La noche del martes dos presuntos delincuentes fueron linchados por habitantes de Lomas de San Sebastián, en la cima de un cerro ubicado al pie de la carretera federal México-Texcoco. La turba les prendió fuego, al igual que a dos vehículos y una motocicleta.
Suman tres las víctimas que han sido asesinadas en unos meses por colonos de esa zona, una de las más inseguras en la comunidad de marras.
Según los reportes policiales, los residentes acusaron a las víctimas de ingresar a un domicilio ubicado en la calle Paraíso para, presuntamente, apoderarse de él. Las primeras versiones indicaron que al interior de la casa se encontraban varios sujetos quienes, aparentemente, estaban invadiendo la propiedad. Aunque vecinos consultados por La Jornada aseguraron que fue un intento de robo de vehículo.
Este miércoles fueron difundidos dos videos a través de las redes sociales, en los que se observa a un grupo de vecinos que rodean una vivienda en la calle Paraíso. En una de las grabaciones se escucha una voz masculina que advierte que arrojarán gasolina para quemar la casa, si no salen; al tiempo que las personas arrojan piedras contra las puertas de la vivienda.
Instantes después las puertas de la cochera se abren y salen dos vehículos, los cuales son atacados por la gente con piedras, palos y tubos. En otra de las grabaciones se observa que dentro del auto hay mujeres y niños, y cómo algunas personas tratan de protegerlos para que no sean agredidos.
Entre gritos y llantos, algunos hombres logran bajar de los vehículos y echan a correr. Tras los momentos de caos, finalmente dos hombres fueron retenidos por la turba cuyos integrantes los lincharon con piedras, palos y tubos, antes de prenderles fuego.
Los habitantes de la comunidad también incendiaron los vehículos que previamente dañaron a pedradas al igual que una motocicleta, la cual supuestamente fue utilizada por las ahora víctimas. Uno de los cuerpos calcinados quedó a un costado del primer auto que salió la vivienda. Ninguno de los vehículos logró abandonar la zona, porque la gente bloqueó los caminos.
Los vecinos aseguraron que los sujetos linchados eran delincuentes, quienes pretendían robar un vehículo de la casa donde fueron descubiertos.
El año pasado otro delincuente fue linchado y su cuerpo colgado de un árbol a solo tres calles de ocurrió el asesinato colectivo, entre los caminos a La Pileta y El Ocote.
Los linchamientos en México han tenido una tendencia constante al alza en años recientes con un aumento de 190% en 2018 hasta los 174 casos y 271 víctimas, y pese al hartazgo de la sociedad, las cosas no parecen mejorar.
A pesar de que en México es legal detener al responsable de un delito en flagrancia, el Código Nacional de Procedimientos Penales en su artículo 147 indica que se debe entregar inmediatamente al detenido a la autoridad más próxima para que a su vez sea canalizada con la mayor prontitud al Ministerio Público, quien deberá integrar la carpeta de investigación para determinar su legal detención y al mismo verificar que no se haya vulnerado los derechos a los que tiene el señalado.
Es decir que el acusado no haya sido torturado, golpeado o señalado de manera injusta, pues en el caso de que hubiese sido golpeado, independiente del proceso al que se encuentra por las acusaciones de robo, el agresor podría pasar a ser victima en otro hecho delictivo investigado de manera independiente al primero señalado.
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