A un mes y cuatro días del asesinato del ex gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, en un bar de la turística zona de Puerto Vallarta, las autoridades estatales continúan con la búsqueda de los responsables.
Este viernes, el complejo de departamentos con el número 2870, ubicado sobre la calle Prisciliano Sánchez y el Bulevard Francisco Medina Ascencio, en Puerto Vallarta, ha sido blindado por agentes de la Fiscalía y elementos de la Secretaría de Marina Armada de México, tras recibir una denuncia que advertía que posiblemente en este sitio habitarían las personas que accionaron las armas contra el funcionario, ejecutado el pasado 18 de diciembre.
El inmueble, de aproximadamente 10 pisos, se encuentra resguardado por las autoridades, que hasta el momento han informado sobre la detención de 14 personas, señaladas de alterar la escena del crimen.
La investigación, que avanza a paso lento, todavía no revela cuál fue la participación de las dos personas, cuya identidad fue dada a conocer por la Fiscalía General de Jalisco y que habrían participado de manera directa en el ataque. Por información que dé con su paradero, el órgano ofrece un millón de pesos.
El operativo en el balneario de Puerto Vallarta ocurre justo en el día del cumpleaños del ex gobernador, quien tendría 47 años.
De acuerdo con testimonios obtenidos por el medio local Mural, el ex funcionario, quien recibió tres disparos en el baño del bar, habría sido atacado por una mujer, quien presuntamente le apuntó en tres ocasiones: la primera en la parte posterior de la cabeza; la segunda a la altura del corazón y finalmente en los intestinos, reveló el diario.
La sicaria, según Mural, siguió a Sandoval al baño y le disparó a quemarropa. Las autoridades han revelado que el mandatario recibió dos impactos que lo privaron de la vida.
La noche del 18 de diciembre, Aristóteles Sandoval se encontraba en el bar Distrito 5 acompañado por dos de sus guardespaldas, que lo esperaban afuera del negocio, uno de ellos no portaba armas. Aunque el ex mandatario de Jalisco tenía a su disposición a 14 elementos de seguridad, los repartía entre su esposa e hija.
A Sandoval no le gustaba que sus guaruras estuvieran dentro de los recintos a los que acudía, lo que habría facilitado el ataque en Puerto Vallarta.
Mural, que ha hecho seguimiento del caso, sostiene que en la mesa de Sandoval lo acompañaban el empresario, Eduardo Manuel Riguero Escoto; su amigo, Joaquín Sandoval y una mujer identificada como Patricia Ceballos, quien supuestamente tendría una relación con el ex gobernador. La semana pasada, Riguero Escoto se presentó a declarar. Se presume, regresaba de Estados Unidos.
Hasta el momento, la fiscalía ha obtenido el testimonio de 20 personas, además de las imágenes del exterior del bar, que han sido obtenidas a través del centro comercial Altamar Plaza Gourmet, ya que en el momento del crimen, los aparatos de videovigilancia del bar fueron hurtados por personas todavía no identificadas.
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