El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) fue el último nombre de una extensa lista de enemigos del Cártel H-2 —una escisión de los Beltrán Leyva que operaba en Nayarit—. La organización criminal dirigida por Juan Francisco Patrón Sánchez tenía el objetivo de sacar al CJNG de la entidad.
En 2014, Patrón Sánchez, alias el “H-2″, operador de droga a gran escala, y aliado con uno de los mayores enemigos del Cártel de Sinaloa, Isidro Meza Flores, el “Chapo” Isidro, se había convertido en uno de los narcos más pesados del Pacífico. Tenía redes, contactos internacionales y presuntos vínculos con el entonces fiscal de Nayarit, Edgar Veytia —sentenciado en Estados Unidos a 20 años de prisión por proteger a cárteles de la droga—.
En los primeros años de la administración de Veytia, Nayarit vivió una relativa pax narca, quebrantada en ocasiones por la movilización de hombres de Nemesio Oseguera Cervantes, el “Mencho”, líder del CJNG, que intentaban meterse en el estado.
De acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, entre 2015 y 2017, Salvador Cienfuegos Zepeda, secretario de la Defensa Nacional durante el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), habría conspirado para traficar y distribuir droga a EEUU, además de ayudar a evitar confrontaciones entre el Cártel H-2 y militares. Alertó a la organización del “H-2″ sobre operativos de la DEA, y persiguió grupos criminales rivales, uno de ellos el Cártel Jalisco Nueva Generación.
En los años señalados, boletines emitidos por la Sedena revelaban decomisos de drogas y detenciones de presuntos narcotraficantes sobre todo en estados donde había presencia del CJNG como Sonora, Guerrero, Baja California, Michoacán, Tamaulipas, Zacatecas, Durango, Chiapas, Guanajuato, Yucatán, Jalisco —sobre todo después del atentado del cártel de las cuatro letras a un helicóptero del Ejército— Puebla, Estado de México y Sinaloa. En Nayarit, sólo se registró una incursión.
El CJNG comenzó a adentrarse en Nayarit —un estado entre Sinaloa y Jalisco, guaridas de los dos grandes carteles que controlan el tráfico internacional de drogas en México—, durante el gobierno de Roberto Sandoval (2011-2017).
Según los reportes, al inicio de la gubernatura de este político el Cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva se disputaban el control de la entidad. Aunque ambas organizaciones criminales tenían marcadas sus zonas de influencia en Nayarit, el termino de su alianza, en 2008, provocó una férrea lucha.
La fractura fue aprovechada por el CJNG. Desde entonces la ofensiva de los Beltrán Leyva con los cárteles rivales se volvió bestial.
La DEA afirma que durante el mando del general Cienfuegos en la Sedena, se tejieron los contactos que provocaron su arresto en Estados Unidos en octubre pasado, bajo los cargos de usar su posición de oficial en beneficio del grupo del “H-2″, que buscaba terminar con Nemesio Oseguera, el “Mencho”.
En un expediente revelado por la Fiscalía General de la República y agrupado por investigaciones de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, se revelaron conversaciones en las que presuntamente participan el ex secretario de la Defensa Nacional durante el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), Salvador Cienfuegos, el líder del Cártel H-2, Juan Francisco Patrón Sánchez y su operador Daniel Isaac Silva Gárate, el “H-9″.
Según las transcripciones de la DEA, en el mensaje no. 1229976740 existe una conversación entre los criminales. En los textos, Silva Gárate es identificado como “Samanta” y Patrón Sánchez como “Spartacus”.
Todo eso indicarían mensajes de BlackBerry interceptados por la Agencia Antidrogas, que dio al general el nombre de “Zepeda”.
Cronología del caso Cienfuegos
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