México continúa enfrentando la pandemia de coronavirus, cuya intensidad incrementó entre finales del 2020 y el inicio del año en curso. El gobierno ya ha comenzado con la aplicación de la vacuna de los laboratorios Pfizer para mitigar la enfermedad, pero alrededor de 5,693 personas han presentado reacciones adversas al antídoto.
Ruy López Riadura, director del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece) puntualizó durante la conferencia vespertina por COVID-19 que del total de casos que reaccionaron, solo 45 han tenido síntomas graves y únicamente dos han tenido que ser hospitalizados por la enfermedad.
Estos fenómenos son registrados como Eventos Supuestamente Atribuíbles a la Vacunación o Inmunización (Esavi) y sus expresiones más graves fueron registradas en 10 hombres y 35 mujeres.
Hasta ahora, México ha aplicado 673,327 dosis de la vacuna, lo que quiere decir que el número de personas que tuvo reacciones graves representa un 0.8%. Por otro lado, las dos personas que requirieron atención hospitalaria representan menos del 1%.
La edad promedio de las personas que reaccionaron a la vacuna es de 37 años, lo que, según López Riadura, refleja el sector de la población que esta siendo vacunado contra la enfermedad, es decir, trabajadores de la salud en activo que se encuentran atendiendo la pandemia.
Hasta ahora, la Secretaría de Salud del país reportó la aplicación de 670,307 vacunas de Pfizer-BioNtech, de las cuales 39,009 personas ya han recibido la segunda dosis del fármaco.
En cuanto a los avances de la primera dosis a nivel nacional, las autoridades informaron que se ha llegado al 95%. Mientras que la segunda aplicación avanzó principalmente en Ciudad de México, Nuevo León y Coahuila.
El funcionario señaló que durante los procesos de vacunación se mantiene un proceso de fármaco vigilancia para reconocer cualquier evento que presenten quienes recibieron la vacuna.
“Hay un periodo crítico muy importante que son estos treinta minutos de observación, especialmente que se ha definido para la vacuna de Pfizer, donde después de la vacuna las personas tienen que estar en treinta minutos de observación”, explicó López Riadura.
La razón principal de esta medida es que uno de los efectos adversos más graves son las reacciones alérgicas que pueden presentarse en el lapso establecido. Puntualizó que la mayoría de los Esavis que han sido registrados fueron identificados en esos primeros 30 minutos; sin embargo, hubo otros eventos tuvieron lugar después de la observación.
“La idea del sistema de farmacovigilancia es que cualquier persona que presente un evento, cualquier síntoma, cualquier molestia, tiene que buscar asistencia médica que, teniendo el historial de vacunación, cualquier evento se registra y se estudia”, señaló.
Una vez que las reacciones son registradas existen comités a nivel federal y estatal que se encargan de revisar los casos para determinar si son o no atribuibles al antídoto contra el COVID-19.
Hasta el último día de enero, México cuenta con1,864,260 casos positivos acumulados y 158,536 muertes por COVID-19 a nivel nacional.
En las últimas 24 horas, la dependencia sanitaria registró 7,030 contagios y 462 defunciones causadas por la enfermedad que genera el virus SARS-CoV-2.
El funcionario también dio a conocer que se estima que 104,963 (5%) pacientes presentaron síntomas en los últimos 14 días. Las personas con esta característica son consideradas como “casos activos”, pues son capaces de propagar la enfermedad.
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