Luego de que la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu) asignara un presupuesto de 89 millones de pesos para renovar el estadio donde juega el equipo de béisbol Guacamayas de Palenque, fundado por Pío López Obrador, miembros de la oposición exigieron que se cancelara este contrato y, más bien, los recursos se destinen a la atención de la emergencia sanitaria por la COVID-19.
En este sentido, Kenia López Rabadán, del Partido Acción Nacional (PAN) señaló que presentará un punto de acuerdo de urgente resolución, bajo el objetivo de que los recursos destinados a la renovación del inmueble se reorienten a los servicios de salud para la atención de la pandemia de coronavirus que continúa en aumento.
“Es inhumano y antiético que el gobierno destine 89 millones de pesos a un estadio de béisbol mientras hay hospitales sin equipamiento ni medicamentos. Exigimos que ese dinero se reasigne a servicios de salud que atienden a pacientes con COVID-19″, comentó la senadora.
López Rabadán también destacó que este dinero será utilizado para nuevas tribunas, palcos, vestidores con regaderas, “cuando hacen falta camas, respiradores, ayuda a los médicos y enfermeras que están trabajando sin descanso”. También destacó que México ocupa el séptimo lugar en mortalidad por el coronavirus y “este gobierno inhumano da prioridad al béisbol”.
Por su parte, el líder nacional del PAN, Marko Cortés, también aseguró que en lugar de apoyar al equipo de su hermano, hubiese dirigido los recursos al cuidado del empleo de miles de personas que actualmente están sufriendo los estragos de la pandemia, así como a la adquisición de un mayor número de vacunas para avanzar en la atención de la pandemia.
“Esos recursos debería destinarlos al empleo, el trabajo de miles de personas, de los restauranteros que se están yendo a la quiebra, que no tienen los ingresos mínimos para llevar a casa. Debería usarse para comprar vacunas, que tampoco se han transparentado”, detalló Cortés en conferencia de prensa virtual.
Durante ese mismo encuentro con los medios de comunicación, el dirigente blanquiazul puntualizó que dentro de esta situación, “el problema es que se malgastan recursos públicos con criterios ideológicos, políticos, pero que lamentablemente no atienden a las necesidades más apremiantes”.
Por su parte, el grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) exigió la cancelación del contrato y calificaron esta disposición como inaceptable, además de describirlo como un acto de nepotismo y corrupción, elementos en torno a los cuales el mismo López Obrador se ha posicionado en contra.
“El presidente prefiere darle recursos públicos a su hermano mientras miles de micro y pequeñas empresas están quebrando por falta de apoyo gubernamental y millones de trabajadores que se han quedado sin empleo enfrentan con sus propios recursos y posibilidades la terrible crisis económica por la que atraviesa el país”, denunciaron los diputados perredistas.
También detallaron que si bien hay disponibilidad de recursos públicos para instrumentar apoyos a las familias afectadas, el presidente “prefiere derrocharlos en proyectos inviables e innecesarios y atender los caprichos de Pío, su hermano incómodo”.
El caso del estadio se dio a conocer después de que Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) publicara una nota al respecto. En ella se detallaba que la Sedatu, a cargo de Román Meyer Falcón, había asignado 89 millones de pesos a través de la empresa Alz Construcciones SA. de CV, originaria de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, con el fin de hacer remodelaciones al inmueble.
Por tal motivo, la dependencia publicó una nota aclaratoria en donde precisó que la renovación de la Unidad Deportiva en el municipio chiapaneco atiende a un proyecto de amplia envergadura con la finalidad de mejorar las condiciones de vida de 7,000 habitantes y que no se quedará únicamente en el tema de béisbol, deporte favorito del presidente.
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