“Algo grave está por ocurrir”, vaticinan los analistas, quienes con asombro ven al pasado regresar: el año 2013, cuando en Tierra Caliente las autodefensas pusieron en jaque a las fuerzas federales y al Ejército con la toma de varios municipios de Michoacán, para expulsar a las organizaciones criminales de la entidad.
Michoacán, situado al centro oeste del país, atraviesa el momento más sangriento de su historia. Las imágenes de los últimos enfrentamientos, advertencias, muertos, y torturas, amenazan la debilidad del Estado que repite que no está en guerra.
El Cártel Jalisco Nueva Generación(CJNG), la organización criminal más poderosa de México, lleva al menos 14 meses en fase de expansión en el estado, y no parece que nada vaya a frenarlo. Su lucha por el poder ha provocado grandes masacres y operativos.
El intento del CJNG por apoderarse de la tierra del aguacate ha llegado al punto de desafiar al grupo criminal local, Cárteles Unidos. Su guerra no es una cosa actual. Juan José Álvarez Farías, alias el “Abuelo”, líder absoluto de esta última organización, opera en Tepalcatepec, Michoacán.
El “Abuelo”, quien en algún momento se levantó en armas contra el crimen organizado, fue señalado de ser presunto jefe de plaza del Cártel de Los Valencia, pero en 2009 se le acusó de estar vinculado con el CJNG, siendo su operador en Michoacán y lugarteniente en Tepelcatepec, Sahuayo, Juquilpan y Aguililla.
El 6 de marzo de ese año fue detenido en Buenavista Tomatlán, en posesión de armas de uso exclusivo del Ejército, pero fue liberado poco después.
En febrero de 2014 se le vio en una reunión de autodefensas con el entonces comisionado de Seguridad de Michoacán, Alfredo Castillo, con quien pactó estrategias de seguridad y acciones de coordinación con el fin de recuperar la seguridad de la zona de Tierra Caliente.
La reunión generó múltiples especulaciones, sobretodo porque la célula delictiva de Los Valencia sería el principal responsable de las ejecuciones en Tierra Caliente.
El 20 de agosto de 2016 fue atacado por un grupo armado: él resultó herido, pero su sobrino de 11 años, falleció.
Poco menos de un año, el 27 de mayo de 2018, de nuevo fue detenido durante un operativo de la Secretaría de Marina (Semar) y tras su aprehensión los habitantes bloquearon la carretera y quemaron vehículos.
Un juez declaró ilegal la detención de “El Abuelo”, por lo que el 30 de mayo, apenas tres días después, fue liberado y con fiesta, aplausos y gritos lo recibieron en el pueblo de Tepalcatepec.
Según señala un reporte de inteligencia, Farías permitió que el CJNG se infiltrara en Los Reyes, Michoacán. Representó a los “jaliscos” y se convirtió en uno de los máximos operadores.
La ruptura entre el CJNG y el “Abuelo” sobrevino tras el intento de asesinato de un narco de bajo perfil con el que Farías estaba aliado: Miguel Ángel Gallegos Godoy, conocido como el “Señor de Zicuirán”. Entonces, el “Abuelo” cerró Tepalcatepec y le clausuró a sus ex socios jaliscienses la entrada a Apatzingán, Buenavista, Periván y Uruapán. Desde entonces, se han visto envueltos en guerra sin fin.
Michoacán lleva más de un decenio de escuchar incesantemente las condenas pronunciamientos y compromisos de las autoridades contra la violencia; sin embargo la ola de homicidios no se ha detenido y aún salpica sangre por doquier.
Este viernes el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, inauguró dos cuarteles de la Guardia Nacional en Zamora y otro en Cotija. “Son cuatro estados (Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Colima) donde actúa y hace mucho daño la delincuencia organizada”, señaló.
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