Durante más de 200 años las vacunas han modificado las expectativas de la salud humana al prevenir enfermedades, discapacidad y muerte; con ellas se evita la necesidad de atención médica, así como el dolor, sufrimiento y gastos de las enfermedades.
Es así que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) mencionó que las vacunas son una herramienta de la salud pública que proporciona con equidad la oportunidad de no enfermar. Además de ser el primer contacto del Estado con los individuos, ya que se les proporciona las primeras dosis de vacunas incluso antes de salir del hospital donde nació.
En esta pandemia, el sueño de contar rápido con vacunas contra el SARS-CoV-2 se ha cumplido, asegura la casa de estudios. En menos de un año, ante la emergencia, se han desarrollado, producido, distribuido y aplicado decenas de millones de dosis en más de 50 países.
De acuerdo con la UNAM, este logro es un reflejo del trabajo conjunto de la ciencia y la cooperación internacional, el cual resalta la importancia de la investigación y el desarrollo tecnológico para todos los países, en donde, con el avance en las estrategias de vacunación, ya se comienzan a vislumbrar los impactos en la disminución de números de casos.
Actualmente, se cuenta con más de 200 proyectos de una amplia diversidad de vacunas y cuatro productos “de calidad con muy alta eficacia y seguridad desplegadas a nivel global para su uso”.
Asimismo, expresó su preocupación por la desproporcionada atención en noticias y comentarios en redes sociales que enfocan su atención en destacar los efectos colaterales y los eventos adversos, aún cuando estos, asegura, son muy poco frecuentes y, cuando ocurren, son de muy baja gravedad.
“Se cuestiona que los gobiernos anticipen compras y firmen convenios aunque los biológicos no hayan completado su proceso; con el mismo ímpetu se critica cuando no se han logrado concretar las negociaciones, y en niveles estridentes, se acusa de negligencia ante la selección de algún biológico, como si la situación permitiera escoger los productos de catálogos.”, agregó.
Recalcó que la ignorancia sobre el tema biomédico y la epidemia es notable y la desinformación se propaga a mayor velocidad que el virus.
Por ello, destacó que la fabricación de vacunas es un área muy regulada, compulsivamente vigilada y supervisada para garantizar la eficacia, seguridad y calidad de cada producto: “Las actuales vacunas no surgieron de la nada; todas las plataformas de producción, incluyendo las de RNA-mensajero, tienen años de desarrollo y se adaptaron a la realidad del coronavirus”.
Asimismo, aseveró que el proceso de evaluación de los biológicos en México es estricto y no depende de influencias políticas, sino de una comisión de expertos independientes a la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) que evalúan toda la documentación y deciden sobre la autorización de los antídotos.
De esa manera, se autorizaron las vacunas de las farmacéuticas Pfizer y Astra-Zeneca, y más recientemente la vacuna Gam-covid-vac o Sputnik V. La decisión, considera los reportes del análisis intermedio de los estudios clínicos fase 3 que muestren eficacia para prevenir la COVID-19 grave.
“En el año 2 de la pandemia tenemos la perspectiva de mitigar e interrumpir la transmisión y contagios de la COVID-19, basados en la vacunación. Simultáneamente, es apremiante reforzar nuestras medidas preventivas de higiene, distancia, aislamiento y cubrebocas, a lo largo de la campaña de vacunación.”, concluyó.
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