A cuatro años de que fueran asesinados los amigos Alejandro, Alberto Emiliano, Melesio y Francisco, las autoridades de Morelos condenaron a seis sujetos a purgar 53 años de prisión por su responsabilidad en el crimen que conmocionó a la sociedad de Jojutla y puso al municipio en alarma nacional.
Los cuerpos de los cuatro estudiantes fueron localizados en Yautepec el 2 de noviembre de 2016, presentaban cortes en el rostro y signos de que fueron degollados según registros de prensa. Este 30 de diciembre la Fiscalía de Morelos reportó la sentencia contra quienes fueron responsables.
“Como resultado de las pruebas aportadas por la Fiscalía Regional Oriente durante todo el proceso, el Tribunal de enjuiciamiento dictó condena de 53 años de prisión en contra de seis hombres por el homicidio de cuatro estudiantes de preparatoria”, refirió la dependencia en un comunicado.
Se trata de Sergio Rafael “N”, Óscar Jair “N”, Luis Alejandro “N” alias El Telera, Carlos Daniel “N” alias El Loco, Julio Ernesto “N” y Zabdiel “N”, quienes fueron arrestados entre el 7 y 12 de noviembre de 2016, tras ser ubicados como autores del atroz crimen.
De acuerdo con el reporte de la fiscalía morelense, fue el pasado 22 de diciembre cuando los jueces de control, Juicio Oral y Ejecución de Sanciones del Único Distrito con sede en Cuautla, emitieron la condena en fallo unánime por el delito de homicidio calificado.
Sin embargo, hasta este miércoles 30 de diciembre se realizó audiencia de invidualización para que los seis hombres conocieran la condena a cada quien por 53 años con tres meses de cárcel, así como una multa de 194 mil 578 pesos, más el pago de un millón 271 mil 649 pesos por reparación del daño material, así como 150 mil pesos adicionales por concepto de daño moral a cada una de las víctimas.
El 1 de noviembre del 2016, los cuatro jóvenes de la preparatoria de Jojutla adscrita a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos se dirigían a una fiesta de Día de Muertos en Ticumán, Tlaltizapán. Viajaban a bordo de un vehículo marca Nissan Sentra, propiedad de uno de ellos.
De acuerdo con las versiones de aquel entonces, Alejandro Medina Juárez, Melesio Pizaña Flores y Alberto Emiliano Sánchez López, festejaban el cumpleaños 17 de su camarada Francisco Emiliano Carmona Servín. Los amigos pretendían ir a comer unos tacos y después a una fiesta, pero en algún momento de la noche de ese 1 de noviembre fueron interceptados, secuestrados y asesinados.
“Fue la mañana de 02 de noviembre, cuando fueron localizados los cuerpos sin vida de los cuatro estudiantes en el Paraje denominado ‘El Caracol’, ubicado en la colonia Miguel Hidalgo en el municipio de Yautepec, quienes presentaban lesiones causadas por arma punzo cortante”, refirió la fiscalía.
La Fiscalía de la Región Oriente la dependencia que inició las investigaciones, con lo cual se identificó los responsables, quienes interceptaron a los amigos a la altura del municipio de Tlaquiltenango. Ahí les privaron de la libertad y los trasladaron al paraje de El Caracol.
Los primeros reportes indicaron que se trató de una riña derivada de un choque con otro vehículo, donde justamente viajaban los sujetos ahora condenados. Los preparatorianos quisieron escapar, pero al parecer fueron cazados por los otros sujetos, quienes terminaron con su vida.
Sin embargo, a cuatro años el caso no ha sido completamente esclarecido, pues los familiares han denunciado un proceso cansado con irregularidades.
No se tiene certeza de lo que pasó y aunque las autoridades descartaron acciones del crimen organizado por no haber impactos por arma de fuego, los familiares denunciaron que el caso estaba por prescribir, incluso, que uno de los responsables estaba prófugo y otro más obtuvo su libertad.
Así lo exigieron al presidente Andrés Manuel López Obrador el 30 de octubre pasado, cuando el mandatario acudió a Tlaltizapán a inaugurar una universidad del Bienestar Benito Juárez. Los familiares urgieron atención, porque si el caso no era resuelto en un máximo de cuatro meses desde entonces, los delitos prescribirían.
Tras el cruel asesinato de los jóvenes, sus compañeros, amigos, seres queridos, activistas y la UAEM protestaron para esclarecer el hecho y dar con los culpables. En varios homenajes fueron recordados como buenos estudiantes, de calificaciones sobresalientes, aficionados al fútbol americano y camaradas desde pequeños. Luego de cuatro años apenas llegan las muestras de justicia.
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