Irónicamente, uno de los nietos del narcotraficante Amado Carrillo Fuentes habría muerto abordo de una avioneta, tradicional método empleado por el llamado “Señor de los cielos” para el trasiego de drogas.
Uno de los tres jóvenes que murieron durante el desplome de una aeronave registrado este jueves en la ciudad de Navolato, estado de Sinaloa, era supuestamente César Isaac Carrillo, hijo de César Carrillo Leyva, alias “El Cesarín”, asesinado en agosto del año pasado en la misma ciudad.
César Isaac, quien era estudiante de aviación, viajaba en una avioneta Cessna matrícula XB-LDX, en compañía de dos personas, entre ellas el piloto, y los tres eran originarios del estado.
La aeronave despegó de una pista cercana y cuando realizaba maniobras en el aire se vino abajo y se estrelló en el citado terreno. Los tres jóvenes fallecieron instantáneamente.
Amado Carrillo Fuentes, sobrino de Ernesto Fonseca, fundador del Cártel de Guadalajara, dejó la escuela desde temprana edad para dedicarse al cuidado de campos de marihuana, donde aprendió también a ser la “mula” de su tío para llevar droga a otras partes de la región.
Pronto se trasladó a Ojinaga, en Chihuahua, donde al lado de Pablo Acosta Villareal, manejaron el negocio de la marihuana por varios años, hasta que su protector fue asesinado por Guillermo González Calderoni, de la PGR, pagado por el mismísimo Amado.
Fue entonces cuando se asentó en Ciudad Juárez, donde construyó uno de los Cárteles más fuertes de la droga en la historia del narco en México; El Cártel de Juárez, quienes manejaban hasta el 60% del traslado de cocaína desde Colombia y a producir ganancias semanales de 200 millones de dólares.
El patriarca Carrillo Fuentes fue apodado como “El Señor de los Cielos” por su flota de aeronaves para el transporte de drogas cuando era líder del Cártel de Juárez, que vivió su auge en la década de 1990.
La Administración para el Control de Drogas (DEA), sospechaba de Amado traficó con por lo menos 30 aeronaves, incluidos algunos Boeing 727 que acondicionaba con todo lo necesario para el transporte.
Aunque el negocio iba viento en popa, El Señor de los Cielos tenía sobre sus hombros diversas investigaciones de la justicia norteamericana y en México había dos órdenes de aprehensión en su contra por delitos contra la salud.
Además, la DEA ofreció hasta cinco millones de dólares por información que los llevara a su aprehensión, mientras que la Procuraduría General de la República ofreció 30 millones de pesos.
Carrillo Fuentes murió el 4 julio de 1996 sospechosamente tras una cirugía plástica de reconstrucción facial y una liposucción, ya que presuntamente intentaba cambiar su apariencia para evitar tanto a sus enemigos como a las autoridades.
Los cuerpos de Jaime Godoy, Carlos Ávila y Ricardo Reyes, otorrrinolaringóloco y cirujanos plásticos respectivamente, encargados de la operación donde murió el narcotraficante, aparecieron muertos en tambos, con huellas de tortura, en la carretera que va de la Ciudad de México al puerto turístico de Acapulco.
Autoridades federales de caminos acudieron al punto, donde encontraron tambos sellados con cemento que despedían un olor fétido. Allí mismo los policías abrieron uno, rompieron el cemento y encontraron los restos de los médicos.
*Con información de EFE.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: