Luego de que el sector restaurantero desafiara al semáforo rojo y a las indicaciones del gobierno de Claudia Sheinbaum, la Asociación Mexicana de Bares, Discotecas y Centros Nocturnos (AMBDIC) anunció que se sumará al movimiento “Abrimos o morimos” para planear abrir su puertas al público pese a la pandemia de COVID-19 que vive la capital.
A través de un comunicado, la AMBDIC puso en la mesa sus argumentos y recalcó que “es imposible mantenerse cerrados tanto tiempo”, pues hay familias que dependen de este sector.
“Somos actividad esencial, porque más de 4 millones de mexicanos dependen de esta actividad, porque no existe nadie que pueda subsistir sin trabajar 10 meses y sin apoyos de ningún tipo, porque NO SOMOS ANTROS, porque somos establecimientos que pagan derechos, permisos e impuestos”, se lee en la misiva.
Este organismo fue contundente con su respuesta y se dijo listo para generar un movimiento de unión entre el gremio para que “todos se den cuenta de que nos han utilizado”.
En el documento publicado en redes sociales se observa el enojo y desesperación del AMBDIC, pues comentan que “nunca le han importado” al gobierno capitalino, solamente les interesa “la generación de votos, así que ya es hora de alzar la voz, hacer valer nuestros derechos y nuestra fuerza, que tanto a dado a México, y que tantas personas han vivido de esto”.
“Es hora de que la gente pueda decidir ir a un lugar con medidas sanitarias a divertirse y no terminar contagiado”, añadieron.
Los motivos de esta acción pese a la emergencia sanitaria que atraviesa el Valle de México son sencillos: las malas decisiones de las autoridades y su negativa de tratar por igual las actividades económicas que han dejado paralizados y afectados a miles de negocios y trabajos. Resaltaron que este sector genera más de 500 mil empleos directos y 300 mil indirectos.
Al final, durante su posicionamiento, se alcanza a leer lo siguiente: “El sector formal que está dispuesto y ha sacrificado ahorros e inversiones para seguir conservando empleos, cuidar las medidas de salud y seguir impuestos, permanece cerrado”.
En contraste, los integrantes de AMBDIC denunciaron que el sector informal se ha mantenido funcionando sin sanciones ni restricciones, otra razón más para unirse al movimiento que inició este lunes en calles de la capital mexicana.
¿CÓMO SUCEDIÓ EL MOVIMIENTO?
Se suponía que el 11 de enero, la Ciudad de México y el Estado de México saldrían del semáforo rojo, pero ambos gobiernos decidieron ampliarlo una semana más.
Ante ello, varios restauranteros decidieron hacer caso omiso a esta medida y bajo la etiqueta en redes sociales #AbrimosOMorimos, anunciaron que reabrirán sus puertas con servicio de comida en sitio, pese a que no está permitido por el color de riesgo máximo de COVID-19.
“No sabemos cuál será la sanción, pero más de 500 restaurantes de la CDMX abriremos a partir de hoy porque no resistimos más y la siguiente opción para sobrevivir es despedir meseros y cocineros” alertó Manolo Ablanedo, socio y director de comunicación de Fisher’s.
“Éste es un llamado de auxilio: nos están extinguiendo ¡Ya no podemos más!, ¡No condenemos a los trabajadores de los restaurantes al desempleo, ni a miles de negocios a la quiebra!”, externó el sector restaurantero a las autoridades del Valle de México.
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