Durante los primeros meses del 2021, la pandemia en México presentó una escalada en el número de casos positivos y muertes por COVID-19. “Ya estamos en el caos y tal vez lleguemos al desastres”, sentenció el columnista Ricardo Rocha al hablar sobre el manejo del gobierno mexicano sobre la crisis por coronavirus.
Aseguró que en el país existen tres pandemias: la sanitaria, la económica y la social, las cuales se han mantenido desde que el SARS-CoV-2 llegó a México en febrero del 2020.
Con el reciente contagio del presidente Andrés Manuel López Obrador, Rocha y otros tantos mexicanos tenían la esperanza de que el mandatario “se sensibilizara” sobre medidas como el uso del cubrebocas. Sin embargo, “!Oh desilusión! nuestro presidente regresó todavía más egocéntrico”, escribió en El Universal.
Por otro lado, arremetió contra el vocero de la pandemia de México, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell , quien, aseguró, cometió “crímenes colectivos imperdonables” cuando prohibió las pruebas rápidas de laboratorios privados, “nos mintió con las cifras y “jamás hizo un pronunciamiento contundente sobre el uso de cubrebocas.
Una vez que López Obrador estaba recuperado retomó las conferencias matutinas y aseguró que no usaría cubrebocas porque estaba curado. Además, recalcó el papel del subsecretario en la pandemia al decir: “es muy buen médico y ha ayudado mucho a conducir este proceso”.
Fue entonces cuando el comunicador arremetió contra el funcionario de Salud:
No, Hugo López-Gatell no es un gran médico, es un operador político de obediencia ciega a los caprichos de su jefe. Un mensajero de cuarta al servicio de la 4a
En la columna “Los dos pecados de AMLO”, Rocha recalcó que tanto López Obrador como López-Gatell subestimaron una carta presentada por alrededor de 400 médicos, científicos y académicos en la que proponían ocho medidas para replantear la estrategia de México frente al COVID-19.
“Confunde libertad con libertinaje”, señaló al reconocer que una de las medidas propuestas era el uso obligatorio del cubrebocas al que el presidente se ha negado constantemente. Destacó que existe confusión en el lenguaje ocupado por el mandatario tabasqueño con frases como “prohibido prohibir” en medio de una pandemia que corre el riesgo de extenderse varios años. “Confunde obligación con prohibición”, sentenció.
La conferencia matutina referida por el columnista ocurrió el pasado 8 de febrero, cuando López Obrador retomó las “mañaneras” luego de dar positivo a COVID-19 e informó que no usaría cubrebocas durante el evento.
“En México no hay autoritarismo, está prohibido prohibir, todo es voluntario, lo más importante es la libertad y cada quien debe de asumir su responsabilidad, en México no ha habido toque de queda como en otras partes ni se ha obligado a nada , es una decisión de cada persona.
Qué es lo que se ha venido recomendando: cuidar la sana distancia, el no hacer actos masivos, cuidarnos incluso hasta de reuniones familiares, cuando participan muchas personas, eso básicamente”, indicó el mandatario mexicano.
Este fue solo uno de los pecados de López Obrador, según el periodista, pues “su pecado original fue la cancelación del NAIM en Texcoco”, que, aseguró, ya estaría operando en la actualidad.
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