“La Mataviejitas”: la asesina serial que pasó de ser luchadora profesional a matar personas de la tercera edad

Fue sentenciada a 759 años de cárcel y sigue presa en el Centro Femenil de Readaptación Social Santa Martha Acatitla, donde ha reclamado su inocencia en distintas entrevistas con la prensa

Guardar
Entraba a su casa haciéndose
Entraba a su casa haciéndose pasar por enfermera y después los mataba y robaba (Foto: Archivo)

A mediados de la década de los 2000 en la Ciudad de México, un nombre, o específicamente un alias, acaparaba los titulares de todas las notas periodísticas. Su caso, y su género, era inusual y sus víctimas todavía más: una mujer que asesinaba personas de la tercera edad.

La nota roja es un plato fuerte en la oferta informativa mexicana, y los asesinos en serie son protagonistas principales. “A través del recuento de crímenes y asesinatos, tanto de los clásicos individuales como de los colectivos que nos sacuden por oleadas, es posible narrar una crónica del país”, escribió el periodista y dramaturgo Vicente Leñero en el prólogo del primer volumen del Libro Rojo, editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE), de 2008.

La Mataviejitas es como bautizaron los medios a Juana Barrazas, una mujer detenida en 2006 y sentenciada a 759 años de prisión por el asesinato de 16 personas adultas mayores.

Como luchadora se llamaba La dama del silencio. Esta mujer fue hallada responsable de al menos 12 robos y 17 asesinatos de personas de la tercera edad cometidos entre 1990 y 2006, en la Ciudad de México. Entraba a su casa haciéndose pasar por enfermera y después los mataba y robaba.

Juana Barraza aseguró que es
Juana Barraza aseguró que es inocente de todos los cargos que se le han imputado. “Yo estoy por un error aquí, pero por todo lo que me acusan, no” (Foto: Cuartoscuro)

Por ello, la prensa la identificó como La Mataviejitas. Fue sentenciada a 759 años de cárcel y sigue presa en el Centro Femenil de Readaptación Social Santa Martha Acatitla, donde ha reclamado su inocencia en distintas entrevistas con la prensa.

Tras nueve años en prisión, en julio de 2015 contrajo matrimonio con otro interno pero un año después se divorciaron. Un dato llamaba la atención: siempre vestía de rojo al cometer sus crímenes.

En el año 2019, la presentadora mexicana Yolanda Andrade estrenó el programa Consecuencias, en el canal de paga Unicable, donde entrevistó a varias personas que cumplen con una sentencia en prisiones del país, inspirada en conocer la infancia de la asesina serial.

Logró acceder a la cárcel de Santa Martha Acatitla, donde se encuentra recluida Juana Dayanara Barraza Samperio para cumplir con su condena de prisión. Yolanda conversó con la mujer a la que la Fiscalía logró comprobar su participación en 17 crímenes, aunque fueron más de 40 mujeres de la tercera edad a las que posiblemente asesinó entre 2002 y 2005.

Como luchadora se llamaba "La
Como luchadora se llamaba "La dama del silencio" (Foto: Archivo)

“Mi asunto no era saber cuántas señoras había matado, sino saber cómo fue la infancia de una niña cuya mamá fue alcohólica”, comentó Yolanda Andrade, quien ha sido abierta sobre su vida tras haber superado el alcoholismo.

Aseguró que la intención era “no juzgar y el saber de dónde viene. Estoy segura que ese mensaje va a llegar y va a estremecer”, para inspirar a jóvenes a ser responsables de sus vidas y no terminar en prisión.

En la conversación, Andrade contó que La Mataviejitas “se abrió conmigo, fue muy clara. Esa entrevista fue muy importante para mí, además de lo famosa que es, pues también fue una niña maltratada, entonces hay que ver de dónde venimos”.

Juana Barraza aseguró que es inocente de todos los cargos que se le han imputado. “Yo estoy por un error aquí, pero por todo lo que me acusan, no”.

Así recordó cuando fue arrestada
Así recordó cuando fue arrestada en enero de 2006, cuando era investigada por medio centenar de misteriosas muertes de ancianas, hecho por el que los medios mexicanos comenzaron a llamarla "La Mataviejitas" (Foto: Saúl López/Cuartoscuro.com)

Explicó que solo empujó a su ex patrona mientras le reclamaba el pago de su salario, luego de que ésta le había dado una cachetada. Afirmó que cuando huyó, la mujer todavía estaba viva.

Relató lo que le dijo a la mujer: “No señora, yo no vengo a que me maltrate, yo vengo porque lo necesito, la agarré y la aventé, pero no hice el intento de agarrarla y se pega en el mero filo de una mesa de centro; vi que le salió un poco de sangre de la nariz y me quedé espantada, pero no supe qué hacer.

Me espanté, y salí caminando, y enfrente estaba una patrulla, y les dije lo que había pasado y ahí me agarraron.

Así recordó cuando fue arrestada en enero de 2006, cuando era investigada por medio centenar de misteriosas muertes de ancianas, hecho por el que los medios mexicanos comenzaron a llamarla La Mataviejitas.

A diferencia del resto de sus víctimas, la última no vivía sola y ese fue su error. Un hombre al que Ana María rentaba un cuarto de su casa para ayudarse con los gastos, fue quien avisó a la policía minutos después de que Juana Barraza le quitara la vida.

Casi en flagrancia y tras varios años de asesinar a mujeres de la tercera, La Mataviejitas fue detenida en la colonia Moctezuma, de la capital mexicana, cuando tenía 48 años.

Cuando le preguntaron por qué había asesinado a casi medio centenar de ancianas, respondió:

Yo odiaba a las señoras porque mi mamá me maltrataba, me pegaba, siempre me maldecía y me regaló con un señor grande

Y es que Juana creció en el seno de una familia disfuncional, donde su madre era alcohólica. En la entrevista con Yolanda Andrade confesó:

“Cuando tenía 11 años mi mamá le dijo a un señor que era joven, pero yo tenía 11 años y para mí era un señor de 26 años. ‘Dame una cervezas y te llevas a mi hija’”, recordó la mujer.

Juana Barraza, al igual que
Juana Barraza, al igual que todo los asesinos seriales, contaba con un patrón particular para matar a las ancianas. Primero las golpeaba, en algunos casos las apuñalaba y abusaba sexualmente, y luego las estrangulaba (Foto: Archivo)
Cuando él abusó de mí me tuvo que amarrar en la cama para poderme tocar (…) así que por dos cervezas mi madre me regaló con un hombre.

La Mataviejitas se hacía pasar por enfermera, asistente médica o promotora social, elegía a sus víctimas, todas mujeres de la tercera edad que vivieran solas.

Juana Barraza, al igual que todo los asesinos seriales, contaba con un patrón particular para matar a las ancianas. Primero las golpeaba, en algunos casos las apuñalaba y abusaba sexualmente, y luego las estrangulaba.

En prisión, Juana Barraza ha dicho que de lo único que se arrepiente es no poder estar con su familia, pues se sentía “contenta con su vida” y que “duerme tranquila en las noches”.

MÁS SOBRE OTROS TEMAS:

Guardar