Luego de que los habitantes de la comunidad de San Juan del Río perteneciente al municipio zapoteco de Santiago Choápam, Oaxaca, desobedecieron el pasado 5 de enero las indicaciones de la Secretaría de Salud de quedarse en casa y realizaron un baile patronal, se contagiaron al menos 400 personas, 14 fueron hospitalizados y 11 murieron.
La trágica fiesta patronal fue para honrar al Divino Niño Jesús, sin embargo, ni él pudo protegerlos de contagiarse de COVID-19 como lo hubiera hecho la sana distancia.
Tras lo ocurrido, las autoridades sanitarias de Oaxaca señalaron que hay “localidades que han hecho caso omiso a las recomendaciones de la autoridad sanitaria y decidieron realizar su fiestas o reuniones, y como consecuencia enfrentaron brotes de COVID-19. Ante ello, la institución reafirma su llamado a las autoridades municipales para que se sumen a las actividades de prevención de la salud”.
El presidente municipal, Evergisto Gamboa Díaz, envió una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, informando que luego de tres días de saber sobre el brote se aplicaron 30 pruebas rápidas, de las cuales se confirmaron a 10 personas contagiadas por el virus SARS-CoV-2.
De las 1,200 personas que habitan en San Juan del Río, al menos 400 están enfermas, es decir, el 33% de su población está contagiada por el nuevo coronavirus. Por el momento se mantienen aisladas.
El gran número de casos ha complicado la atención médica, pues además el Centro de Salud de la comunidad no cuenta con el personal médico suficiente, ni espacio o medicamentos.
Tras el llamado del alcalde, los Servicios de Salud de Oaxaca asistieron para atender el reporte y ayudar con la revisión de pacientes.
“Al lugar llegó una brigada compuesta por cinco elementos, entre ellos dos médicos, dos enfermeras, un polivalente, lo anterior con la finalidad de fortalecer acciones y contener los contagios en la zona”.
Asimismo, las autoridades otorgaron 40 litros de cloro para realizar la desinfección en zonas públicas y domiciliarias, en coordinación con las autoridades municipales, las cuales proporcionaron tres motomochilas, y así evitar la proliferación de contagios.
“Para dar atención inmediata a la población en la unidad médica y brindar protección a las y los trabajadores, los Servicios de Salud de Oaxaca, a través de la Jurisdicción Sanitaria Tuxtepec, otorgaron al Centro de Salud cubrebocas KN95 y batas desechables, así como dos galones de alcohol en gel y se muestreó al 100% del personal asistente a la clínica”.
Por su parte la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca abrió una carpeta de investigación, con la que solicitó informes a las autoridades municipales de Santiago Choápam y de Salud local por el evento al que asistió gran parte de los habitantes de la comunidad, mismos que resultaron contagiados.
También se realizaron acciones de perifoneo en la localidad para solicitar a los ciudadanos que se queden resguardados en casa y eviten asistir a reuniones de todo tipo.
En videos que han circulado en redes sociales se observa como los asistentes bailaron y pasearon en la fiesta sin cubrebocas, sin sana distancia o cualquier otra medida sanitaria. Tras el evento, los asistentes comenzaron a tener síntomas de COVID-19 como fiebre, falta de olfato y gusto.
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