Caos en desarme a policías de Orizaba; arrestaron a dos por cargos de narcotráfico

Luego de que fueran asesinados tres policías en Orizaba, Veracruz, la corporación estatal asumió el mando de Seguridad municipal y los agentes locales fueron sustituidos, además, dos de estos últimos quedaron bajo arresto por presuntos delitos de narcotráfico.

En un operativo que se prolongó durante toda la jornada de este sábado 13 de febrero, la policía del estado y el grupo de Fuerza Civil, así como elementos del Ejército y Guardia Nacional, sitiaron la comandancia, pasaron revista a los agentes de Orizaba e inspeccionaron sus armas de cargo para descartar que se hubieran utilizado en comisión de delitos.

Pero cerca de las 16:00 horas, la Secretaría de Seguridad Pública informó que asumiría el control de la demarcación por tiempo indefinido. En tanto que fusiles y pistolas fueron entregados a las fuerzas federales para que sea verificado que cumplen con la licencia colectiva de portación de armas de fuego.

A su vez, dos efectivos municipales fueron detenidos por presuntos delitos contra la salud, es decir, narcotráfico, así como por supuestos agravios a las autoridades. Otras fuentes locales indicaron que al menos siete policías y el director serían investigados por probables nexos con el crimen.

“Durante el recorrido por la calle Oriente 31 de la colonia CROM, [fueron arrestados] los oficiales en activo Juan ‘N’ y Juan Carlos ‘N’, por presuntos delitos contra la salud y ultrajes a la autoridad; respetando en todo momento sus derechos humanos, quedaron a disposición de la Unidad Integral de Procuración de Justicia de la Fiscalía General del Estado”, detalló la dependencia veracruzana.

Apenas el pasado jueves fueron atacados cuatro policías estatales a plena luz del día, en el centro de Orizaba. En el sitio quedaron los cuerpos de dos uniformados sin vida, otros dos resultaron heridos y uno de ellos falleció en el hospital.

Los elementos se encontraban a las afueras del Servicio Médico Forense donde, presuntamente, custodiaban restos de probables delincuentes abatidos un día antes. En represalia y a forma de emboscada, cómplices de estos sujetos ejecutaron el atentado contra las fuerzas de Seguridad.

Reportes extra oficiales indicaron que se trataba de operadores del Cártel Jalisco Nueva Generación, quienes actuaron en venganza. Pero las autoridades no han dado mayores detalles sobre este móvil.

Sin embargo, las acciones de este sábado en Orizaba escalaron hasta momentos llenos de tensión e inconformidad. De acuerdo con medios locales, el operativo contempló al menos 20 vehículos. Los policías se encerraron en el Palacio Municipal, sus familiares protestaron con pancartas y el comandante como el secretario del gobierno local, simplemente no acudieron pese a que fueron requeridos, por lo que se presume están ocultos.

“Llegan a la comisaría sin un oficio y nos quieren llevar a El Lencero para practicarnos un examen de control de confianza, sabiendo que esta policía está evaluada ahí en Xalapa, como cada dos años. Por eso somos una policía confiable (...), todos los de acá somos policías acreditables”, comentó uno de los agentes atrincherados en las instalaciones del ejecutivo local.

Otras versiones destacaron que se trataba de un grupo de entre 60 y 80 policías que se encerraron para evitar comparecer ante agentes estatales, quienes solicitaron que fueran entregadas las armas, pero ellos comentaron que solo las darían a elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, ante un factor de desconfianza entre corporaciones.

Medios veracruzanos destacaron que, incluso, algunos policías municipales escaparon y abandonaron sus patrullas. Mientras que aquellos resguardados en la comandancia acusaron que agentes estatales se llevaron cámaras de videovigilancia y otros equipos; aunque finalmente devolvieron el material. Tras cuatro horas incomunicados les fueron devueltos sus celulares para confirmar que se encontraban en buen estado y que serían trasladados a Xalapa para exámenes de control de confianza.

Con el transcurso de las horas, estos agentes finalmente cedieron sus fusiles a los miembros del Ejército y, en conjunto, los 350 uniformados permanecían custodiados en el Palacio Municipal. Han exigido la destitución del director de Gobierno, Érick Morales Reyes, quien no compareció en toda la jornada.

Cabe destacar que el mismo presidente municipal, Igor Rojí López, indicó a los medios que no estaba enterado del operativo y hasta las 11:00 horas tampoco le permitían acceder a informarse sobre estos hechos. Ya por la tarde firmó el acuerdo para requisar las armas. Sin embargo, se mostró preocupado porque le dejarían con seguridad federal limitada, pues le ha sido solicitado que todos los efectivos vayan a Xalapa para evaluaciones de confianza. Algunos argumentan que su acreditación está vigente y piden que los dos arrestados sean puestos en libertad.

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