El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, habló este jueves sobre la reciente masacre de migrantes en Tamaulipas, aseguró que se está investigando y se castigará a los culpables; además, envió un mensaje a los migrantes provenientes de Centroamérica para que no se dejen engañar por los traficantes de personas.
López Obrador dijo que si bien, el nuevo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha expresado un cambio en la política migratoria, “hay que entender que no se puede cambiar de un día para otro”, y que incluso la cifra de deportaciones sigue siendo la misma que con el gobierno de Donald Trump.
“Hacer un llamado a nuestros hermanos migrantes centroamericanos, porque los traficantes de personas, los llamados coloquialmente polleros, engañan mucho, por ejemplo ahora que hay una política migratoria, que va a regularizar la situación de los migrantes en Estados Unidos, se piensa que ya están las puertas abiertas y que de inmediato el gobierno de presidente Biden va a regularizar a todos los migrantes, pues yo tengo la obligación de decirles; que hay esa política y son muy buenas las intenciones, pero el mismo presidente Biden me ha informado de que les va a llevar un tiempo definir su política migratoria, el ordenar la política migratoria, entonces que no es que ya todos pueden ir a Estados Unidos y van a ser regularizados, que todavía no hay una definición en lo concreto, que es un lineamiento de política todavía , falta la aplicación de esa política”, señaló el mandatario mexicano.
“Decirles, incluso que continúan las deportaciones como se daban en el gobierno anterior, el mismo número, porque no se puede, hay que entenderlo, modificar una política migratoria de un dia para otro, que tengan nuestros hermanos migrantes esta información para que no se dejen engañar por los traficantes de personas, que les pintan un mundo color de rosa, que no es así, que yo si espero que ellos tengan posibilidad de salir adelante.
La política nuestra y es lo que estamos proponiéndole al presidente Biden, que se ayude a los pueblos de Guatemala, Honduras, El Salvador, de Centroamérica, del sur de México, nadie abandona a su familia por gusto, lo hacen buscando opciones”, agregó López Obrador.
El mandatario mexicano afirmó este jueves que su Gobierno protege los derechos humanos de los migrantes pese a la masacre en el estado norteño de Tamaulipas, donde aparecieron 19 cuerpos calcinados, la mayoría de ellos guatemaltecos.
“Nosotros cuidamos a los migrantes, no se auspicia la violación de los derechos humanos, y lo segundo es que, si se dan casos como este, tan graves y lamentables, se busca hacer justicia, que no haya impunidad, como se actuó en el caso de estos migrantes guatemaltecos”, manifestó.
Esta es la primera declaración del mandatario sobre el ataque del 22 de enero en Camargo, municipio fronterizo con Estados Unidos, donde se han identificado a 16 de 19 fallecidas, dos de nacionalidad mexicana y 14 ciudadanos de Guatemala, incluyendo al menos un menor de edad.
Por el crimen, adjudicado a cárteles de la droga, están detenidos doce agentes de la Policía del Estado y la Justicia investiga ocho funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) por su presunta participación.
“Ya hay detenidos, en efecto policías del Estado de Tamaulipas, hay cesados y también están sujetos a proceso funcionarios de migración, servidores públicos y no va a haber impunidad para nadie, y tenemos una relación constante con los familiares de las víctimas”, expresó López Obrador.
Las autoridades mantienen la línea de investigación que apunta al crimen organizado y el tráfico de personas como causantes de esta masacre, que la ONU ha comparado con la de San Fernando del 2010, cuando asesinaron a 72 migrantes en la misma región.
López Obrador admitió que la zona de la frontera norte, particularmente el estado de Tamaulipas corren mayor riesgo los migrantes, puesto que además de los traficantes de personas, en la región operan cárteles de la droga que se disputan el territorio, convirtiéndola en un campo de batalla con frecuentes enfrentamientos entre los grupos delictivos, y contra las fuerzas de seguridad.
“Es la zona más violenta, de mayores enfrentamientos entre bandas de delincuentes, y también de enfrentamientos entre delincuentes y policías y militares, esa franja fronteriza, estamos ahí, constantemente el ejército. Se ha avanzado pero es muy conflictiva esa frontera, no fue muy cercano a la frontera, fue más limítrofe al estado de Nuevo León, pero toda esa región está muy violentada, incluso se habla de que es un territorio en disputa permanente.
Incluso en esa región, además de armamento de alto calibre, utilizan las bandas uniformes militares, yo aprovecho para mandar el mensaje a integrantes de estas bandas, sobre todo a jóvenes, que desistan, que abandonen esa actividad delictiva que perjudica a semejantes, al prójimo, pero que también afecta a ellos a su familiares, recordar que ahora ya hay alternativas para salir adelante, que tienen posibilidad de tener un trabajo en el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, que no es como antes que se les dio la espalda”, subrayó el presidente mexicano.
Las autoridades mantienen la línea de investigación que apunta al crimen organizado y el tráfico de personas como causantes de esta masacre, que la ONU ha comparado con la de San Fernando del 2010, cuando asesinaron a 72 migrantes en la misma región.
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