Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán, declaró que es normal que haya embolsados en la entidad, pero que cuando sean uno o dos no se debe de “magnificar” el hecho, a menos que sean cifras mayores “ocho o seis”, por ejemplo; no obstante, recordó que la pérdida de una sola persona sí es algo “doloroso”.
A través de un video que circula en redes sociales, Aureoles Conejo reviró a un periodista que lo cuestionó respecto a dos embolsados que aparecieron en la entidad, para lo cual el ingeniero reconoció que se volvió parte de la normalidad michoacana el hecho de que aparezcan cadáveres en la entidad.
“Dos es normal. Uno que fuera, es doloroso, pero eso es magnificar. Que hay ocho o seis. Tú ni vives allá (increpó al reportero) nomás agarras por ahí datos al aire, por eso quieres andar magnificando”, expresó el gobernador por el PRD.
Esta declaración se asoma en un contexto para Michoacán que debe de ser sometido al escrutinio público. El primer punto a considerar es que es un año de elecciones, en donde se renovará la Cámara de Diputados y se votará por 15 gobernadores nuevos, Michoacán entre ellos.
Por otro lado, se debe de contemplar la administración de Silvano Aureoles, la cual inició en 2015 y está próxima a terminarse. En este panorama, Infobae México revisó cifras proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las cuales indican que desde 2015 hubo una reducción a la incidencia delictiva, pero un incremento considerable en los homicidios en Michoacán. Dichos datos están medidos por cada 100,000 habitantes y expresan un avance parcial en materia de seguridad, pues esta entidad continua siendo de las más peligrosas en México.
De acuerdo con la información proporcionada por el organismo autónomo, la “tasa de incidencia delictiva por entidad federativa de ocurrencia por cada cien mil habitantes” señala que Michoacán de Ocampo reportó en 2010 una incidencia de 15,469, para 2011 se elevó a 24,346, en 2012 se mantuvo prácticamente igual con 24,362, en 2013 subió a 25,126 y para 2014 llegó a su punto más alto con 26,340.
En contraste, durante el primer año del perredista, descendió a 23,876, en 2016 hubo un repunte a 26,366 y para 2017 y 2018 se redujo en 22,624 y 22,999, respectivamente.
En cuanto a la relación de homicidios en la entidad, se ha registrado un aumento sobresaliente, pues mientras que en 2010 se registraron 723 muertes violentas, y para 2014, el último año antes de Aureoles Conejo, 932; de 2016 a 2019 el conteo de asesinados rebasa los 1,000 casos. En 2016 fue de 1,428, para 2017 fue de 1,732, en 2018 fueron 2,076 y 2019 de 2,462.
De acuerdo con las cifras del Secretariado del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), Uruapan, Zamora, Sahuayo, Apatzingán, Jacona, Lázaro Cárdenas, Buenavista, Tarímbaro y Ziracuaretiro son de los municipios de la entidad con más registro de asesinatos, donde dicha violencia se puede explicar por los enfrentamientos entre dos cárteles de la droga rivales.
En el estado existe una disputa por el territorio entre los cárteles de Los Viagras y Jalisco Nueva Generación, donde el primero es caracterizado por ser uno de los grupos más sanguinarios y peligrosos que existen en la entidad.
Esto representa uno de los grandes retos para el gobierno de Silvano Aureoles Conejo, quien en 2017 definió a Los Viagras como “el grupo más sanguinario y peligroso” de los cárteles que operan ahí.
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