La noche de este domingo 24 de enero, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador notificó en sus redes sociales que dio positivo a COVID-19 y expresó que atraviesa por un cuadro moderado de síntomas de la enfermedad que le permitirán continuar con sus labores. Así lo escribió el mandatario:
“Lamento informarles que estoy contagiado de COVID-19. Los síntomas son leves pero ya estoy en tratamiento médico. Como siempre, soy optimista. Saldremos adelante todos. Me representará la Dra. Olga Sánchez Cordero en las mañaneras para informar como lo hacemos todos los días.
Yo estaré pendiente de los asuntos públicos desde Palacio Nacional. Por ejemplo, mañana atenderé una llamada con el presidente Vladimir Putin porque, independientemente de las relaciones de amistad, existe la posibilidad de que nos envíen la vacuna Sputnik V”, notificó el mandatario.
Y es que el contagio del político de 67 años surge algunos días después de que reiterara públicamente que esperaría su turno para recibir la vacuna contra la enfermedad causada por el virus SARS-CoV2, dado que en el plan de vacunación dispuesto por su administración se determinó que en las primeras fases accederán a la fórmula aquellas personas que integran el frente médico en primera línea frente a la pandemia, y posteriormente los ciudadanos mayores de 80 años.
“Yo me voy a seguir cuidando hasta que me toque la vacuna, porque yo sí creo que la vacuna protege, porque también se ha dicho que la vacuna no sirve y que tiene otros propósitos, o va a generar reacciones que dañan”, indicó el líder mexicano el 19 de enero en su habitual conferencia matutina.
AMLO no descartó vacunarse, cuando llegue el momento, en la conferencia que todos los días ofrece en Palacio Nacional, para “dar confianza” a la población.
“Sí, para dar confianza, cuando me corresponda y cuando tengamos las vacunas, porque este es un plan, ya hay contratos, está firmado, ya hay anticipos, se ha pagado, pero pueden surgir imprevistos. Yo espero que esto se cumpla cabalmente y entonces sí, que nos vacunemos.
Si no lo hago público o no hay una imagen donde yo esté vacunando, pues lo informo: ‘Ya me vacuné ayer’, se los digo. Para que mis adversarios no vean la cara que voy a poner con el pinchazo”, expresó.
Y es que de acuerdo al plan de vacunación contemplado, el turno para el mandatario de acceder a su dosis sería a finales de febrero, siendo ésta, tentativamente la de los laboratorios CanSino de origen chino.
“Bueno miren, anoche estuvimos revisando todo el plan de vacunación, lo que nos queda de entrega de Pfizer, una vez que se concluya la vacunación en hospitales Covid, con esa vacuna Pfizer, aunque sea de dos aplicaciones, se va a continuar con esa vacuna para proteger a las adultos mayores de las comunidades más apartadas, ya nos vamos con Pfizer a terminar”,, indicó a principios de enero.
López Obrador explicó entonces que se pretende utilizar la vacuna rusa Sputnik V para adultos mayores en poblaciones intermedias a finales de enero.
“Queremos usar esa vacuna para adultos mayores de poblaciones intermedias, esa vacuna puede estar a finales de enero las primeras entregas, casi vamos a iniciar al mismo tiempo la vacunación en las comunidades más apartadas y la vacunación en ciudades medias, esto es en febrero, finales de enero principios de febrero, y estamos por tener ya el acuerdo con una farmacéutica china, para contar también en febrero con la vacuna CanSino, que esa se aplicaría en grandes ciudades también a partir de febrero, entonces tú me preguntas ¿cuándo me tocaría?, cuando se vacune a adultos mayores de las grandes ciudades.
Durante su gira por el estado de Guerrero, ocurrida en la segunda de enero, el presidente reprobó que funcionarios o personal médico que no atienden a pacientes con COVID-19, se “salten la fila” para la aplicación de la vacuna. Aseguró que son pocos los que han efectuado esta conducta, y señaló que “el agandalle” ya quedó atrás, además de que se sancionará a quienes no respeten el calendario de vacunación.
“Actuemos con igualdad, nada de influyentismo, nada de que: ‘Yo tengo dinero y a mí me toca, a mí me corresponde’ o ‘yo tengo influencias, tengo agarraderas, conozco al médico que maneja la salud en un estado’ o a quien trabaja en una dependencia de salud, en el ISSSTE, en el Seguro o ‘tengo un amigo que es político o líder sindical’ y así como era antes esa mala costumbre del influyentismo, yo diría del agandalle, eso ya se terminó.
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