Para la periodista Anabel Hernández, aún con los testimonios e indicios documentales, la Fiscalía y otrora Porcuraduría no han investigado a Omar García Harfuch, quien estaría implicado en el crimen de Iguala, donde fueron desaparecidos 43 estudiantes de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.
A decir de la reportera, la declaración del entonces funcionario de la Policía Federal (PF), como otros documentos, exhiben una protección negligente hacia el actual secretario de Seguridad de la Ciudad de México.
“Juan”, testigo colaborador, declaró en febrero de 2020 que cuando García Harfuch era Coordinador de la PF en Guerrero, recibía un soborno mensual de 200 mil dólares, por parte del grupo criminal Guerreros Unidos, facción ligada al Cártel de Los Beltrán Leyva.
Esto fue retomado por el periódico Reforma la semana pasada y coincide con lo que un integrante de la organización delictiva indicó a la periodista en julio del año pasado, así como otros señalamientos del Grupo de expertos enviados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 2015 y 2016; sentencias de tribunales mexicanos y de una corte de Arizona que han expuesto que la Policía Federal de Guerrero estaba ligada con el narcotráfico y participó activamente en la desaparición de los estudiantes.
Recientemente, el 24 de enero, la Fiscalía General de la República (FGR) informó sobre el auto de formal prisión contra Luis Antonio Dorantes Macías, por su probable responsabilidad en el delito de desaparición forzada agravada. Dorantes Macías era titular de la PF en la estación de Iguala, Guerrero, la noche del crimen contra los normalistas.
Este ex funcionario habría tenido conocimiento del arresto de los estudiantes, lo cual negó posteriormente, así como el posible destino y paradero de las víctimas. El agente estaba bajo el mando de García Harfuch.
Las seis acusaciones que retoma Anabel Hernández son:
1. La acusación directa y oficial del testigo “Juan”.
2. La agenda encontrada a Sidronio Casarrubias cuando fue arrestado en 2014, tenía apuntado el nombre y teléfono de García Harfuch. Este capo fue ubicado como integrante de Guerreros Unidos.
3. En su expediente policiaco hay documentos que prueban que el actual jefe de la policía capitalino reprobó sus exámenes de control de confianza y en la que el detector de mentiras (prueba de polígrafo) delató sus nexos con grupos del crimen organizado.
4. Dorantes Macías mantuvo informado a García Harfuch de todo lo que ocurría en la base de Iguala, según expedientes de la FGR.
5. Una investigación de la Unidad de Asuntos Internos de la PF en 2017 reveló que esta corporación en Guerrero estaba cooptada por el crimen organizado.
Ya en el sexto hecho que lo incrimina, la periodista destacó la confesión del propio García Harfuch ante la FGR, en referencia a un documento que hasta ahora no había sido retomado. Esta declaración fue hecha en calidad de “testigo” el 25 de abril de 2016, es decir, un año y siete meses después de la desaparición de los estudiantes.
García Harfuch manifestó que fue nombrado Coordinador estatal de la PF en Guerrero desde el 12 de febrero de 2013, encargado de vigilar las vías federales de comunicación, atender accidentes o imponer infracciones vehiculares. Ante ello, apunta Anabel Hernández, el funcionario trató de deslindarse al referir que estuvo en el cargo hasta el 7 de septiembre de 2014, pues fue notificado que debía ir a una comisión de apoyo a Michoacán desde el 8 de septiembre del mismo año y hasta nueva orden.
No obstante, en su curriculum consultado por Infobae México, se muestra que García Harfuch fue impreciso. Pues en este documento ofrecido a una respuesta de Transparencia en marzo de 2017, señala que el cargo en Guerrero lo ocupó desde el 18 de diciembre de 2012, es decir, casi dos meses antes de la fecha indicada ante la Fiscalía General de la República.
“Es un asunto administrativo, el nombramiento está con fecha 12 de febrero de 2013, pero él estaba allá [en Guerrero] desde diciembre de 2012”, señaló Tania Aguilar del equipo de comunicación de la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de México, para explicar la diferencia.
De acuerdo con la declaración de García Harfuch, al ser comisionado a Michoacán dejó en el cargo a José Antonio Cabrera Méndez para suplir las funciones en la coordinación estatal de la PF en Guerrero, por lo cual no tenía mayores elementos o conocimiento de lo investigado en el caso Ayotzinapa.
Versiones acreditadas y que fueron consignadas por la periodista Anabel Hernández indicaron que, cuando un coordinador deja el lugar de adscripción, por vacaciones, enfermedad o comisión, el sustituto debe informar de las novedades diarias cada 24 horas y de las relevantes en tiempo real.
“Aún con la escueta declaración, García Harfuch se implicó así mismo en el caso, porque por ley, por reglamento, siguió girando instrucciones de lo que debía hacer la PF en Guerrero, tanto a Cabrera Méndez, como a la base de la PF en Iguala”, apuntó la columnista de la Deustche Welle (DW).
Luis Antonio Dorantes Macías envió, el 26 de septiembre de 2014, varios oficios girados a García Harfuch, referentes a movimientos de personal. Dorantes Macías también mandó reportes en tiempo real a la Coordinación Estatal Guerrero de la PF sobre los estudiantes y los hechos de aquella noche en Iguala.
Además, giró documentos al coordinador estatal después de aquella fecha, por ejemplo, el 28 de septiembre. Todos los oficios forman parte del expediente de la FGR y que la periodista indica, tiene en su poder. Por ello, Anabel Hernández enfatiza que esto es prueba de que Omar García Harfuch sí era responsable de la coordinación al momento del crimen.
“Recibí la instrucción superior de apoyar a la División de Gendarmería en la puesta en marcha de sus operaciones iniciales, por lo que me trasladaré a partir del día 08 de septiembre del año en curso y hasta nueva orden al Estado de Michoacán, con la finalidad de realizar actividades de carácter confidencial”, señala el oficio PF/DSR/CEG/2724/2014 consultado por este medio, donde García Harfuch le informa al comisionario general, Maelich Castilla Craviotto, sobre su comisión, aunque no detalla quién le ordenó ese traslado.
Ese documento, que forma parte del expediente público de la FGR, tiene sellos de recibido del 6 de septiembre, pero no de autorización. Enseguida se anexan dos oficios de comisión, por lo que se alcanza a notar están dirigidos a García Harfuch y firmados por algún mando estatal de Guerrero, de acuerdo con lo referido por la periodista, se trata de instrucciones a sí mismo, cuando debía ser un superior del comisionado quien pudo girar ese oficio a Castilla Craviotto y no el “enviado”.
El primero de ellos indica que el traslado a Morelia, Michoacán, será “en cumplimento a instrucciones superiores vía telefónica” (no dice de quién), durante el periodo que va del 8 al 22 de septiembre (fechado en Acapulco el día 7). Ya en el segundo oficio señala que tiempo se extenderá del 23 al 7 de octubre (también fechado en Acapulco pero el 23), en cumplimento a instrucciones vía telefónica del comisionado general Enrique Francisco Galindo Ceballos.
Cabe destacar que el expediente también incluye un oficio girado al inspector general García Harfuch, el 23 de septiembre de 2014; en este se indica que estará comisionado en apoyo de la Gendarmería en Álvaro Obregón, Ciudad de México. A este punto debía presentarse el 23 de octubre del 2014.
“La investigación que he realizado sobre dicho escrito de comisión a Michoacán, todo indica que es apócrifo. El único oficio válido y oficial de comisión en esa época dado al ahora jefe de la policía de la CDMX está firmado el 23 de octubre de 2014 por el titular de la PF, Enrique Galindo, en el que lo comisiona a la División de Gendarmería en la Ciudad de México”, refiere Anabel Hernández.
Para la reportera especializada en temas de narcotráfico, hay elementos suficientes para acreditar que el actual jefe de la policía de la capital era titular y jefe de todos los policías que participaron en el ataque a los normalistas, además, recibió los reportes en tiempo real de los hechos y giró órdenes.
Otro punto relevante es que, en su comparecencia, la FGR solo le hizo cinco preguntas, en las que García Harfuch señaló que conocía de la “problemática” focalizada en Iguala y su relación con el presidente municipal José Luis Abarca, en clara concordancia con la llamada “verdad histórica”. Sobre Guerreros Unidos comentó que sí sabía de su existencia y de hecho, entre mil tres detenidos por acciones de personal a su cargo, estaban presuntos integrantes de esa organización. Ya en relación con Los Rojos, mencionó que había logrado la detención de al menos cinco cabecillas, proporcionando nombres y alias.
“Ahora que Dorantes es el primer PF detenido por el caso de los 43, ¿García Harfuch seguirá protegido?”, publicó la periodista en su columna Contracorriente para la DW, medio alemán. Al respecto de estas afirmaciones, ni el secretario ni la dependencia que encabeza han publicado alguna reacción para deslindarse o explicar.
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