Mariana Sánchez tenía 25 años de edad, se estaba preparando para titularse como médica y soñaba con hacer una especialidad de patología. Sin embargo sus proyectos fueron arrebatados este 28 de enero.
Recién había concluido sus estudios de la licenciatura en Médico Cirujano en la Universidad Nacional Autónoma de Chiapas (UNACH) y había iniciado su servicio social en una clínica de la Secretaría de Salud, que se ubica en la colonia Nueva Palestina del municipio de Ocosingo.
De acuerdo con La Silla Rota, era hija única y vivió la mayor parte de su vida con su abuelita, a quien temía dejar sola.
La médico estaba a favor de la legalización de la interrupción del embarazo, señalando que las personas provida podrían donar sangre, médula u órganos vitales para ayudar a otros a no morir.
En sus redes sociales solía compartir memes, imágenes de ánimo y le gustaba presumir que la comida chatarra y postres, como el pay de limón, eran sus alimentos favoritos.
“Era una mujer tierna, linda, inteligente, que a pesar de los obstáculos que le habían presentado, los supo superar, una buena amiga que te daba un apoyo incondicional, que te aceptaba en su casa como un hermano”, dijo entre sollozos Carlos, un amigo cercano a Mariana, que fue entrevistado por el citado medio.
El joven señaló que la zona en la que está ubicada la clínica es de “alto riesgo” puesto que es un espacio ocupado por los zapatistas y las autoridades gubernamentales casi no tienen presencia ahí. Además, dijo que ya se habían registrado otras agresiones a personal médico del lugar.
“Esta zona es muy machista, por así decirlo, nosotros como chiapanecos sabemos el contexto, muchas veces nos dicen: es que son zonas indígenas, hay que comprenderlo, pero en toda esa zona la población es literal, roban, matan, queman, linchan a muchas personas”, dijo.
¿Qué ocurrió con Mariana?
El feminicidio de Mariana Sánchez, ha vuelto a encender las alertas de violencia de género en México. Su deceso ha causado indignación y preocupación en la población, pues las autoridades siguen demostrando su incapacidad para ayudar a las víctimas.
De acuerdo a la información que ha trascendido, Mariana, quien realizaba su servicio social en la clínica de Nueva Palestina, había denunciado dos meses antes del hallazgo de su cuerpo, un ataque de abuso sexual por parte de uno de los miembros de la comunidad.
Sin embargo, la denuncia no progresó. Tras ello, solicitó apoyo de las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Chiapas y a la Secretaría de Salud local, encargadas de su pasantía para que fuera cambiada de clínica y pudiera continuar sus actividades sin ser hostigada sexualmente. La solución de estos últimos fue enviarla un mes de vacaciones, sin goce de beca, sin resolver el problema, e incluso amenazándola de que no le liberarían sus documentos si no acababa su servicio social.
Por si fuera poco, las autoridades presumieron que su deceso se había tratado de un suicidio pese a que en su cuerpo, encontrado el 28 de enero, había señales de ahorcamiento y violencia, pues negaron la existencia de estas.
Lamentablemente la muerte de Mariana es el “primer” caso de probable feminicidio que estalla en los medios y redes sociales este 2021.
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