Durante la conferencia vespertina del lunes 18 de enero del 2018, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud explicó un tema coyuntural en el combate a la pandemia de COVID-19 en México. La pregunta se la formuló él mismo justo antes de pasar a las preguntas de los reporteros, pues le pareció urgente hablar de esto y es “¿Qué va a pasar ahora que Pfizer modificó el calendario de entregas de vacunas COVID-19?”.
Respecto a este caso, el funcionario público explicó, desde Palacio Nacional, que el impacto de esta decisión de la farmacéutica no afectará trascendentalmente a los mexicanos, pues existen mecanismos que se implementarán para subsanar este rezago; por lo cual mencionó tanto el contexto en el que surge esto como la respuesta del gobierno.
Primero, López-Gatell pasó a explicar que esto es una situación que presentó la farmacéutica a nivel mundial y que no fue condicionada por la relación con México, pues al ser Pfizer la empresa que más vacunas ha producido y distribuido, la iniciativa COVAX, campaña de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para inmunizar a todas las personas del planeta, solicitó a la empresa que entrara en una dinámica de solidaridad para inocular a países que tienen rezago de vacunación.
COVAX, cabe mencionar, es el organismo diseñado para verificar que la distribución de dosis sea equitativa en todos los territorios del planeta. Asimismo, es el encargado de reducir la especulación de mercado en la generación de vacunas contra el COVID-19, esto para que el sistema de inmunización obedezca a un factor sanitario y no mercantil.
Asimismo, especificó que el director general de la ONU solicitó a los países miembros a tener una visión solidaria en cuanto a la aplicación del inoculante, para que los países menos favorecidos puedan vacunar a su población ante la pandemia.
Esto tuvo como consecuencia en México que se pospongan las llegadas de tres embarques de vacunas Pfizer, lo cual podría repercutir en la segunda dosis que se aplica a personas trabajadoras del sector salud; sin embargo no sería determinante. En estos casos se estima que la segunda aplicación de Pfizer sería en el día 28 y no en el 21 como se contempló en un principio; sin embargo, desde el punto de vista epidémico, no representa un problema mayor.
Aunado a esto, el epidemiólogo de la UNAM especificó que del embarque que se tiene programado para mañana, en vez de recibir una cantidad de 439,725 dosis, se recibirán 219,350.
En consecuencia, para compensar el diferimiento del embarque que llega a la mitad el 19 de enero y de los que no llegarán el 25 de enero, 2 de febrero y el 9 de febrero, se planeó un macro embarque el 15 de febrero. Esto quiere decir que el Estado mexicano establecerá un mecanismo de nuevo para la aplicación de la vacuna, pero no afectará a ni la primera ni la segunda fase de vacunación en la república.
Otro factor que interviene es que Pfizer está realizando mejoramientos en su planta principal de producción en Bélgica, de tal modo que pueda hacer más vacunas para poder cumplir con los compromisos contractuales con los gobiernos y solidarios con la ONU. De tal modo que para realizar las adaptaciones, detendrá un par de días su producción.
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