El Senado mexicano realizará una sesión solemne el próximo martes 23 de febrero con motivo de la visita del presidente de la Argentina, Alberto Fernández, quien asistirá al recinto por la tarde de aquel día en el marco de su viaje al país, invitado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
La Cámara Alta aprobó el acuerdo para llevar a cabo la sesión, con fuertes medidas sanitarias debido a la pandemia de COVID-19, como la sana distancia, la sanitización de espacios, el uso de cubrebocas y la presencia recortada de los legisladores: estarán presentes apenas 50 personas de forma física en el Salón de Sesiones, menos de la mitad de los 128 senadores que tiene el órgano legislativo.
“Durante su presencia en el Salón de Sesiones de este órgano legislativo, al Lic. Alberto Fernández, Presidente de la República Argentina, se le asignará un escaño en el presidium”, precisa el documento aprobado este martes en el Senado mexicano.
A la sesión solemne estará invitado el Canciller mexicano, Marcelo Ebrard, la presidenta de la Cámara de Diputados mexicana, Dulce María Sauri, que también estarán presentes en el presidium.
Durante el evento, el presidente del Senado, Eduardo Ramírez, de Morena, el partido de López Obrador y que controla la mayoría en ambas Cámaras del Congreso, dirigirá un mensaje de bienvenida al presidente argentino Alberto Fernández y a su comitiva.
A continuación, Alberto Fernández dirigirá un mensaje a la Asamblea.
Durante la sesión solemne, precisa el acuerdo aprobado, solamente tendrán lugar las intervenciones señaladas anteriormente, por lo que se espera que la sesión sea relativamente corta.
De acuerdo con el reglamento del Senado, “las comisiones de cortesía se ocupan de recibir a los invitados en la puerta del recinto y de acompañarlos hasta su asiento en el salón de sesiones”. Luego, las mismas comisiones se encargarán de acompañar a los invitados cuando se retiren al concluir la sesión.
Y es que, en una nueva muestra de sintonía tras la colaboración entre la Argentina y México para obtener y producir vacunas contra el coronavirus, el presidente Alberto Fernández viajará a ese país la próxima semana, invitado por su par López Obrador. Se quedará tres días, en los que asistirá a una fiesta patria local y actuará como “orador distinguido”.
La invitación llegó a Olivos a través de una carta que entregó personalmente un emisario de la embajada mexicana en valija diplomática. El texto de la misiva, a la que tuvo acceso en exclusiva Infobae, informa que el año 2021 es “de gran relevancia para México”, ya que se conmemoran varias fechas patrias, entre ellas los 200 años de la Consumación de la Independencia Nacional.
El viaje tendrá lugar los días 24, 25 y 26 de febrero, según confirmaron a Infobae fuentes oficiales. El primer día de la visita, Alberto Fernández participará del acto oficial por los 200 años de la Promulgación del Plan de Iguala o de la Independencia de América Septentrional. En principio sería el único mandatario de la región presente, y tendría la palabra como orador.
Hace un mes, el subsecretario de Prevención y Promoción de Salud mexicano, Hugo López-Gatell, el “zar anticoronavirus” de México, viajó a Buenos Aires, se reunió con Alberto Fernández e informó que había obtenido información científica y técnica de la vacuna rusa Sputnik V. La colaboración ocurrió en medio de las dificultades que atravesaba México para conocer los resultados de los ensayos clínicos de la fase 3.
Poco después de esas gestiones, López Obrador –apodado AMLO por sus iniciales– agradeció públicamente a Fernández, en conferencia de prensa, por el respaldo que le había dado la Argentina para la adquisición de otras vacunas contra el covid-19, además de la de Pfizer.
Alberto Fernández busca posicionarse en América Latina y en ese sentido riega la relación con López Obrador desde la campaña de 2019. En noviembre pasado, luego de seis meses de pandemia, viajó por primera vez a Ciudad de México, mientras se cerraban las negociaciones para que México formara parte junto a la Argentina de la producción de la vacuna de Oxford, con intervención del banquero mexicano Carlos Slim y el empresario argentino Hugo Sigman, inversor en investigación científica.
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