La despenalización del aborto en toda la Argentina trajo a la agenda pública de América Latina el debate de la interrupción legal del embarazo (ILE) pues, de acuerdo con la lucha feminista del siglo XXI en la región, una de las principales consignas es el ejercicio voluntario de la maternidad.
Esto quiere decir que el Estado, que se conforma por territorio, gobierno y población, debe de garantizar de manera óptima las condiciones para que las mujeres puedan ejercer su derecho a la reproducción de manera libre. En otras palabras, la despenalización del aborto viene acompañada de otras medidas: la seguridad y la gratuidad.
En México, sólo las mujeres que viven en la Ciudad de México y Oaxaca pueden interrumpir su embarazo en clínicas especializadas que garanticen tanto la seguridad como la gratuidad sin tener consecuencias legales, lo cual representa sólo un triunfo local pues únicamente estas dos entidades son las que pueden abortar con libertad de las 32 que componen toda la república.
Con este panorama, una reportera preguntó al presidente Andrés Manuel López Obrador, durante la conferencia matutina del 31 de diciembre, su opinión respecto a esto a lo que el mandatario refirió que se debe de consultar para saber los deseos de las mujeres.
“Bueno pues es una decisión que tomaron en Argentina, en el caso de México nosotros hemos sostenido que es un tema que debe de consultarse y en el cual deben de decidir libremente las mujeres, y que no hay ninguna limitación para que se manifiesten quienes están a favor de estos cambios en la legislación, hay libertad absoluta y en temas muy polémicos, lo mejor es siempre he sostenido, es que se consulte a los ciudadanos, que no se imponga nada, que todo sea de acuerdo a la decisión mayoritaria de las personas y en este caso de las mujeres que decidan con libertad, pero que no se imponga nada, el mejor método para resolver discrepancias, diferencias, puntos de vista pues es el método democrático eso es lo que siempre yo he sostenido”, expresó.
Sin embargo, para Pedro Carrizales, diputado local de San Luis Potosí por el Partido del Trabajo (PT), esta declaración fue desafortunada, pues él opina que los derechos no se consiguen a base de consultas, sino que se debe de establecer un debate donde impere la razón.
En su palabras, El Mijis le dijo a López Obrador que “ahí sí no, jefe”, pues “los derechos humanos no pueden consultarse; las mayorías jamás deberán decidir sobre los derechos de las minorías. Si fuera así, igual y la esclavitud aún no terminaría y las mujeres seguirían sin votar”.
De hecho, la reportera que increpó al presidente durante la última mañanera del 2021 compartía el punto de vista de Carrizales Becerra, pues si se somete a votación este derecho, el criterio de las personas dogmáticas mancharía el razonamiento y entendimiento del debate, pues quienes se muestran a favor del aborto usualmente refieren datos científicos irrefutables y quienes se denominan “pro vida” apelan a una deidad, lo cual contradice la laicidad del Estado.
El debate del ,aborto tiene más de 40 años en el mundo, donde el primer país que lo despenalizó fue Francia en 1975. Al respecto, cabe destacar que no se consiguió por consultas populares, sino que la manifestación masiva de mujeres que exigieron al gobierno respaldar su derecho a la maternidad por voluntad propia infirió en la legislación para que se garantizara este derecho.
45 años después, en Argentina ocurrió lo mismo. Al respecto, cabe destacar que en América Latina, además del país gobernado por Alberto Fernández, Cuba, Guyana y Uruguay son los únicos Estados que garantizan el derecho a la ILE. También existen otros países que lo permiten en ciertas ciudades, como en México. De tal modo que la ola feminista continúa su búsqueda para la maternidad deseada y no obligada en toda la región.
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