Este jueves autoridades de la Ciudad de México revelaron que Carolina Estefanía Martínez Zea falleció a causa de asfixia por ahorcamiento.
De acuerdo al diario El Universal, después de haber hecho la necropsia de ley, peritos de criminalística asentaron como la causa de muerte asfixia por ahorcamiento. Debido a esto, se inició una investigación para esclarecer la muerte de la joven.
Fue el miércoles pasado cuando la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) informó que el cadáver de la estudiante de Historia había sido encontrado.
De acuerdo a la FGJCDMX, el cuerpo de la joven estudiante de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) se encontraba dentro de su propia casa, ubicada en la alcaldía Álvaro Obregón.
Las autoridades revelaron que el hallazgo se pudo realizar gracias a que se analizaron cámaras privadas y de telefonía. Tras obtener “resultados negativos” se llegó a la conclusión de que la joven mujer podría encontrarse dentro de su hogar.
“Personal de la Fiscalía de Investigación y Persecución de los Delitos en Materia de Desaparición Forzada de Personas y la Desaparición Cometida por Particulares y Búsqueda de Personas Desaparecidas realizó el análisis de videocámaras privadas así como de telefonía, con resultados negativos, lo que permitió establecer que posiblemente la joven de 22 años se ubicaría en su domicilio”, explicó el escrito.
Los agentes de la Policía de Investigación fueron quienes tras “extensos trabajos de gabinete y campo”, encontraron el cuerpo.
La estudiante fue reportada como desaparecida desde el pasado miércoles 13 de enero, luego de salir de su domicilio ubicado en la colonia Lomas de la Era.
Familiares, amigos y docentes se unieron y lograron armar una campaña en redes sociales para encontrarla con el hashtag “Te buscamos Caro”.
Según la información vertida por familiares y amigos, la última vez que Carolina fue vista llevaba puesto una sudadera rosa, pantalón con estampado blanco, azul y rosa, y una blusa negra.
Carolina Zea, madre de la estudiante, narró a Milenio Televisión que aquella tarde su hija estaba en casa junto a su hermano menor, pero ella decidió salir cerca de las 13:00 horas. Esto debido a que tenía que recoger una blusa, y tiempo después visitaría una sucursal bancaria, ubicada en avenida 29 de noviembre, para recoger el dinero de una beca.
Zea regresó de trabajar, alrededor de las 15:30 horas, y le preguntó a su hijo por Carolina; el hermano contestó que ‘había ido por una blusa y después iba para el banco’. Tras hora y media, y sin que Carolina apareciera, su madre le marcó por teléfono para decirle que “si se tardaría más o la esperarían a comer”, pero el móvil de la joven ya no respondía.
La esperanza de que Carolina llegara, seguía intacta para el 14 de enero, fecha en la que la madre se fue a trabajar. No obstante, esa segunda tarde tampoco supieron nada de ella. Los mensajes llegaban, pero ella seguía sin contestar.
Esa noche la madre optó por comunicarse con un primo con el que su hija se llevaba bien. El primo también trató de comunicarse con ella, pero el celular de Carolina seguía sin responder.
El 15 de enero la madre de la joven se presentó en las oficinas correspondientes y presentó una ficha de desaparición.
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