Desde que fueron encontrados 19 cuerpos calcinados o semicalcinados en la frontera chica de Tamaulipas, el gobierno local y federal se han dado a la tarea de resolver el caso. Aunado a esto existe un factor de presión internacional, pues algunos de los finados fueron identificados como ciudadanos de Guatemala.
Desde que fueron encontrados los cadáveres en el Ejido Santa Anita, municipio de Camargo, el pasado viernes 22 de enero, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas (FGET) abrió una carpeta de investigación por homicidio pues, de acuerdo a los peritajes, los restos tenían marcas producidas por arma de fuego.
Aunado a esto, la Agencia de Noticias Guatemaltecas (AGN) publicó que la representación diplomática de Guatemala en México ya se puso en contacto con las autoridades estatales y federales para coadyuvar en las tareas de identificación.
“La Embajada de Guatemala y el Consulado de Guatemala en Monterrey han activado sus protocolos de atención consular y se encuentran permanente comunicación con las autoridades estatales y federales de los Estados Unidos Mexicanos para determinar si dentro de las víctimas existe alguna persona de nacionalidad guatemalteca”, escribió al día siguiente del hallazgo de los cuerpos.
Por su cuenta, la Secretaría de Gobernación (Segob) condenó lo ocurrido y aseguró que se esclarecerá esto en virtud de que los ciudadanos de cualquier país en situación migrante puedan ejercer libremente el derecho al libre tránsito.
Consigna que fue recobrada por el gobernador de Tamaulipas, Francisco Cabeza de Vaca, quien reconoció la labor de la titular de la secretaría en la investigación para que no quede impune este crimen.
“Reconozco y comparto el compromiso de la Ministra Olga Sánchez Cordero, Secretaria de Gobernación, de que no habrá impunidad en este caso [...] Estos hechos indignan porque son expresiones de violencia que no corresponden al Tamaulipas de paz que deseamos y estamos construyendo entre todos. Tamaulipas no es, ni será zona libre para el crimen”, aseguró el gobernador del PAN.
Posteriormente, se dio a conocer que al menos cuatro de los 19 cuerpos encontrados eran de nacionalidad guatemalteca.
“Para lograr la identificación de las víctimas, la Dirección General de Servicios Periciales y Ciencias Forenses, mediante el Equipo de Especialidades compuesto por Antropólogos, Odontólogos, Médicos forenses, Genetistas, Dactiloscopistas y Criminalistas, trabaja en la obtención de los “Archivos Básicos de Identificación”, así como los perfiles genéticos (ADN) que permitan la plena identidad de las víctimas conforme a los estándares nacionales e internacionales en la materia; capacidades a las que a efecto de dar apoyo, mayor transparencia y certidumbre se sumó personal de la Comisión Nacional de Búsqueda, entablándose comunicación y colaboración con el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Embajada en México, y el Consulado de Guatemala”, precisó la FGET en un comunicado oficial.
Sin embargo, testimonios de habitantes del país centroamericano aseguran que son al menos 13 guatemaltecos los que fueron encontrados en la camioneta.
De acuerdo con una investigación del Washington Post, habitantes del pueblo de Comitancillo, un lugar de Guatemala, cerca de la frontera con México, aseguran que de los 19 cuerpos, 13 son de esa comunidad, respectivamente: tres mujeres y 10 hombres. Esta aseveración no contradice necesariamente a lo descubierto por la fiscalía de Tamaulipas, pues hasta este sábado 30 de enero, los médicos forenses reconocieron que hasta el momento se han identificado 16 hombres, una mujer y dos restos están pendientes por identificar.
A la investigación se le debe agregar lo declarado por Héctor López Ramírez, alcalde de Comitancillo, quien informó que un grupo de sus connacionales ya se encuentran en territorio estadounidense.
De acuerdo con una nota de CNN en Español, el alcalde declaró que una mujer del municipio había establecido comunicación vía telefónica con su familia para avisar que a sus compañeros de viaje los habían asesinado.
“Las mismas personas que son de esas familias han dicho y han dado la explicación que es un grupo grande, pero hay un grupo que ya llegó al norte, que ya llegó a Estados Unidos, por eso razón hay algunos testigos de la masacre”, abundó.
En cuanto al viaje, López Ramírez especificó que se trataba de un grupo nutrido de migrantes, aproximadamente 30 personas, mismas que confirmaron su salida de Guatemala el 12 de enero y que en 10 días llegaron a Nuevo León.
Posteriormente, avanzaron rumbo a EEUU; sin embargo, una camioneta, la que se salvó, sufrió un desperfecto técnico, motivo por el cual se rezagó. Las camionetas que continuaron su avance, donde fueron presuntamente atacados.
“El grupo era grande, incluso hay un grupo que ya llegó y que iba con este grupo. Una de las trocas que iba con el grupo, de los dos grupos, se salvó porque tuvieron problemas mecánicos en el camino. Los otros que avanzaron tuvieron el percance”, explicó.
De tal motivo que el marco de la investigación se podría ampliar a una investigación a cargo de la Fiscalía General de la República (FGR); sin embargo, esto no ha sido corroborado las autoridades correspondientes.
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