Los centros nocturnos, bares y discotecas en México, uno de los sectores más golpeados por la pandemia de covid-19, lanzaron este jueves un “grito desesperado” a las autoridades para no cerrar miles de negocios y perder miles de fuentes de empleo con un singular mitin en Ciudad de México.
Con unos 4,000 establecimientos cerrados y unos 300,000 empleos perdidos a nivel nacional, según sus propios registros, los centros nocturnos buscan un acuerdo con las autoridades para reabrir sus lugares de manera controlada y con las medidas de seguridad y prevención necesarias, pese a que la pandemia ha ido en aumento con 1.8 millones de contagios y más de 154,000 decesos.
“Es momento de abrir. Esto es un grito desesperado para llenar esos vasos vacíos tras 11 meses sin poder abrir”, dijo el presidente de la Asociación Mexicana de Bares, Discotecas y Centros Nocturnos (Ambadic), Helking Aguilar, en un mitin en el Monumento a la Revolución.
“Queremos una reapertura paulatina no hoy, no mañana, no la próxima semana, pero sí cuando el color rojo (riesgo máximo) del semáforo epidemiológico cambie a naranja (riesgo alto)”, añadió el representante.
Ante lo activo de la pandemia y debido a sus particulares condiciones, los centros nocturnos, bares y discotecas han sido considerados por el Gobierno mexicano actividad no esencial, pero ahora buscan abrir de manera “escalonada y ordenada”.
Para llamar la atención de las autoridades, unos 300 trabajadores del sector, meseros, garroteros (vigilantes), cajeros, “bartenders”, “DJ’s” y cajeros, entre otros, todos vestidos de negro, se manifestaron de manera pacífica en el centro de la Ciudad de México con careta, cubrebocas y sana distancia.
VASOS VACÍOS
Con una performance, musicalizada por un DJ, los trabajadores encendieron cientos de veladoras dentro de vasos para bebidas sobre un lazo blanco y mostraron pancarta con mensajes para presionar a las autoridades para permitir la apertura de sus lugares de trabajo.
“¡Es urgente trabajar, ya no podemos más”!, “¡Necesitamos trabajar, mantenemos familias!”, “¡Estamos muriendo de necesidad!” y “¡Si podemos, seguros y ordenados!” fueron algunos de los mensajes de un sector que a nivel nacional suma más 500,000 empleos directos y unos 300,000 indirectos, según datos de la Ambadic.
“No tener una entrada económica hace las cosas difíciles en cuanto a gastos. Ahora nos apoyan mi mamá y mi hermana con esa entrada de dinero a la casa”, dijo a Efe Saraí Yañez, quien se desempeñaba como mesera en un bar en la popular Zona Rosa de la capital mexicana.
La mujer, de 32 años, contó que muchos trabajadores han tratado de hacerse con dinero por varias vías, sea vendiendo diferentes productos o poniendo negocios afuera de sus casas.
En ese caso está Anel Andrade, de 33 años y quien trabajaba como cajera para una discoteca en el sur de la capital.
“Diez meses sin trabajar es mucho, este tiempo ha sido muy pesado; unos emprenden y no funciona. Yo tengo un negocio informal de antojitos, pero las ventas están muy bajas”, apuntó en una entrevista
Para Joel Hernández, de 35 años, aunque la etiqueta de los lugares sea centros nocturnos, para la economía son fuentes de empleo.
“Con estos trabajos muchos manteníamos a nuestras familias y por eso queremos que nuestras fuentes de trabajo sean reabiertas. Son muchos meses sin una entrada económica”, dijo.
Tan solo en Ciudad de México los empleos en el sector suman unos 125,000 directos y unos 50,000 indirectos, dijo la asociación.
EVOLUCIÓN DE LA VIDA NOCTURNA
Aguilar dijo que el objetivo es impulsar un plan integral de trabajo para la reapertura de la vida nocturna en México, que ya ha sido presentado a las autoridades y que para ello cumplirán con el protocolo sanitario.
El representante recordó que existen otros sectores productivos en México que, al igual que los centros nocturnos, funcionan con concentraciones de personas y han tenido la oportunidad de abrir.
“Vamos a vivir una evolución de cómo conocíamos la vida nocturna y estamos más que dispuestos a es adaptación. Será una nueva realidad. Sabemos que es posible abrir con limitados aforos (quizás un 30%) y horarios pero así podemos ir avanzando”, apuntó Aguilar.
Esa posibilidad, dijo, permitirá que “algunos negocios sobrevivan y rescaten empleos”, además de que ayudara a que se dejen de realizar fiestas en lugares clandestinos, que prácticamente cada fin de semana y en prácticamente todo el país han detectado y desactivado las autoridades.
EFE
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