El presidente López Obrador es conocido por sostener una dinámica activa de comunicación con los ciudadanos. De lunes a viernes, el mandatario ocupa dos horas de la mañana para hablar de los temas más importantes de la agenda nacional, asimismo, responde a cuestionamientos de actores privados y de la sociedad civil.
Sin embargo, pese a que este diálogo constante le ha servido para reforzar su popularidad, otras veces ha significado costos políticos a su imagen. Y es que el titular del Ejecutivo federal se caracteriza por emitir polémicas declaraciones en torno a los eventos de relevancia nacional.
Este jueves, al ser abordado sobre las cinco acusaciones de presunto abuso sexual contra Félix Salgado Macedonio, precandidato de Morena por la gubernatura de Guerrero, el presidente dijo “ya chole” a las campañas que activistas y medios de comunicación emprendieron en contra de la postulación del senador con licencia.
“Las respeto mucho pero ya expliqué que esto corresponde al pueblo de Guerrero y corresponde a las autoridades competentes, y di a conocer también que en épocas de elección, los rivales, los que quieren el mismo cargo, se dice en política, que se es amigo hasta que no se compite por el mismo cargo”, señaló el funcionario.
Desde el palacio nacional, López Obrador señaló que hay quienes están interesados en impedir que un partido determinado gane, por lo que buscan debilitarlo.
“Entonces ya, como dicen algunos ¿no?, ‘ya chole’. O sea, que porque van a hacer una campaña en los medios que el Reforma, que El Universal, que los programas de radio, como era antes, conductores de radio, con expertos, con analistas, pontificando, sentenciando, juzgando”, reprochó el mandatario.
Respecto a las víctimas que han señalado al guerrerense, el presidente expresó: “Tienen su derecho, como también tiene el derecho el pueblo de Guerrero, los que apoyan a Félix, es lo mismo, son derechos de todos a la libertad”
Otra expresión de López Obrador que causó controversia fue referente a la pandemia de COVID-19. Durante la “mañanera”, el mandatario aseguró que la oposición parlamentaria busca desprestigiarlo usando la contingencia sanitaria como un vehículo para lograrlo.
Sin embargo, aseguró, la transformación de México va a ser una realidad cuando la crisis termine. “...vamos a salir fortalecidos, o sea, que nos vino esto como anillo al dedo para afianzar el propósito de la transformación de México”.
En el mismo contexto, el mandatario fue criticado por referir en rueda de prensa que contaba con una peculiar protección contra la COVID-19: unas “estampitas” con imágenes religiosas que carga consigo siempre.
“Vamos a estar más tranquilos porque ya vamos a tener hecho todo lo que se va a aplicar en el caso del agravamiento de la crisis; pero les digo, el escudo protector es como el detente, saben lo que es el detente, ¿verdad?”
“Detente, enemigo, que el corazón de Jesús está conmigo”, dijo el presidente y agregó: “pero no hay ni siquiera enemigos, son adversarios, yo no tengo enemigos ni quiero tenerlos. Pero les quiero mostrar algo que le va a dar mucho gusto al señor que me lo dio si lo muestro aquí. Yo creo que no lo traje, no lo tengo, es un trébol”.
Como es habitual, López Obrador utiliza su espacio diario para responder cuestionamientos de reporteros en nombre de los principales medios de comunicación en el país. En abril de 2020, el presidente habló sobre su saludo a Consuelo Loera, madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán, durante una gira por Badiraguato, Sinaloa.
Ante este evento, el mandatario argumentó que se trata de un “adulto mayor” que merece su respeto, independientemente de los actos cometidos por su hijo.
“Es una señora de 92 años y ya dije (que) la peste funesta es la corrupción no un adulto mayor que merece todo mi respeto, independientemente de quien sea su hijo y lo seguiré haciendo”, manifestó el tabasqueño.
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