“En México, la tasa de positivos es muy alta y si se hicieran más pruebas probablemente sería mayor. El sistema de salud, en general, está aguantando en México”, es la advertencia que hizo este lunes el Dr. Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al corte de este domingo, las cifras oficiales de la Secretaría de Salud mexicana arrojaron la existencia de 530 nuevos decesos asociados al coronavirus, así como 10,872 nuevos casos. Eso en un lapso de 24 horas. Así, el acumulado de casos desde el inicio de la pandemia se ubicó en 1,763,219, mientras que el de fallecidos ascendió a 149,614. Se espera que esta última y lamentable cifra rebase los 150,000 en el reporte vespertino de este lunes.
El especialista también alertó sobre la ocupación hospitalaria en la región al indicar que en las Américas “se están estabilizando los casos de #COVID19, pero los sistemas de salud están bajo mucha presión”, y enfatizó que mientras en Otras regiones se ha tenido ya un descanso, en “Centro y Sudamérica han tenido un impacto sin tregua. La gente necesita ayuda”.
Cabe señalar que, respecto a la ocupacion hospitalaria, este domingo la Secretaría de Salud de México reportó que nueve entidades tienen más del 70% de ocupación: la Ciudad de México (89%), Guanajuato (85%), el Estado de México (83%), Nuevo León y Morelos (82%), Hidalgo (81%), Puebla (80%), Guerrero (72%) y Nayarit (71%).
Sobre las camas de hospital con ventilador, la dependencia anotó que tres entidades tienen más de 70% de ocupación: Ciudad de México (86%), Estado de México (82%) y Nuevo León (78%).
En la misma conferencia de prensa de la OMS, el director ejecutivo interino del grupo orgánico Brotes Epidémicos y Emergencias Sanitarias del organismo, Bruce Aylward, habló sobre la posibilidad de que el personal de salud en México no reciba en los tiempos establecidos –21 días– la segunda dosis de la vacuna anticovid, “las vacunas se han probado para dos dosis... Recomendamos encarecidamente que se usen así aunque haya un retraso en la segunda”.
Este señalamiento se da luego de que la semana pasada el equipo sanitario del gobierno mexicano examinar una recomensacion de la misma OMS para retrasar de 21 a 42 días la aplicación de la segunda dosis de la vacuna para combatir el COVID-19. La razón radica principalmente en la limitada producción que hasta el momento se tiene del antídoto, ligada a la urgencia de empezar a aplicarla a más personas, en más países.
Precisamente, el presidente Andrés Manuel López Obrador –quien este domingo anunció que se contagió del virus– había anunciado ya en días pasados que México cederá parte de su cargamente de vacunas para que países más empobrecidos de la región puedan adquirirlas, basándose en el hecho de la producción limitada.
Por su parte, el laboratorio BioNTech advirtió que la eficacia máxima de su vacuna contra el COVID-19 no estaba garantizada si se retrasa la administración de la segunda inyección.
“La eficacia y la seguridad de la vacuna no han sido evaluadas para otros calendarios de dosis, más que las dos inyecciones espaciadas de 21 días aplicadas durante el ensayo clínico”, explicó la empresa alemana, que desarrolló con el estadounidense Pfizer la primera vacuna autorizada en Estados Unidos y en Europa. Aunque tampoco está comprobado que la eficacia disminuya o se pierda si se retrasa su aplicación.
Además, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, envió un mensaje al presidente de México, a través de su cuenta de Twitter: “Siento que haya dado positivo por #COVID19 presidente @lopezobrador_. Le deseo una rápida recuperación. ¡Manténgase fuerte!”.
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