El llamado “juicio del siglo”, celebrado hace dos años en Estados Unidos, fue una avalancha de testimonios y evidencias presentadas contra el capo mexicano, Joaquín el “Chapo” Guzmán.
En la mayor de las causas por narcotráfico hubo testigos cooperantes peligrosos que hoy podrían estar en libertad como la familia Zambada: Vicente Zambada Niebla, el “Vicentillo”, hijo del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael Zambada García, a quien su testimonio le permitió reducir su pena, y su tío, Jesús el “Rey” Zambada, quien desde 2020 ya no está en custodia de Estados Unidos.
La recompensa del Vicentillo
El hijo mayor del “Jefe de jefes” de la organización sinaloense intentó —según documenta el semanario Ríodoce— dejar atrás la vida del narcotráfico en un par de ocasiones, lo que lo llevó a mudarse a España y Canadá; sin embargo por razones de seguridad siempre regresaba a México.
En 2009, se acercó a la DEA para dejar el cártel y colaborar con los estadounidenses. Ese año lo atraparon en la Ciudad de México y en 2010 fue extraditado a EEUU. A finales de 2011, el “Vicentillo” ya estaba colaborando con la fiscalía.
En el juicio contra el “Chapo”, este capo habló sobre la guerra que libró el Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva, las rutas, los envíos, incautaciones, la corrupción a funcionarios y el liderazgo absoluto de su padre.
La pena por los delitos de Zambada Niebla —importación y distribución de droga— podrían haber sido castigados hasta con dos cadenas perpetuas; sin embargo, por su colaboración y conducta un juez le dictó solamente 15 años de prisión, de los cuales se descontarían diez que ha estado en las cárceles de México y Estados Unidos.
Para quien podría haber sido el heredero del “Mayo” Zambada, los años vividos en prisión son una sentencia generosa, apunta Miguel Ángel Vega de Ríodoce.
El año pasado, a través de un puñado de documentos judiciales, el “Mayo” pidió que se le otorgara su “libertad por compasión”.
En el expediente Zambada Niebla justifica su petición asegurando que el coronavirus se expande rápidamente dentro de los sistemas penitenciarios de Estados Unidos. Hasta la fecha, se desconoce si la petición fue atendida.
Una vez en libertad, se le ha sugerido al capo que no regrese a México. Por su propia seguridad tendrá que vivir en Estados Unidos, donde se le asignará un nuevo nombre, casa, número de seguro social, un salario mensual aproximado de USD 60 mil y seguridad. Sólo mantendrá contacto con personas que él decida.
Jesús el “Rey” Zambada
Desde el año pasado, la ficha del narco mexicano, Jesús el “Rey” Zambada, en poder de la Oficina Federal de Prisión de Estados Unidos, fue etiquetada con la frase “ya no bajo custodia del BOP”.
Esto conlleva varias posibilidades en cuanto al futuro del “Rey”. Primero, que puede ya estar libre o a punto de abandonar la prisión y pasar a una casa intermedia, que se conoce como “correcciones de la comunidad”.
Asimismo, puede ser que el hermano del “Mayo” ha pasado a formar parte del programa de testigos protegidos, desde donde pueden ser llamado a declarar en nuevos casos, situación donde su libertad es monitoreada o provisional.
Tras la captura de Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), acusado de nexos con el Cártel de Sinaloa, en Estados Unidos, se produjo la versión de que el “Rey” Zambada podría ser uno de los testigos en el juicio.
La tirada del gobierno estadounidense es carear al capo con el ex jefe de la policía, luego que éste señalara durante el juicio a Joaquín el “Chapo” Guzmán que a García Luna se le entregaron maletines con varios millones de dólares en efectivo para proteger los intereses de la organización criminal.
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