El narcotráfico tiene a Tamaulipas (al norte de México) contra las cuerdas. Los homicidios y enfrentamientos en la entidad, ponen de manifiesto de manera dramática el poder del crimen organizado y la debilidad de las autoridades estatales.
Esta semana, en redes sociales se viralizó un video sobre un presunto enfrentamiento entre bandas delictivas. En la grabación se muestra a tres hombres abordo de un vehículo con disparos en diferentes partes del cuerpo.
De acuerdo con los medios locales, los hechos habrían sido presenciados en el municipio Miguel Alemán.
Al igual que en otros estados del centro del país, en Tamaulipas el proceso electoral ha intensificado la violencia.
Desde hace décadas, las elecciones en el estado norteño han venido siendo supervisadas (cuando no apadrinadas) por los grupos criminales. En las elecciones intermedias de 2021, Tamaulipas renovará los siguientes cargos los siguientes cargos de elección popular: 43 ayuntamientos: Integrados por un presidente municipal, un síndico y sus regidores.
Los muertos del narco
En 2020, las entidades de Morelos y Tamaulipas fueron una verdadera explosión de personas asesinadas por el crimen organizado.
En dicho año, nada impidió que la ola homicida que sufre México siguiera creciendo. Las dinámicas violentas, emanadas de contextos pobres y geografías apetecibles para las organizaciones criminales dejaron 24,807 homicidios el año pasado, según un monitoreo de Lantia Consultores.
La cifra presentada por el especialista y analista, Eduardo Guerrero, está basada en informes forenses de las víctimas y en las carpetas de investigación, y es la más certera de las que se han ofrecido en los últimos meses.
Aunque el país atraviesa una época difícil en materia de salubridad y economía causada por el coronavirus, para los cárteles no hubo grandes modificaciones. De acuerdo con Guerrero, la crisis, hasta el momento, no ha orillado a los líderes criminales del país a ningún tipo de recorte.
Este dicho encuentra su explicación en que los grupos criminales tienen márgenes y reservas tan holgadas que, pueden seguir pagando su nómina y los costos asociados a sus constantes conflictos. Guerrero concluye que, el COVID no significó un golpe a los cárteles, sino por el contrario hasta incrementó el número de asesinatos un 3.5% respecto al 2019.
Las causas de la violencia dependen, en gran medida, del control territorial. En el país existen al menos siete grupos criminales peleando mercados locales de narcóticos, rutas internacionales, campos de cultivo de amapola y marihuana y laboratorios clandestinos.
Diversas investigaciones apuntan que la pobreza de millones de mexicanos, y la frustración por no salir adelante acaban de dibujar el esquema del narcotráfico en México.
El especialista en seguridad también destacó que los cambios de las organizaciones criminales durante la pandemia, estuvieron ligados al perfil de las personas que eran asesinadas.
A lo largo de la última década, advierte Guerrero, la edad promedio de las víctimas de homicidio era considerablemente superior a la de otros países como Brasil y Estados Unidos, donde el grueso de la violencia estaba integrado por jóvenes. Sin embargo, conforme avanzó el 2020, los jóvenes aumentaron como porcentaje del total de personas ejecutadas por los narcos.
MÁS SOBRE OTROS TEMAS: