Agentes de la Fuerza Civil de Veracruz lograron la detención de ocho presuntos narcotraficantes en el municipio de Naranjos y quienes formarían parte de una célula delictiva del Cártel del Golfo en la entidad.
De acuerdo con fuentes de seguridad, las acciones tuvieron lugar sobre el camino de Zacamixtle, Naranjos, previas labores de inteligencia que permitieron ubicar a la célula delictiva en aquella región. A este grupo de ocho personas se les relaciona con el narcotráfico, secuestro y extorsión en la zona norte del estado.
Los presuntos miembros del Cártel del Golfo fueron identificados como Ángel Camilo “N”; Melvin “N” alias El Melvin; Miguel Ángel “N”, alias Reyno y/o Gordo; Uziel Alberto “N”, El Miky; José Brandon “N”, Lomelí; Jesús Eduardo “N”, El Chucho; Carlos Antonio “N”, alias El Charly y/o El Denk; y Marco Antonio “N”, El Pelón.
Estas detenciones tuvieron participación de fuerzas federales, con las cuales se logró ubicar el sitio en Naranjos. Tras la detención fueron aseguradas al menos seis armas de fuego largas, dos cortas, cartuchos útiles de diversos calibres, 26 cargadores, chalecos tácticos, cascos y dos vehículos en que viajaban los sujetos sobre el camino hacia Zacamixtle, localidad perteneciente a Tancoco.
Junto con lo asegurado, los presuntos miembros del Cártel del Golfo fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República en la ciudad de Tuxpan.
En el estado operan al menos siete grupos delictivos: el Cártel Jalisco Nueva Generación, los Zetas vieja escuela, Cártel del Noreste Z, Cárteles Unidos (cártel de Sinaloa unido con los Ántrax y Mando Sur Gente Nueva) y Jarochos Unidos, así como el Grupo Sombra.
El Cártel del Golfo, que durante décadas controló la llamada frontera chica entre Tamaulipas y EE UU, quedó muy debilitado desde la ruptura en enero de 2010 de su brazo armado, Los Zetas, un grupo criminal fundado por militares desertores que poco después creó su propio cartel. Desde entonces, el sanguinario enfrentamiento entre los dos grupos por el control del territorio ha sido constante.
La importancia de Veracruz es mucha para el crimen organizado, primero es cruce natural hacia el norte del país. En segunda por sus puertos Tuxpan y Coatzacoalcos. Finalmente, por la venta de droga en bares y antros, así como el llamado “cobro de piso”.
Durante la búsqueda por perpetuar su dominio en la entidad, células delincuenciales como el Grupo Sombra, brazo armado del Cártel del Golfo, han desatado disputas y enviado mensajes a sus rivales.
Formado en el primer semestre del 2017, el Grupo Sombra llegó para quedarse en Veracruz. Sus integrantes se establecieron en municipios como Tuxpan, Poza Rica, Coatzintla y Tihuatlán, desde donde amenazaron a policías y delincuentes por igual: “nadie se puede meter en nuestros territorios”, señalaron.
En la Navidad del 2017, en ciudades céntricas como Tuxpan y Poza Rica, camiones y combis sin rotular repartieron cenas y bebidas a nombre de las “Fuerzas Especiales Grupo Sombra”.
La historia fue casi similar en octubre de 2018, cuando a los damnificados por las lluvias de distintos municipios de Veracruz, les entregó una paca de ropa acompañadas del mensaje: “Esto es para la gente de nuestro pueblo. No están solos, estamos con ustedes” . Atentamente, Grupo Sombra”, se leía.
Ese año, la célula criminal protagonizó una de las escenas más violentas relacionadas con el narcotráfico. Se trató de la decapitación de La Comandanta Paty, a quien identificaron como responsable de planificar secuestros en distintos municipios de Veracruz para el Cártel de Los Zetas.
Actualmente, la organización delictiva opera en estados como Veracruz, Hidalgo, Tamaulipas y San Luis Potosí, por lo que se encuentra en disputa con el Cártel de Jalisco Nueva Generación y Los Zetas.
Pese a que no fue detallado si los ocho sujetos arrestados este 14 de enero pertenecen al Grupo Sombra, se advierte que esto es muy probable, dada la zona en que fueron capturados y donde la facción criminal ha desarrollado sus ilícitos, en especial, como remanente del Cártel del Golfo.
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