“Simular una investigación no es hacer justicia”: Anabel Hernández reprobó la exoneración exprés de Cienfuegos

Aunque la FGR ha prometido que publicará el expediente donde se detalla cómo fue que no procedió contra el general, queda por ver cual fue el alcance de sus esfuerzos

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Para la periodista y escritora la suma de eventos polémicos en el gobierno de AMLO no son aislados y ya indaga al respecto

Al no proceder contra el general Salvador Cienfuegos Zepeda y desistir en apenas dos meses, la Fiscalía General de la República (FGR) simuló una investigación contra el ex jefe del Ejército, quien fuera acusado de cuatro cargos relacionados con narcotráfico en EEUU.

El ex titular de la Defensa Nacional (Sedena) fue devuelto a México el pasado 18 de noviembre tras gestiones del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El trato era que el Departamento de Justicia desestimaría los cargos en la Corte del Distrito Este de Nueva York y turnaría el caso a la FGR para que procediera, aportando al menos 751 páginas donde se detallan comunicaciones entre el general y presuntos narcos del Cártel H-2.

Pero este 14 de enero, a tres meses de que Cienfuegos Zepeda fuera detenido en el aeropuerto de Los Ángeles, California; la dependencia encabezada por Alejandro Gertz Manero determinó el no ejercicio de la acción penal, al no encontrar evidencias de que el militar se hubiera reunido, hablado u operado para favorecer en el trasiego de narcóticos al grupo delincuencial.

Anabel Hernández, periodista especializada en temas de narcotráfico, señaló que sus informes en el gobierno de EEUU confirmaron el nulo esfuerzo de la FGR, pues esta dependencia no solicitó colaboración del país norteamericano para profundizar con seriedad en el caso de Cienfuegos. Por ello, la reportera de investigación aseguró que todo fue una simulación de la Justicia.

Anabel Hernández reveló que la FGR no solicitó apoyo a a EEUU para profundizar en las indagatorias y descartar indicios

Una cosa es recibir una serie de documentos, revisarlos, hojearlos como un libro y decir: ‘no me  sirven’; y otra cosa es hacer una investigación que requiere, además imagínese, analizar miles de mensajes, contactar a los testigos, contactar a los agentes; concatenar la información, con hechos, fechas, personas, requiere un trabajo muy arduo, que es lo que realmente diríamos, es una investigación penal, una investigación científica, pericial, todo lo demás es una simulación”, criticó la autora de Los señores del narco (Grijalbo Mondadori, 2010).

De acuerdo con la periodista y escritora, la FGR pudo haber solicitado información para ampliar lo aportado por el Departamento de Justicia, por ejemplo, pedir un interrogatorio con Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo; Deovaldo Gutiérrez Alfaro, El Leoba; Carlos Arturo Rubio Parra, El Canche; y Édgar Veytia, El Diablo, quien fuera sentenciado por su nexo con el grupo criminal al abusar de su cargo como fiscal de Nayarit, estado donde operaba el Cártel H-2.

Al menos esos cuatro cabecillas relacionados con Los Beltrán Leyva pudieron tener conocimiento de los presuntos nexos del general Cienfuegos. Todos fueron extraditados de México para ser procesados por delitos de narcotráfico en EEUU.

Anabel Hernández indicó que las indagatorias se habrían prolongado, si la FGR tuviera interés en agotar sus hipótesis o descartar indicios en un caso tan complejo; aún más, en tiempos de pandemia, cuando las instituciones vieron disminuidas sus operaciones y capacidad de personal.

Si la FGR hubiera solicitado una cosa así, al menos tardaría seis meses el trámite, no menos de dos meses en que diga: ‘ya los interrogué, ya lo verifiqué, todo es falso’; bueno, pues a eso me refiero con una simulación de la Justicia y me parece que eso es muy delicado y sobre todo afirmar, como lo dijo el presidente, que la DEA presentó pruebas falsas, pues el presidente tendría que demostrar que son pruebas falsas”.

La periodista consideró que el caso puede ser reabierto en EEUU

En el transcurso de este 15 de enero, a las 15:31 horas, la Secretaría de Relaciones Exteriores hizo público el documento donde se detalla la evidencia que el gobierno de EEUU aportó para que Cienfuegos fuera procesado en México. Pasadas dos horas, la FGR comunicó que este 16 de enero desclasificará el expediente que determinó el no ejercicio de la acción penal, también informó sobre la notificación al gobierno norteamericano sobre su desistimiento.

Sin embargo, queda por ver con cuánto esmero y procedimientos periciales fue concluido que no había pruebas contra el general, en lugar de hacer público solo aquello que enviaron los norteamericanos. Está pendiente que la fiscalía transparente acciones realizadas por la Policía Federal Ministerial; si interrogó a Cienfuegos Zepeda, cuántas veces lo hizo; qué requerimientos hicieron al gobierno de EEUU; o si agentes de la FGR se entrevistaron con integrantes del Cártel H-2. Así como a qué tipo de testigos recurrió; o cual fue su método para analizar, uno a uno, los mensajes del Black Berry que el general habría usado para comunicarse con los narcos.

Cuestionada sobre la posibilidad de que los norteamericanos reactiven sus acusaciones, la periodista ejemplificó este asunto con el caso del ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarringtón, exonerado tres veces consecutivas por la FGR pese a las múltiples acusaciones que lo vinculaban con el Cártel del Golfo desde que fue alcalde y como gobernador, cuando también colaboró con Los Zetas. Aunque el político priista fue dejado en libertad en México, la Administración del Control de Drogas (DEA) le siguió la pista y finalmente pudieron detenerlo en Italia en 2017 y extraditarlo a Texas un año después.

Como las pruebas no fueron desechadas, sino retiradas, igual el proceso se puede reiniciar, yo pude hablar con una fuente de información, en aquel momento, involucrado con las investigaciones, y me comentaba que si en seis meses, de noviembre que fue devuelto Cienfuegos a seis meses adelante, si no se veía ninguna prueba clara sobre su investigación, ellos iban a reactivar la acusación en Nueva York y me parece que eso es lo que ocurrirá, añadiendo por su puesto, porque no podemos ser ingenuos, pues que seguramente ampliaran su escopo de investigación a otros actores que ahora formaron parte de esta exoneración exprés”, apuntó Hernández para Infobae México.

(Gráfico: Infobae México/Jovany Pérez Silva)
(Gráfico: Infobae México/Jovany Pérez Silva)

La periodista señaló que no es una “vidente” y sus comentarios están sustentados en documentos y referencias recabadas a lo largo de su carrera. En este caso ha conjuntado la cercanía del general Cienfuegos con Luis Cresencio Sandoval, actual titular de la Sedena; antecedentes de que el ex funcionario departió con narcotraficantes en Acapulco; así como su pertenencia al mismo grupo de poder en áreas de seguridad, con quienes compartía en corridas de toros privadas, comilonas, cumpleaños y que ahora serían responsables de investigarlo en la FGR.

Entre los personajes cooptados señaló a Felipe de Jesús Gallo Gutiérrez, titular de la Coordinación de Métodos de Investigación; así como Antonio Pérez García, jefe de la Policía Federal Ministerial. Ambos están ligados a Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino, ex funcionarios de Seguridad con Felipe Calderón; el primero está preso en Nueva York acusado de colaborar con el Cártel de la Sinaloa por 19 años y el segundo de ellos se encuentra prófugo, requerido en el país norteamericano por vínculos con el mismo grupo delictivo transnacional.

Hernández adelantó que realiza indagatorias del gobierno de López Obrador, en lo que definió como el mayor reto de su carrera periodística, para explicar cómo es que las polémicas de la actual administración no son aisladas. Por ejemplo, el hecho de haber liberado a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, así como congraciarse con la madre de este último. Sumado a la exoneración de Cienfuegos.

La periodista descartó que los
La periodista descartó que los militares se hayan impuesto al presidente y que este tiene plena conciencia de sus decisiones (FOTO: GALO CAÑAS/CUARTOSCURO.COM)

Tenemos a un presidente cuyo gobierno sigue teniendo contratos con el Mayo Zambada, porque es así, los contratos que yo denuncié que existían, cuando publiqué el libro El Traidor en el año 2019, siguen vigentes. Nadie se ha atrevido a cancelarlos, porque tienen miedo, porque esos contratos no se tocan, la pregunta es: ¿por qué no se tocan? Se supone que este gobierno iba a ser distinto y si vemos todos estos elementos, por desgracia estamos viendo que no es distinto, estamos viendo una dinámica muy preocupante, muy similar a lo que vimos anteriormente”, agregó.

Si bien, el perdón al general puede ser para congraciarse con los militares y el actual titular de la Sedena, porque AMLO depende de este sector en su administración; las consecuencias de estos hechos no son aisladas. Dejó ver que en ese sentido, sus hipótesis no apuntan a buenas noticias. También dijo que el presidente es consciente a plenitud, del alcance de sus decisiones, más allá de una presunta presión del sector castrense.

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