Paquita la del Barrio, Carlos Villagrán ‘Quico’, Vicente Fernández Jr. o Lupita Jones... son algunos de los nombres que los mexicanos se podrían encontrar en las boletas electorales del próximo 6 de julio, jornada de elecciones intermedias en la que se votarán todos los escaños de la Cámara de Diputados, 30 congresos locales, 1,900 alcaldías y 15 gubernaturas.
Y lo que hace ruido no es precisamente que sean integrantes de la farándula que buscan un puesto de elección popular ya que esos casos se repiten en cada proceso electoral de México. Y a veces hasta han logrado ganar como el caso del futbolista Cuauhtémoc Blanco y su gubernatura en Morelos o el actor Sergio Mayer y su curul en la Cámara Baja.
Lo peculiar en esta ocasión es el número de famosos que aspiran a un puesto político: más de una veintena entre los que figuran futbolistas, luchadores, reinas de belleza, actores y actrices, cantantes y medallistas olímpicos.
Si bien el artículo 35 de la Constitución mexicana establece que, siguiendo una serie de requisitos, todo ciudadano tiene el derecho de ser votado en puestos de elección popular, lo cierto es que las personalidades ya mencionadas no cuentan con una preparación en políticas públicas que puedan garantizar su desempeño óptimo a favor de la ciudadanía.
Entonces, ¿cómo se puede explicar esta avalancha de personajes de la farándula que buscan convertirse a la política en México?
Amaury Mogollón, consultor político especializado en estrategia electoral y comunicación de gobierno, explicó a Infobae que la clave está en lo que estos personajes pueden llegar a representar ante la opinión pública: una alternativa al hartazgo social. “Ya no encuentran perfiles confiables y ven en quienes les parecen cercanos, como un artista o deportista, a personas que les generan esperanza”.
Entonces partiendo de eso, dependiendo el partido que los impulsa, pueden reconocerse las finalidades específicas que los aspirantes cumplen.
Por un lado están los partidos como Encuentro Solidario, Fuerza por México y Redes Sociales Progresistas, que son recién creados, son nuevos, por lo tanto, más allá de ganar buscan “una estrategia para sumar el mayor número de votos y estar por encima del 3% que les exige la ley para mantener un registro electoral”, indicó el experto, “para buscar ser competitivos en 2024, en el marco de un proyecto presidencial”.
Y para esos fines, estos famosos representan la apuesta ideal, ya que cuentan con una aceptación ante la opinión pública y no representan el hartazgo social, añadió Mogollón. “Los partidos aquí lo que buscan trazar es una estrategia de influenciadores de la opinión pública para obtener el mayor número de votos. Que estos actores, como ‘Quico’, logren llenar un espacio dentro de la lista y jalarles un porcentaje de votos”.
Precisamente en el caso de Carlos Villagrán, el también director general de la consultora Acción Politik apuntó que el actor entiende perfectamente que carece músculo político, sin embargo, buscará valerse de una agenda disruptiva para resultar victorioso.
Por otro lado, está el caso de partidos de toda la vida, como Acción Nacional (PAN) o el Revolucionario Institucional (PRI), que también están barajando a varios famosos e incluso ‘influencers’ de redes sociales para lanzarlos como candidatos. El caso más sonado, la exreina de belleza, Lupita Jones, que podría ir por la gubernatura de Baja California desde el frente panista.
“Lo que buscan estos partidos es poner un perfil nuevo, como el de Lupita Jones, que no represente el hartazgo social, con el objetivo de marcar una estrategia disruptiva y generar una campaña de cambio, de liderazgo y de género”, indicó el galardonado estratega político, “para ir contra el partido que actualmente tiene las preferencias, Morena”.
En todo caso, con años de experiencia como consultor político en toda Latinoamérica, Amaury recalcó que los partidos deben recordar en todo momento que no se trata solo de obtener el triunfo electoral, sino de ofrecerles a los ciudadanos los mejores perfiles para que elijan a sus futuros gobernantes, profundizando y capacitándolos “en materia de políticas y administración públicas, así como innovación y transparencia, con el objetivo de que la ciudadanía se sienta representada y no defraudada”.
Pero el llamado más importante, subrayó, es para la ciudadanía: que analicen el perfil de cada uno de estos candidatos porque lo que está en juego no es el futuro del partido sino el de ellos: “Que no se dejen engañar o persuadir por las distintas campañas, sino que sea un voto más informado”, concluyó.
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