Un nuevo video declaró la reaparición del Grupo Élite del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en un interrogatorio contra un supuesto integrante de Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL).
Publicado a través de la cuenta de Twitter @OfficialBalam, presuntos sicarios mencionan a los narcotraficantes Manuel Fidel Torres Félix, El M1, Jesús Gregorio Villanueva Rodríguez, El R5, y otro identificado como Caña. El comunicado es dirigido a Celaya y a toda la entidad federativa de Guanajuato.
“Así empezamos el 2021″, afirmó el usuario de la red social.
En el video, de casi un minuto de duración, se puede observar a dos posibles narcotraficantes del CJNG, armados y con chalecos, al lado del miembro de la organización criminal rival. Éste tiene los ojos vendados con una tela blanca, donde solamente se puede leer las iniciales del cártel sanguinario.
El miembro del CSRL, ante las preguntas, confesó que repartía mercancía. “¿Qué te prometieron?”, cuestionó el miembro del CJNG. “Bienestar para mí, y más que nada para mi familia. La protección y bienestar”, contestó. “¿Te cumplieron?”, preguntó. “No”, afirmó.
“¿Qué le quieres mandar a decir al Cártel de Santa Rosa de Lima?”, preguntó uno de los sicarios. “La mera neta que se retiren porque el Cártel Jalisco Nueva Generación ya llegó y es la mera verga”.
“Dejen de matar gente inocente, pinches mugrosos, correlones: M1, R5, Caña, salgan a toparle pinches corrientes. Que les quede claro: Celaya y todo Guanajuato ya tiene dueño. Llegamos para quedarnos. Atentamente, Cártel Jalisco Nueva Generación, Grupo Élite”, manifestó el sicario.
En solamente 10 años, uno de los cárteles más sanguinarios construyó su imperio. El origen del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se remonta a un grupo de sicarios que servían a Ignacio Coronel Villarreal, también conocido como Nacho Coronel, un capo mexicano.
La muerte del narcotraficante en julio de 2010 convirtió a la organización criminal autodenominada Los Matazetas en aliados de traficantes de drogas michoacanos: así nació uno de los grupos más extensos y violentos en todo México.
Es considerado por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), en la actualidad, como una de las tres bandas más peligrosas en todo el mundo.
Datos de la entonces Procuraduría General de la República (hoy Fiscalía General de la República), consultados por La Jornada, revelan que Nacho Coronel, quien formaba parte del Cártel de Sinaloa, pretendía separarse de sus socios Ismael El Mayo Zambada García y Joaquín El Chapo Guzmán.
Por lo tanto, creó un grupo de sicarios a su mando. No obstante, no logró su objetivo y, durante un operativo llevado a cabo por el Ejército mexicano, fue asesinado el 29 de julio del 2010 en Zapopan, Jalisco.
El grupo Los Matazetas se unió a Abigail González Valencia, familiar de Luis Valencia y en ese entonces líder del Cártel del Milenio, organización criminal con presencia en Tamaulipas, Guerrero, y Michoacán. Esta alianza se fortaleció con el matrimonio de Nemesio Oseguera Cervantes, mejor conocido como El Mencho, y Rosalinda González Valencia.
De acuerdo con distintos funcionarios de seguridad nacional, también se concretó una alianza que dio paso a una estructura criminal que opera como empresa: mientras sus cuñados se encargan del lavado de dinero, las finanzas, y las relaciones con organizaciones criminales que operan en Asia, América del Sur, Europa, y Estados Unidos, El Mencho dirige la parte operativa y, por lo tanto, la más violenta.
Entre los años 2010 y 2014, el CJNG comenzó luchando por territorios (entidades federativas como Guerrero, Oaxaca, y Veracruz) que estaban en poder de células delictivas del cártel de Los Zetas. Después, expandió sus operaciones y ganó su extensión en Zacatecas, Baja California, Nayarit, Colima, y Chihuahua.
Según información del gabinete de seguridad de México, en la actualidad el Cártel Jalisco Nueva Generación está presente en por lo menos 28 estados. Entre ellas se encuentra la capital del país: se asoció con el cártel de la Anti-Unión Tepito.
En las entidades de Morelos y Guerrero se alió con grupos regionales como Los Ardillos, una organización criminal que originalmente nació del Cártel de los Beltrán Leyva y disputa con Los Rojos. Además, mantiene relaciones con Guerreros Unidos en ambos estados.
Para extender su poder e influencia, una de las estrategias que ha adoptado el CJNG consiste en presionar a bandas delictivas locales y, sin tener realmente células operativas, acordar con ellas que sus siglas sean utilizadas.
Así, el Cártel ayuda a organizaciones pequeñas para exterminar y luchar contra grupos rivales. Los cárteles locales deben pagar un porcentaje de las ganancias que obtienen por cada uno de los crímenes que cometen: esto garantiza no ser atacados por los sicarios de El Mencho.
Tres estados en México que han sido testigos de la violencia del CJNG, principalmente en los últimos dos años, son Guanajuato, Michoacán, y Jalisco. Son puntos donde se sostienen agresiones armadas con saldos de cientos de personas asesinadas.
En la entidad federativa de Jalisco, la batalla es contra el Cártel de Santa Rosa de Lima por el control de las tomas clandestinas de hidrocarburo: donde se comete el huachicoleo, la sustracción ilícita de combustible de los ductos de Pemex (Petróleos Mexicanos).
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