Los impactos de bala en el ataúd de un hombre que era velado en la colonia Arboledas de San Rafael en Celaya, Guanajuato, son el reflejo de la violencia con la que conviven los 6 millones de habitantes del estado.
La ciudad cajetera, al norte de Guanajuato, se encuentra bajo presión al estar en el ojo nacional tras el ataque armado en un funeral que dejó al menos nueve muertos, este jueves ocho de enero.
El ataque ocurrió a las 20:00 horas, en la calle Chapultepec de la colonia Arboledas de San Rafael —donde poco antes se reportó el asesinato de una mujer—. Un comando arribó a la casa con el número 102, ahí se velaba a un hombre que había sido ejecutado dos días atrás.
Lo sujetos dispararon contra los asistentes. Nueve de ellos fueron alcanzados por la balas.
Sobre el camellón, frente a la vivienda quedaron al menos cuatro personas sin vida, otra más unos metros adelante. En la misma calle, al costado de un poste se veía el cadáver de un hombre.
Según los primeros testimonios, los asesinos, presuntamente miembros de la delincuencia organizada, utilizaron armas de grueso calibre. Las autoridades señalaron que se inició un operativo de búsqueda para localizar a los responsables, pero hasta este viernes no se ha dado información sobre los resultados de la movilización.
La violencia en los funerales se recrudeció en el país el año pasado. Este tipo de ceremonias se han convertido en objetivos de los criminales, quienes buscan venganza o intentan mostrar una forma de amedrentamiento a organizaciones rivales.
El 2 de septiembre del 2020 un grupo de personas abrió fuego durante un velorio en Cuernavaca, capital del estado de Morelos, y mató a diez personas, entre ellas dos menores.
Ese día dos camionetas llegaron a un domicilio de la colonia Antonio Baraona de Cuernavaca donde se realizaba el funeral de un joven motociclista que habría muerto de manera instantánea al impactarse contra el muro de contención en el Paso Exprés. El comando abrió fuego contra los familiares y amigos reunidos y causó la muerte de diez personas, además dejó varios heridos.
La última matanza en Guanajuato coincide con otros homicidios y videos de torturas publicados en redes sociales, que han provocado terror en la población. Entre las grabaciones se encuentra el interrogatorio a una mujer, quien se identifica como tía de Ricardo Adrián Ruiz Moreno, alias el “Cañas”, a quien en días pasados amenazaron a través de narcomantas abandonadas en la ciudad de Celaya, Guanajuato.
Las advertencias firmadas por el Grupo Élite del CJNG revelan que el “Cañas” así como un hombre identificado como Lozano Lara, el “Dalugas”, supuestos secuaces de José Antonio Yépez, el “Marro”, fundador del Cártel de Santa Rosa de Lima, son los generadores de violencia en la entidad. Por ellos, el CJNG ofrece una recompensa de 100,000 pesos por cada uno.
—¿Cuál es tu nombre? pregunta un supuesto miembro del CJNG.
“Diana Olivares”, responde la mujer.
—¿Qué parentesco tienes con el “Caña”?
“Es mi sobrino”, replica.
Desde el inicio del 2021, un promedio de 510 personas han sido asesinadas en México, según el Informe de Seguridad diario del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad.
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