A pesar de encontrarse en semáforo epidemiológico rojo, el de máxima alerta por contagios y muertes a causa del COVID-19, la Ciudad de México permitió la apertura de restaurantes en algunas zonas de la urbe con fuertes restricciones y todas las medidas sanitarias el lunes pasado.
Luego de prácticamente una semana, el gobierno de Claudia Sheinbaum ofreció un informe sobre aquellos establecimientos a los que se les permitió una apertura parcial: la gran mayoría ha cumplido, pero hubo varios que recibieron sanciones, unas más graves que otras, para quienes violaron las restricciones.
Del lunes 18 de enero hasta este domingo 22 de enero, personal especializado en funciones de verificación visitó un total de 1,137 restaurantes, de los cuales 1,057 cumplían con el servicio a comensales en áreas al aire libre y con servicio para llevar después de 18:00 horas, indicaron las autoridades.
Asimismo, 74 restaurantes fueron apercibidos para no ofrecer servicio al interior del establecimiento, toda vez que se trataba de espacios cerrados, de acuerdo con la información del Instituto de Verificación Administrativa de la Ciudad de México (INVEA), que continúa con los recorridos de supervisión y vigilancia para corroborar que los establecimientos con giro de restaurante atiendan las medidas sanitarias.
Por último, detallaron que suspendieron actividades en siete restaurantes por contar con servicio en espacio cerrado fuera del horario permitido. Aunado a esto, “durante la visita se advirtió la venta y consumo de bebidas alcohólicas; los dos comercios restantes eran bares, los cuales fueron suspendidos por ser giros que no pueden operar durante el semáforo rojo”, indicaron.
Los recorridos se realizaron en las siguientes zonas: Centró Histórico, los corredores de Zona Rosa, Roma y Condesa, en la Alcaldía Cuauhtémoc, Lomas de Chapultepec, Polanco y Escandón, en la Alcaldía Miguel Hidalgo; Narvarte, Del Valle, Nápoles y Mixcoac, en la Benito Juárez; La Joya, Residencial Acoxpa y Prados Coapa, en Tlalpan, por mencionar algunos.
“Durante los operativos del INVEA participó personal de las Secretarías de Gobierno, de Seguridad Ciudadana y de Gestión Integral de Riesgos y de Protección Civil, así como de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial”, ahondaron.
“El Instituto de Verificación Administrativa continuará llevando a cabo estas actividades a efecto de vigilar el cumplimiento de las medidas de protección a la salud correspondientes al semáforo rojo y con ello inhibir el contagio y propagación de COVID-19″, concluyeron en un comunicado este domingo las autoridades capitalinas.
La reapertura será gradual y escalonada, de acuerdo con el gobierno de Sheinbaum, en el contexto del programa “Reactivar sin arriesgar” a pesar de la emergencia sanitaria por el COVID-19 que ha puesto a la capital mexicana al borde del colapso hospitalario, en lo que es el peor momento de la pandemia desde que el primer caso llegó en febrero de 2020.
La primera etapa de la reactivación, forzada por las fuertes presiones del sector restaurantero en la capital, permitirá que estos establecimientos reciban comensales, pero únicamente en espacios exteriores, con horario limitado y con límite en el aforo, así como medidas sanitarias reforzadas para evitar aglomeraciones y cercanía entre comensales.
A partir de este lunes 25 de enero, en la Ciudad de México, epicentro de la pandemia, podrán reabrir papelerías, ópticas, tiendas de artículos de cocina, de acabados de construcción y autocinemas, comercios que se suman a las actividades esenciales.
Hasta el reporte oficial de este sábado, la Ciudad de México acumula 445,982 contagios confirmados de COVID-19, así como 20,745 defunciones por la enfermedad. Se estiman asimismo hasta 42,380 casos activos en la capital, con el 89% de camas de hospitalización general ocupadas y el 87% de camas con ventilador también ocupadas.
MÁS SOBRE ESTE TEMA